El Castillo de Neuschwanstein o Schloss Neuschwanstein, en alemán, es conocido como uno de los castillos más bonitos del mundo. Y también es uno de los castillos más visitados de Europa. Lo habrás visto en miles de fotografías, ya que se ha convertido en uno de los símbolos de Alemania.
Fue mandado construir por el rey Luis II de Baviera en 1868. La traducción de su nombre al español es “El nuevo cisne de piedra”, aunque su nombre original era “Nuevo Castillo de Hohenschwangau”, en honor al castillo del padre de Luis II, donde pasó gran parte de su infancia, y que se encuentra a 2 km de él.
Visitamos el Schloss Neuschwanstein o Castillo de Neuschwanstein durante nuestro viaje a Baviera y el Tirol. Era uno de esos sueños viajeros que teníamos desde hace tiempo y, por fin, se hizo realidad.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
- Breve historia del Castillo de Neuschwanstein o Castillo del Rey Loco
- Cómo ir desde Múnich al Castillo de Neuschwanstein
- Cómo comprar las entradas para ver el Castillo de Neuschwanstein
- Cómo llegar al Castillo de Neuschwanstein
- ¿Dónde se obtienen las mejores vistas del Castillo de Neuschwanstein?
- Cómo es la visita al Castillo de Neuschwanstein
- Consejos para visitar el Castillo de Neuschwanstein
- Qué hacer cerca del Castillo de Neuschwanstein
- Organiza tu visita al Castillo de Neuschwanstein
- Qué ver cerca del Castillo de Neuschwanstein
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- Viaje a Baviera y Tirol en coche, durante 15 días
Breve historia del Castillo de Neuschwanstein o Castillo del Rey Loco
Dicen que el Castillo de Neuschwanstein, también llamado el Castillo del Rey Loco, fue el que inspiró a Walt Disney para crear el Castillo de la Bella Durmiente. Y es que hay pocos lugares que se parezcan tanto a las ilustraciones de los cuentos de hadas como el Castillo de Neuschwanstein. Pero su historia real es menos idílica.
El rey Luis II de Baviera nació en 1845 y era hijo del rey Maximiliano II de Baviera y de María de Prusia. Ascendió al trono con 18 años tras la muerte de su padre. Encargó este castillo en 1868, dos años después de que Austria y Baviera fueran conquistadas por Prusia durante la Guerra Austro-Prusiana, la cual despojó a Luis II de gran parte de sus poderes.
Tras la derrota, Luis II fue abandonando las funciones públicas y los asuntos de gobierno. Se retiró a un mundo de fantasía medieval, levantando castillos ambientados en los universos de la mitología medieval y germánica, donde podía vivir sus sueños de ser un verdadero rey soberano.
Impresionado por las obras de Richard Wagner se convirtió en su mecenas. Fruto de esta ayuda, Wagner pudo financiar algunas de sus óperas más célebres, como Parsifal o el ciclo de El anillo del Nibelungo. El Castillo de Neuschwanstein es fiel reflejo de esta relación, ya que fue dedicado por completo a las óperas de Richard Wagner.
Por el abandono de sus funciones como monarca y por la cantidad de dinero gastado en sus lujosos palacios, el gabinete de gobierno con el apoyo de su tío Luitpold, decidió apartar del poder al monarca.
Para conseguir destronarlo decidieron incapacitarlo, para ello se le declaró oficialmente loco y se le consideró como no apto para continuar reinando. Por ello a este castillo se le suele llamar también como Castillo del Rey Loco.
El rey fue apresado en su Castillo de Neuschwanstein, en el que residía para controlar la evolución de las obras, y fue trasladado al Castillo de Berg. Sólo estuvo preso allí durante un día. Al día siguiente de llegar, pidió permiso para dar un paseo por los jardines acompañado por el psiquiatra Johann Bernhard von Gudden; como no regresaban del paseo, se organizó una partida de búsqueda. Por la noche encontraron los cadáveres de ambos flotando en el lago. La explicación oficial fue que Luis II se había suicidado después de asesinar al psiquiatra. Desde entonces permanece la sospecha de que el monarca fue asesinado, siendo éste un misterio que sigue sin resolver.
Luis II no pudo ver el final de Neuschwanstein, ya que su construcción duró siete veces más tiempo del esperado. Murió en 1886, y las torres finales no se terminaron hasta 1892.
A las pocas semanas de su misteriosa muerte, el magnífico castillo se abrió al público para poder costear las obras de construcción, convirtiéndose rápidamente en una de las atracciones más visitadas de la región.
El tímido rey que construyó el castillo para retirarse del mundo, se sorprendería al enterarse de que hoy en día el castillo tiene más de 1,5 millones de visitantes al año. Y en los meses de verano llega a recibir alrededor de 6.000 visitantes al día.
