[Actualizado en 2024] Fotos de paisajes inmensos, de lagos de postal, de bonitas cascadas, de montañas escarpadas, de pueblos con encanto y de castillos de cuento fueron las responsables de las ganas que teníamos de realizar un viaje a Baviera y Tirol.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
- Cómo son y dónde están Baviera y Tirol
- Cómo llegar a Baviera y Tirol
- Ruta de nuestro viaje a Baviera y Tirol en coche
- Día 1: Burgos – Madrid – Múnich – Núremberg
- Día 2: Núremberg – Bamberg (62 km)
- Día 3: Núremberg – Regensburg (Ratisbona) (111 km)
- Día 4: Núremberg -Rothenburg ob der Tauber (104 km)
- Día 5: Núremberg
- Día 6: Núremberg – Würzburg (103 km)
- Día 7: Núremberg – Playmobil Fun Park (10 km)
- Día 8: Núremberg – Múnich (München) (170 km)
- Día 9: Múnich – Salzburgo (144 km)
- Día 10: Múnich – Füssen- Castillo de Neuschwanstein (109 km)
- Día 11: Múnich – Innsbruck – Hall in Tirol
- Día 12: Múnich
- Día 13: Múnich – Mittenwald (105 km) – Obberamergau (35 km)
- Día 14: Múnich
- Día 15: Múnich – Madrid – Burgos
- Qué comer y beber en un viaje a Baviera y Tirol
- Otros lugares que ver en Alemania
Cómo son y dónde están Baviera y Tirol
Es verdad que una de las imágenes que más nos habían hecho decantarnos por esta zona era la del Castillo de Neuschwanstein o Castillo del Rey Loco, pero no era la única.
Baviera, que en alemán se dice Bayern, ocupa casi toda la parte sur de Alemania, es el mayor land del país y el segundo en población. La capital de Baviera es Múnich.
Baviera fue independiente hasta 1871, desde entonces ha seguido conservando su personalidad y una gran autonomía. Eso es algo que se nota si has viajado por otras zonas de Alemania. Los bávaros mantienen muchas de sus costumbres y es muy frecuente verles cualquier día de la semana y, aún más los fines de semana, ataviados con sus trajes típicos.
Debido a que su frontera linda con el Tirol austriaco, no quisimos dejar pasar la oportunidad de conocer también parte de esta zona.
Fuimos a Baviera el 11 de julio y para nuestro viaje destinamos 15 días, que pasaron en un suspiro. Te vamos a contar a continuación cómo organizamos nuestro viaje a Baviera y Tirol.
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El seguro de viaje se ha convertido en algo imprescindible, no sólo por la tranquilidad que proporciona, sino porque cada vez hay más países que lo exigen como requisito de entrada, además de cubrir accidentes, enfermedades y otros contratiempos.
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Cómo llegar a Baviera y Tirol
Cuando planeamos el viaje a Baviera y Tirol estuvimos recopilando información sobre los vuelos que existían hasta esta zona.
Como íbamos toda la familia buscábamos vuelos baratos. Así que comparamos vuelos entre diferentes compañías low-cost. Ryanair vuela desde Madrid hasta el aeropuerto de Núremberg, por lo que es una buena opción para llegar hasta Baviera. Yo he tenido la oportunidad de volver a Baviera recientemente en una escapada a Núremberg con mis amigas del blog Viajes y Estilo y utilizamos esta opción.
En nuestro primer viaje a Baviera y Tirol en familia llegamos al aeropuerto de Múnich, que se llama Franz-Joseph Strauss airport, y allí recogimos el coche que habíamos alquilado por internet, en la página de Auto Europe, que es la que solemos utilizar.
Para realizar un viaje a Baviera y el Tirol te recomiendo que alquiles un coche porque, aunque a muchas zonas vas a poder acceder mediante transporte público, a otras es más difícil llegar sin coche.
Nuestro coche de alquiler contaba con un GPS integrado, pero para evitar sorpresas nos llevamos nuestro TomTom que ya sabemos manejar y que va de fábula. En cuanto tuvimos el coche grabamos en el GPS la dirección del aeropuerto, en la que teníamos que devolver el coche el último día. Si vas a hacer lo mismo que nosotros apunta esta dirección: München Terminalstrasse West, Franz-Joseph Strauss.