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Cómo ir desde Múnich al Castillo de Neuschwanstein
Para poder visitar este castillo fuimos en el coche que habíamos alquilado desde Múnich hasta la localidad de Hohenschwangau, que pertenece a Schwangau y que se encuentra muy cerca de Füssen. Este pueblo está a 109 km al sur de Múnich (1 h 45 min), casi en la frontera con Austria.
En coche desde Múnich
Por carretera hay varias opciones para llegar desde Múnich. Puedes llegar por la A95; o bien por la A96 y a la altura de Landsberg am Lech tomar la B17 y; por último, por la B2 y a la altura de Peiting tomar la B17.
Por cualquiera de las tres opciones tardarás prácticamente lo mismo, sobre una hora y cuarenta y cinco minutos, y el tomar una u otra dependerá de la situación del tráfico el día que vayas.
Si no quieres estar pendiente de los horarios de trenes y autobuses, ir en coche es la mejor opción. Nosotros alquilamos un coche durante nuestro viaje a Baviera y el Tirol y fue la mejor decisión, ya que nos permitió llegar a zonas a las que es difícil llegar con transporte público. Alquilamos el coche por internet desde España y así nos aseguramos su disponibilidad. Si quieres alquilar un coche para llegar hasta el Castillo de Neuschwanstein, puedes hacerlo desde este enlace:
Reserva tu coche de alquiler para moverte por Alemania
En Hohenschwangau se encuentra la última zona habilitada como aparcamiento, ya que desde aquí no podrás acercarte más al castillo con el coche.
Cuando vayas acercándote a Hohenschwangau comenzarás a tener las primeras vistas del Castillo de Neuschwanstein a lo lejos.
En tren desde Múnich
Si no dispones de coche puedes llegar en tren desde Múnich hasta Füssen. Los trenes salen desde la Estación Central o Hauptbahnhof de Múnich y el viaje dura unas dos horas. Una vez en Füssen tienes que ir hasta Hohenschwangau en autobús, puedes llegar en las líneas 73 y 78, que te dejarán delante del Ticketcenter de Hohenschwangau.
Cómo comprar las entradas para ver el Castillo de Neuschwanstein
Las entradas para visitar el Castillo se compran habitualmente en el Ticketcenter de Hohenschwangau.
En el Ticketcenter puedes adquirir las entradas para el Castillo de Neuschwanstein, y también para visitar el Castillo de Hohenschwangau (que se encuentra a 2 km de Neuschwanstein) y el Museo de los Reyes de Baviera.
El número de entradas disponibles para cada día es limitado, y los días festivos y, sobre todo, los meses de verano los tiempos de espera en la cola aumentan considerablemente.
Las visitas al interior del castillo son guiadas y te dan una hora fija para tu visita.
Una vez que llegues al Ticketcenter de Hohenschwangau tienes tres colas diferentes:
- Roja: para los que han reservado las entradas por internet y para comprar las entradas al Castillo de Hohenschwangau.
- Amarilla: para comprar las entradas al Castillo de Neuschwanstein (sin reserva), para comprar las entradas al Museo de los Reyes de Baviera o para comprar tickets combinados, que incluyen las visitas a los tres monumentos.
- Verde: para entradas de grupos y guías turísticos.
Precios de las entradas al Castillo de Neuschwanstein
- Adultos: 13€
- Menores de 18 años: gratis
- Estudiantes, grupos de más de 15 personas, mayores de 65 años y personas con discapacidad: 12€
Si reservas las entradas tendrás que añadir 1,80€ por entrada individual y para grupos 0,90€ por persona.
Las visitas son en inglés o alemán, pero con el precio de la entrada tienes a tu disposición audioguías en otros idiomas, entre ellos en español.
Aquí puedes ver los precios de todas las entradas.
Cómo comprar las entradas para ver el Castillo de Neuschwanstein o Castillo del Rey Loco sin colas
Si quieres asegurarte la entrada lo que puedes hacer es comprarla por internet. Para comprar la entrada primero tienes que elegir el intervalo de tiempo en el que deseas visitar el castillo. Como hay tanta gente que quiere verlo, no puedes elegir un horario fijo, pero ese intervalo no fluctuará más allá de 15 minutos. Una vez que hayas entrado al castillo puedes estar allí el tiempo que quieras (hasta que cierren, claro).
El día que vayas a realizar la visita, tienes que llevar tu entrada impresa y estar en la taquilla 1,5 horas antes de la visita, para registrarte y recibir los documentos oficiales para entrar al castillo. Te darán también una audioguía, para seguir la visita en español.