Ruta de nuestro viaje a Baviera y Tirol en coche
Día 1: Burgos – Madrid – Múnich – Núremberg
El primer día transcurrió de viaje, por la mañana fuimos desde Burgos hasta el aeropuerto de Madrid en nuestro coche, que dejamos aparcado en uno de los parkings del aeropuerto que previamente habíamos reservado por internet. Después de comer salimos hasta Múnich, en un vuelo de unas dos horas y media.
Nada más recoger el coche de alquiler en el aeropuerto de Múnich (un KIA ceed) nos dirigimos directamente hasta Núremberg, ya que la primera semana del viaje nos íbamos a alojar allí. De Múnich a Núremberg hay 170 km por la autopista A9 y llegamos allí a última hora de la tarde.
🛏 NUESTRA RECOMENDACIÓN DE ALOJAMIENTO EN NÚREMBERG
Nos alojamos en el hotel Adina Apartment Hotel Nuremberg de 4 estrellas. Un hotel que se encuentra en pleno centro histórico de Núremberg y muy cerca de todos los puntos más importantes a visitar. Es un hotel de apartamentos moderno y muy limpio, cada apartamento tiene una pequeña cocina con nevera, microondas, lavadora, secadora y lavavajillas, lo que viene muy bien para estancias largas con niños. Cuenta con parking subterráneo, cosa que era fundamental ya que íbamos con coche. Tiene además un SPA y una piscina cubierta, abiertos hasta las 23:00 horas. Se encuentra a solo 450 metros de la estación de metro de Opernhaus, que tiene enlaces directos con la estación principal y el aeropuerto. Es un hotel muy recomendable. Además, por la zona hay mucho comercio y restaurantes.
En mi segundo viaje a Núremberg me alojé en el Hotel Drei Raben, que también se encuentra en pleno centro histórico. Puedes leer la reseña que hice de este hotel aquí:
Día 2: Núremberg – Bamberg (62 km)
Núremberg iba a ser durante esa semana nuestra base de operaciones y, desde allí, iríamos a visitar los lugares de interés más cercanos.
Bamberg se encuentra al norte de Núremberg y llegamos allí en tres cuartos de hora por la A73. Es una de las ciudades más bonitas de Alemania y de la que seguramente habrás visto su foto más típica: la de su Ayuntamiento Antiguo, que se encuentra en mitad del río Regnitz.
Dedicamos todo el día a recorrer esa ciudad de cuento que tiene rincones preciosos, como el del Ayuntamiento, la zona conocida como Pequeña Venecia, su Catedral con esas dos torres puntiagudas, sus lujosos palacios, etc.
Si quieres saber cómo es esta bonita ciudad y todo lo que vimos en ella, ya puedes leer:
Día 3: Núremberg – Regensburg (Ratisbona) (111 km)
Este día lo dedicamos a conocer Regensburg, conocida como Ratisbona en España. Se encuentra a una hora y cuarto en coche al sureste de Núremberg y para llegar a ella hay que ir por la A3.
Ratisbona, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco, fue la ciudad más importante del sur de Alemania durante la Edad Media.
Se encuentra a orillas del Danubio y su centro histórico es ideal para pasear, ya que todo lo más destacado se encuentra accesible a pie. De esta forma fuimos a conocer la ciudad.
Dicen que su Puente de Piedra medieval ha sido modelo para otros puentes famosos como el Puente de Carlos IV de Praga.
Visitamos la Catedral de San Pedro, obra maestra en estilo gótico de Baviera.
Fuimos en busca de las altísimas torres, que eran como rascacielos medievales, de las que quedan en pie 20 de las 72 que había. El antiguo Ayuntamiento, con su color amarillo. La Porta Praetoria, que es uno de los edificios más antiguos de Ratisbona y uno de los legados de la época romana de la ciudad. El Castillo de la familia Thurn und Taxis que fue pionera en los servicios postales por toda Europa. En nuestro recorrido pudimos ver multitud de iglesias, plazas y edificios notables que le dotan de gran encanto a la ciudad.
Día 4: Núremberg -Rothenburg ob der Tauber (104 km)
Si pensábamos que las dos ciudades anteriores eran las más bonitas de Baviera estábamos muy equivocados. Este día nos trasladamos a unos 100 km al oeste de Núremberg por la A6, para conocer una de las ciudades más asombrosas de Alemania.
Rothenburg ob der Tauber es una ciudad que parece sacada directamente de un cuento. Está completamente amurallada y lo primero que hicimos fue recorrer sus murallas.
Dedicamos un post a la visita de las murallas de Rothenburg ob der Tauber, que puedes leer aquí:
Tras visitar las murallas recorrimos el centro histórico, que es pequeño y muy agradable para pasear por él, encontramos el rincón más fotografiado de la ciudad y entramos a la tienda de Navidad más grande de Europa.
Todo esto te lo contamos en el post:
Día 5: Núremberg
Este día tocaba conocer a fondo Núremberg, al estar alojados allí habíamos visto ya algo de la ciudad, pero nos faltaba mucho todavía. Lo poco que habíamos visto había sido a la vuelta de recorrer las ciudades anteriores. Así que queríamos verlo bien.
Cuando fuimos a Núremberg, de la ciudad tan sólo nos sonaban los famosos juicios de los altos mandos nazis. No teníamos ni idea de cómo era y no habíamos buscado apenas información sobre ella, así que cuando la visitamos nos sorprendió gratamente. Tanto que yo misma he vuelto recientemente.
Su casco antiguo tiene mucho encanto, sobre todo en la zona del río Pegnitz que lo atraviesa.
En Núremberg visitamos el Castillo, algunas de las iglesias importantes, fuimos en busca de sus fotogénicos puentes, comimos las famosas salchichas de Núremberg y mucho más. ¡Fue todo un descubrimiento!
Si quieres saber cómo es Núremberg y qué puedes ver allí ya puedes leer el post:
Día 6: Núremberg – Würzburg (103 km)
Otra de las ciudades que merece la pena visitar en la región de Baviera es Würzburg o Wurzburgo. Se encuentra al noroeste de Núremberg y llegamos hasta allí por la A7.
Este viaje a Baviera fue una sorpresa tras otra. Antes de buscar información sobre esta zona de Alemania, muchas de las ciudades que visitamos ni nos sonaban, y resultaron ser auténticas joyas. Este es el caso de Wurzburgo, una ciudad de la que no sabíamos nada y que nos encantó. Fue una antigua ciudad episcopal, en la que destaca su arquitectura barroca. Y actualmente es una ciudad universitaria, lo que le dota de un gran ambiente juvenil.
Al llegar a Wurzburgo nos encaminamos a la Oficina de Turismo que se encuentra ubicada en la Casa del Halcón (Haus zum Falken), construida en estilo rococó, para preguntar qué podíamos ver.
Nos dirigimos hacia su Puente Antiguo (Alte Mainbrücke), ya que es otra de esas ciudades a orillas de un río, en este caso el Meno. Este puente que lo atraviesa está decorado con las figuras de 12 santos y, a mi me pareció mucho más parecido al de Praga que el de Regensburg. Es costumbre en este puente tomar una copa de vino de Franconia, ya que la ciudad está rodeada de viñedos, y junto al puente hay varios establecimientos que lo venden.
Desde el puente llegamos a la Fortaleza Marienberg, que está ubicada sobre uno de los montes que se encuentran junto a la ciudad. Una vez de vuelta en el centro callejeamos para encontrar la Capilla de María, una joya gótica y la Catedral de San Kilian, que es la cuarta iglesia románica más grande de Alemania. El centro de la ciudad invita al paseo y a descubrir todos sus tesoros patrimoniales, como su pintoresco ayuntamiento, iglesias, plazas y fuentes.
Uno de los monumentos que no te puedes perder en Wurzburg es la Residencia, un encargo de dos príncipes arzobispos que pretendían que rivalizara con el Palacio de Versalles. Este palacio tan impresionante fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco.