Si quieres comprar las entradas online, para asegurarte la entrada al Castillo de Neuschwanstein y evitar las colas, entra a este enlace:
Nosotros no habíamos reservado las entradas al castillo, y menos mal que llegamos muy pronto por la mañana, porque después de aguantar un buen rato en la cola y de pensar que nos íbamos a quedar sin entradas, nos asignaron la visita para la tarde. Así que aprovechamos para conocer la cercana localidad de Füssen, que se encuentra a unos 4 km, comer allí y volver para subir al castillo.
Cuando fuimos a visitar el Castillo de Neuschwanstein no sabíamos que se podían comprar las entradas por internet, si lo llegamos a saber antes no nos hubiéramos arriesgado. Después de llegar hasta allí, lo peor que te puede pasar es que te quedes sin poder entrar, porque no quedan entradas, así que no te arriesgues.
Cómo llegar al Castillo de Neuschwanstein
Una vez con la entrada en tu poder tienes cuatro formas de llegar hasta el Castillo:
A pie
Es posible subir andando hasta el castillo, son 1,5 km de subida con una pendiente considerable. Es una buena opción si quieres combinar la visita al castillo con una ruta de senderismo. Te llevará unos 40 minutos.
En autobús
Hay un autobús que sube hasta el mirador Jugend en el Marienbrücke o Puente de María. Desde allí tienes que caminar unos 500 metros hasta llegar a la entrada del castillo. Te llevará entre 10 o 15 minutos, lo bueno es que el camino es de bajada.
El autobús sale desde el Hotel Müller, tienes que comprar el billete directamente en el mismo autobús. El precio es de 1,80€ la subida, 1€ la bajada y 2,60€ subir y bajar.
No tienen horario fijo, están todo el día subiendo y bajando mientras haya pasajeros.
En coche de caballos
Hay una empresa que te lleva en coche de caballos hasta las proximidades del castillo. Sale del Hotel Müller y desde donde te deja el coche tienes que subir unos 450 metros hasta llegar a la entrada del castillo, lo que te llevará entre 5 o 10 minutos.
Se paga directamente el billete del coche de caballos al cochero. Este servicio no tiene un horario determinado, cuando tiene clientes sube o baja. El precio del viaje de subida es de 6€ por persona y el de bajada 3€. En invierno no suele funcionar.
En bici
Existe un carril bici que se encuentra a unos 100m de la carretera que sube hasta el castillo.
¿Dónde se obtienen las mejores vistas del Castillo de Neuschwanstein?
Hay un lugar desde el que se obtienen las mejores vistas del Castillo de Neuschwanstein, se trata del Mirador Jugend en el Marienbrücke o Puente de María. Si subes en autobús, que es la opción que utilizamos nosotros, éste te deja muy cerca del Marienbrücke o Puente de María. Así que lo que suele hacer todo el mundo es acercarse al puente para sacar fotos del castillo y después ir a la entrada del castillo, que se encuentra a 500 metros de allí en un camino descendente.
Calcula bien el tiempo que vas a estar en el puente porque tu entrada tiene un horario asignado, si llegas cuando ya ha comenzado no te dejarán entrar.
El Puente de María (que es más antiguo que el castillo) se encuentra en un lugar espectacular, atravesando una brecha de casi 100 metros de profundidad, sobre una cascada de 45 metros, en el Desfiladero de Pöllat. No lleva el nombre de la Virgen María, como algunos piensan, sino de la madre del rey Luis. Fue mandado construir por el Rey Maximiliano en 1850, como regalo para su esposa María, que era gran aficionada a la escalada.
Las vistas desde aquí son impresionantes, enfrente tienes el castillo construido encima de una roca, que parece mantenerse en equilibrio sobre ella, por detrás de él un lago y debajo de tus pies un abismo con una cascada. ¡No puede ser más bonito!
Nos sorprendió lo estrecho que es el puente y lo abarrotado de turistas que puede llegar a estar. Se nota algo el movimiento del puente cuando estás en él y no hay ningún control sobre el número máximo de personas que pueden estar en el puente a la vez, lo que llega a ser algo agobiante. Cuando hay tanta gente es muy difícil llegar al centro para tener buenas vistas del castillo y poder hacer bien las fotos. Si tienes vértigo ni te acerques.
Cómo es la visita al Castillo de Neuschwanstein
Una vez que llegues a las puertas del castillo verás que hay unas pantallas en las que informan el número del grupo y la hora de la visita que toca a continuación.
Mientras esperas puedes ver uno de los patios desde una verja y la zona de la entrada, que tiene una terraza.
Al entrar te darán la audioguía en el idioma que hayas elegido.
La visita al interior dura una media hora. Hay quien dice que la visita al interior no merece la pena, a nosotros nos encantó.
No se pueden hacer fotos salvo en la cocina y los patios. Así que Shutterstock nos ha cedido algunas fotos del interior.