Día 7: Núremberg – Playmobil Fun Park (10 km)
Viajando con niños, a la hora de preparar un viaje hay que pensar también en ellos. Así que cuando nos enteramos de que muy cerca de Núremberg (en Zirndorf), se encontraba un parque temático de Playmobil, no dudamos en incluirlo en nuestras visitas. Es lo mismo que hicimos el año que visitamos la Selva Negra, que incluimos la visita al parque temático Europa Park, uno de los mejores en los que hemos estado.
Pasamos un día realmente divertido. Para los niños a los que les gusten los juguetes de Playmobil, como son nuestros hijos, es un auténtico paraíso. Pero no sólo los niños se lo pasaron en grande, también los mayores nos divertimos de lo lindo.
Pudimos subir a bordo del auténtico barco de Playmobil a tamaño natural. Visitamos todas las zonas temáticas, la granja de Playmobil con todos sus animales, el Castillo, la zona del Oeste… Es un parque sin las típicas atracciones, aquí lo que manda es la imaginación. Es como jugar con las construcciones de Playmobil pero a tamaño real.
Estuvimos todo el día en el Playmobil Fun Park y se nos pasó en un suspiro. Tiene zonas exteriores e interiores. Si tienes intención de ir con tus hijos tienes que saber que durante el verano se disfruta mucho más, porque hay muchas atracciones de agua y gran parte de las atracciones exteriores se cierran durante el invierno.
Además, pudimos comprobar que los juguetes de Playmobil de la tienda del parque son mucho más baratos que en España, así que aprovechamos para comprar alguno.
Si vas a ir en temporada alta, te recomiendo reservar previamente tu entrada. Puedes hacerlo desde aquí:
Día 8: Núremberg – Múnich (München) (170 km)
Nuestro último de estancia en Núremberg lo destinamos a recorrer lo que nos faltaba de la ciudad.
Ya por la tarde nos trasladamos a Múnich o München, en alemán, que sería nuestra base de operaciones para conocer el sur de Baviera. Así que tomamos la autopista A9 hacia el sur y llegamos en unas dos horas.
Elegir Múnich como base de operaciones durante estos días fue un gran acierto, porque desde allí se pueden realizar un montón de excursiones a lugares cercanos. Si no dispones de coche, hecha un vistazo a estas excursiones:
🛏 NUESTRA RECOMENDACIÓN DE ALOJAMIENTO EN MÚNICH
El alojamiento elegido en Múnich para esa semana fue el Novotel Suites München Parkstadt Schwabing . Nos alojamos en una Suite con 1 cama doble, 1 sofá cama y 1 cama supletoria. Tenía un baño con bañera y ducha separada. Es uno de los mejores Novoteles en los que hemos estado hasta ahora.
La habitación disponía de una pequeña cocina, que nos vino muy bien para las cenas. El desayuno lo tomábamos en el comedor del hotel, ya que en los hoteles de esta cadena los desayunos de los niños son gratis y compensa bastante. Era un desayuno buffet muy completo. Estuvimos muy a gusto allí, el hotel era bastante céntrico y también disponía de parking.
Día 9: Múnich – Salzburgo (144 km)
Ese día nos trasladamos hasta Austria, aprovechando que Múnich se encuentra muy cerca de la frontera con este país. Durante nuestro viaje a Baviera y Tirol hicimos dos excursiones al Tirol austriaco y en esta ocasión fuimos a conocer Salzburgo, la ciudad de Mozart.
Tomamos la autopista A8 y antes de llegar a la frontera con Austria paramos en un área de servicio para comprar la viñeta. Una pegatina obligatoria para poder circular por las autopistas y autovías austriacas. Compramos la de 10 días, que es el mínimo, aunque sólo íbamos a circular por ellas dos días.
Después de soportar un atasco monumental a la salida de Múnich, cosa que se convirtió en habitual, llegamos a las puertas de Salzburgo. Durante los meses de verano Salzburgo recibe a una gran cantidad de visitantes, por lo que las zonas de aparcamiento en la ciudad están muy limitadas. Como ya nos habíamos informado previamente sobre ello, dejamos el coche aparcado en uno de los parkings P+R (Park & Ride), concretamente el P+R Süd, situado a las afueras de la ciudad y que conecta con el centro a través de un autobús. Hay un ticket combinado por 15€ que te permite aparcar y utilizar el servicio público de transporte durante todo un día, para un máximo de 5 personas. Aquí tienes toda la información sobre el servicio Park & Ride.
Si no te apetece ir a Salzburgo por tu cuenta, tienes una excursión desde Múnich en tren y así te olvidarás del estrés de los atascos. Echa un vistazo aquí:
Durante todo el día recorrimos el centro histórico de Salzburgo, que estaba muy animado, ya que el Festival de Salzburgo se celebra en verano y atrae a miles de personas.
Ya puedes leer el post que le dedicamos, para saber todo lo que vimos, y lo que no te puedes perder en un viaje a Salzburgo:
Durante otra visita a Salzburgo aprovechamos para conocer sus alrededores, esta zona está llena de sorpresas, descúbrelas en este post:
Día 10: Múnich – Füssen- Castillo de Neuschwanstein (109 km)
Llegó el día de ir a conocer el Castillo del Rey Loco, que tantas veces habíamos visto en fotos.
Para poder visitar este castillo tuvimos que llegar hasta la localidad de Hohenschwangau, que se encuentra al pie de la montaña en la que se ubica el castillo.
Después de una larga cola, compramos las entradas para el Castillo de Neuschwanstein en el Ticketcenter. Como nos dieron hora para visitarlo después de comer, aprovechamos la mañana para ir a conocer Füssen.
Füssen es una pequeña ciudad que se encuentra al pie de los Alpes. Se encuentra vigilada por su Castillo Episcopal y es muy agradable para pasear por ella. Comimos allí y después de comer nos encaminamos a visitar el castillo de cuento de hadas.
Si quieres saber cómo es el castillo, cómo obtener las entradas y cómo llegar hasta él, ya puedes leer nuestro post:
Día 11: Múnich – Innsbruck – Hall in Tirol
Teniendo la frontera con Austria tan cerca volvimos a hacer otra excursión a dos localidades más de este país, aprovechando la viñeta que habíamos comprado.
Innsbruck, la capital del Tirol, se encuentra a unos 150 km al sur de Múnich. Aunque hay varias alternativas para llegar, escogimos la que va por las autopistas A8 y A12 que es la más rápida. Los paisajes que se ven cuando vas llegando al Tirol son realmente espectaculares.
Innsbruck es una ciudad rodeada de montañas por todos los lados, y eso es parte de su encanto. Recorrimos la ciudad desde su calle principal, la animada Maria-Theresien Strasse con su Arco de Triunfo y su Columna de Santa Ana. Durante el recorrido pudimos ver unas cuantas casas barrocas con pinturas, que también se pueden ver en la Friedich Strasse.
Llegamos al centro neurálgico de Innsbruck en el que nos encontramos con su famoso Tejadillo de Oro y su antiguo Ayuntamiento con la Torre de la Ciudad o Stadtturm y la Capilla Imperial.
El Patrimonio de Innsbruck es para disfrutarlo despacio, paseando por esta ciudad que se encuentra a orillas de los ríos Inn y Sill. Como se encuentra tan cerca de las montañas puedes alternar la visita a la ciudad con la subida en teleférico al Nordkette.
Si quieres saber todas las cosas que se pueden hacer en Innsbruck con niños, ya puedes leer nuestras recomendaciones aquí:
Tras la visita a Innsbruck nos acercamos a conocer un pueblecito cercano llamado Hall in Tirol. Tiene un casco medieval con callejuelas que convergen en la Oberer Platz en la que se encuentra el Ayuntamiento, la Capilla de Santa Magdalena y la Iglesia de San Nicolás, en la que pudimos admirar sus frescos. Una de las visitas más recomendables en Hall in Tirol es la de la Casa de la Moneda, que fue creada por el archiduque Segismundo.