La visita comienza por el espectacular Salón del Trono y va recorriendo todas las estancias, el comedor, los aposentos del rey con pinturas que aluden a la leyenda de Tristán e Isolda. La capilla, en la que siempre hay ramos de flores, enviados por admiradores del rey. La sala de estar con el rincón de lectura del monarca denominado el “Rincón del Cisne”. A continuación, el recorrido sigue por la gruta que se hizo construir con estalactitas y una cascada. Y desde aquí se pasa al jardín de invierno.
La ruta continúa por el despacho de Luis II, decorado con personajes de leyenda de las obras de Wagner y de aquí a la Sala de los Cantores, un salón de fiestas que es lo más espectacular del castillo.
La visita termina en la cocina, que disponía de agua corriente tanto fría como caliente con grifos en forma de cisne, que era el animal favorito de Luis II.
El castillo, aunque se inspiró en la arquitectura de la Edad Media, contaba con los últimos avances tecnológicos del momento. Agua corriente en todo el castillo, un sistema de timbres eléctricos para los sirvientes, teléfono, calefacción central de aire caliente…
Tod el mundo coincide al opinar que es uno de los castillos más bonitos de Europa. Aquí te mostramos la selección de los que más nos han gustado a nosotros.
25 Castillos de Europa tan bonitos ¡Que tienes que conocerlos ya!
Consejos para visitar el Castillo de Neuschwanstein
- Todas las zonas de aparcamiento de Hohenschwangau son de pago. Hay cuatro parkings de P1 a P4. No permiten aparcar de 8 de la noche a 8 de la mañana. El precio de los aparcamientos por día es de 6€ para los coches, 8,50€ para las caravanas y 2€ para motos.
- Si estás en Múnich y no dispones de coche para llegar al Castillo de Neuschwanstein una buena opción es reservar una excursión de un día al Castillo de Neuschwanstein en autobús, con guía español desde Múnich. La visita incluye parada en el Palacio de Linderhof, otro de los palacios de Luis II, y visita a Oberammergau, un pueblo famoso por sus casas decoradas, muy parecido a Mittenwald, que se encuentra muy cerca y que nosotros visitamos.
Excursión de un día a Neuschwanstein desde Múnich
- En temporada alta el castillo está repleto de grupos de turistas y de viajeros que llegan por su cuenta. Si quieres verlo con menos gente reserva a última hora de la tarde porque los grupos de turistas suelen llegar por la mañana y por la tarde suelen salir pronto a su siguiente destino.
- Compra tu billete para el tour del castillo antes de hacer cualquier otra cosa, ya que suele haber bastante tiempo de espera en las taquillas.
- Como no sabes qué hora te van a asignar para la visita, planea el resto del día cuando ya sepas el horario.
- No subestimes el tiempo que te llevará el viaje hasta el castillo, aunque vayas en autobús, en temporada alta puede estar muy lleno y quizá tengas que esperar bastante para poder subir. Desde que te deja el autobús hasta la puerta del castillo puede que esté más lejos de lo que crees.
- Hay cientos de escalones en el interior del castillo y no hay ascensores a disposición del público en general, por lo que los visitantes discapacitados deben concertar visitas con la taquilla con antelación.
- Puedes hacer lo mismo que nosotros, subir en autobús y bajar hasta el pueblo andando, es una caminata por medio del bosque muy agradable.
Qué hacer cerca del Castillo de Neuschwanstein
Contemplar el Castillo de Neuschwanstein desde el Marinbrüke
No dudes en visitar el Marinbrüke o Puente de María para obtener las mejores fotos. Pero ten en cuenta que en invierno suele estar cerrado por el mal tiempo.
Visitar el Castillo de Hohenschwangau
Visita el vecino Castillo de Hohenschwangau, menos famoso (y por lo tanto menos frecuentado). El rey Luis sólo vivió en Neuschwanstein durante menos de seis meses y en el Castillo de Hohenschwangau, la residencia de sus padres, fue donde creció.
Pasear junto al lago Alpsee
Acércate hacia el Alpsee, el pequeño lago que se encuentra al sur de los dos castillos. Puedes dar un paseo por la orilla del lago en el que tendrás unas vistas preciosas del agua y los edificios históricos.
Senderismo por los alrededores del Castillo de Neuschwanstein
Puedes subir a pie a las colinas o montañas por alguno de los senderos señalizados. Pide un mapa de los senderos en la oficina de turismo local o en alguna de las tiendas. Disfrutarás de unas vistas increíbles de los castillos y del paisaje montañoso circundante desde arriba.
Visita Füssen
Visita el precioso pueblo de Füssen con su ambiente medieval, allí puedes visitar el Castillo Alto de Füssen o Hohes Schloss, la residencia de los obispos de Augsburgo, uno de los castillos medievales mejor conservados de Baviera; y el Monasterio de St. Mang, fundado por los monjes benedictinos de Augsburgo en el siglo XI.
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Qué ver cerca del Castillo de Neuschwanstein
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