Día 12: Múnich
Este día nos quedamos en Múnich para conocer la ciudad. Teníamos muchas ganas de conocer la que es la tercera ciudad más importante de Alemania y, muy conocida porque allí se celebra el Oktoberfest, la gran fiesta de la cerveza alemana. Es bastante más grande que Núremberg, le dedicamos dos días completos y aun así nos quedaron cosas por ver.
Pasamos prácticamente toda la mañana visitando la Residenz, la residencia oficial de los reyes de Baviera que, además, es el palacio urbano más grande de Alemania. Ahora se ha convertido en un museo, un complejo enorme en el que vas pasando de una sala a otra con la ayuda de una audioguía en español. Entre todos los lugares que ver en este palacio, destaca el Antiquarium renacentista, el tesoro de los Wittelsbach y el Teatro Cuvilliés de estilo Rococó.
A continuación nos fuimos a comer a la cervecería Zum Augustiner, que pertenece a la empresa cervecera más antigua de Múnich, y que se encuentra en una calle peatonal muy cerca de la catedral. En 1328 la cerveza Augustiner comenzó a elaborarse en el monasterio de los frailes Agustinos, que se encontraba cerca de la Catedral de Múnich, y continuó elaborándose durante unos 500 años. El restaurante de esa cervecería es enorme, con 6 salas a cada cual más bonita. Sólo por verlo merece la pena ir allí. La comida es la típica de Baviera, en la que destaca la carne de cerdo, lo mejor el codillo asado y las salchichas, que suelen llevar como acompañamiento unas bolas de patata cocida y especias o ensalada y, de postre, nada mejor que un apple strudel.
Por la tarde recorrimos el centro histórico, comenzando por la Marienplatz que es la plaza más importante del centro histórico, y que siempre está abarrotada. Allí se encuentra el Antiguo Ayuntamiento y el impresionante Nuevo Ayuntamiento Neogótico. Visitamos la Catedral, recorrimos las calles y plazas del centro, como la Odeonsplatz, con sus dos leones que se han convertido en símbolos de la buena suerte y todo el mundo acude a tocarles.
Día 13: Múnich – Mittenwald (105 km) – Obberamergau (35 km)
Habíamos oído hablar de unos pueblos de Baviera preciosos que tenían sus casas decoradas con dibujos, así que nos fuimos a visitarlos.
Comenzamos por Mittenwald, un pueblo de cuento que se encuentra a algo más de 100 km al sur de Múnich, muy cerca ya de la frontera con Austria. Tomamos la A95 y media hora antes de llegar salimos de la autopista y tomamos la B2, una pequeña carretera que nos fue introduciendo por paisajes de postal, con lagos salpicados aquí y allá y unas impresionantes montañas de fondo.
Mittenwald nos cautivó con el ambiente de paz que se respira allí, es un pueblo más pequeño que el cercano y más conocido Obberamergau. Nos pareció mucho más auténtico y, aunque tiene un tamaño reducido, pasamos allí la mañana contemplando sus casas decoradas, en perfecto estado de conservación.
Si quieres saber cómo es este bonito pueblo, conocido también por sus violines, ya puedes leer nuestro post:
Después de comer en el Gasthof Post, el restaurante del Post Hotel, que se encuentra en un edificio de 400 años y cuya comida es muy recomendable, nos acercamos a conocer Obberamergau. De camino comenzó a llover, de una forma tal, que tuvimos que parar en el primer camino que encontramos porque era imposible ver nada. Pocas veces habíamos visto llover de esa forma.
Cuando comenzó a amainar un poco nos dirigimos a Obberamergau. Es un pueblo más grande que Mittenwald, con sus casas decoradas de la misma forma, y con un montón de tiendas de souvenirs. Se nota que es mucho más turístico. La visita tuvimos que hacerla muy rápido porque no paraba de llover, así que en poco tiempo tuvimos que regresar a Múnich.
Día 14: Múnich
Nuestro último día de estancia en Múnich visitamos lo que nos faltaba por ver. Paseamos por el Jardín Inglés de Múnich o Englischer Garten, una enorme zona verde en medio de la ciudad con casi 80 km de caminos. Este jardín está lleno de sorpresas como una Pagoda china de 35 metros de altura, una Casa de Té japonesa, un pequeño templo griego o un canal artificial llamado Eisbach, que en alemán quiere decir arroyo helado, ya que en invierno suele helarse. En este canal puedes ver las habilidades de los surferos que acuden allí y, si te atreves, probar tu también a surfear en una ola artificial de 1 metro de altura.
Comimos en la Cervecería Hofbräuhaus München, una de las cervecerías más famosas de Múnich que data del siglo XVI. Siempre está abarrotada por lo que es mejor ir temprano para poder encontrar mesa. Nos llamaron la atención las bonitas pinturas de sus techos. Si no vas a comer aquí y sólo quieres tomar una cerveza, ten en cuenta que hasta la cerveza más pequeña aquí es enorme.
Continuamos nuestro recorrido por el centro de Múnich y pasamos por las tres puertas de entrada que aún se conservan desde la Edad Media. Continuamos conociendo plazas que no habíamos visto aún, como la Königsplatz, en la que se encuentran varios museos.
Fuimos a visitar el Schloss Nymphenburg que se encuentra a las afueras, al oeste de Múnich. Es un bonito palacio de estilo barroco, que fue residencia de verano de los reyes de Baviera, y tiene unos jardines impresionantes.
Con esta última visita finalizó nuestro viaje a Baviera y Tirol.
Nos hubiera gustado realizar la visita al campo de concentración de Dachau, pero ya no tuvimos tiempo. Encontramos esta excursión para visitar el campo de concentración y hacer un recorrido en Múnich desde el punto de vista del nazismo y el Tercer Reich, echa un vistazo por si te interesa:
Día 15: Múnich – Madrid – Burgos
Como teníamos guardada la dirección del lugar en el que devolver el coche en el aeropuerto, no tuvimos problemas en llegar. Tras las inspección de rutina nos indicaron que todo estaba correcto, así que nos dirigimos a facturar las maletas. El vuelo salió puntual de Múnich y en dos horas y media llegamos a Madrid y de allí a Burgos.
Qué comer y beber en un viaje a Baviera y Tirol
Si te gusta la carne este será tu paraíso gastronómico. Lo más típico de Baviera es el codillo de cerdo asado y las salchichas, que en cada lugar son distintas. Las de Núremberg o Nürnberger Rostbratwurst son las más diferentes de todas, son pequeñas, entre 7 y 9 cm y entre sus ingredientes está la mejorana, que es la que le da su sabor tan característico. Tiene denominación de origen y se preparan de la misma forma desde la Edad Media.
Las salchichas típicas de Múnich son las salchichas blancas cocidas, conocidas como Weißwurst, que datan de 1857. Están hechas de carne de ternera muy picada, manteca de cerdo y especias y su color tan claro es porque no las salan.
En Múnich puedes degustar el Leberkäs, una especie de embutido caliente, que normalmente se acompaña con un panecillo, Leberkässemmel.
La mayoría de los platos de carne están acompañados de Knödel, una especie de albóndigas de puré de patatas, o de Spätzle, que son una forma de pasta. También suelen servir los Spätzle por separado con queso por encima y al horno, en este caso se llaman Käsespätzle.
La comida en Baviera suele acompañarse por Bretzel o Pretzel, que es un típico pan alemán con forma de lazo y que crea adicción.
La comida de Baviera y la del Tirol son muy similares, así que no vas a notar grandes diferencias a la hora de comer en ambas regiones.
En un viaje a Baviera y Tirol no te puedes ir sin probar su bebida más típica: la cerveza. El duque Guillermo IV de Baviera promovió una “ley de pureza” o Reinheitsgebot que fijaba la composición de la cerveza y que aún se sigue manteniendo. La cerveza que más se bebe es la Helles, que es una cerveza de baja fermentación. También encontrarás una cerveza de alta fermentación llamada Weißbier, en la cual el 50% del cereal debe de ser trigo. Las marcas tradicionales de Múnich son: Augustiner, Paulaner, Hofbräu, Löwenbräu, Spatenbräu y Hacker-Pschorr.
Otros lugares que ver en Alemania
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