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La ruta del Cid en Burgos, tras las huellas del héroe

La ruta del Cid en Burgos

[Actualizado en 2024] Aprovechando que la serie «El Cid» de Amazon Prime Video ha traído a la actualidad la figura del Cid Campeador, queremos que lo descubras a través de esta ruta del Cid por su tierra natal.

Como burgaleses, no podíamos dejar pasar la oportunidad de enseñarte esta ruta del Cid en Burgos, que nos parece tan interesante.

Así que te vamos a mostrar un recorrido completo por todos los lugares de la ciudad de Burgos y sus alrededores, que guardan algún recuerdo de la memoria de este personaje histórico o donde se desarrollaron algunos de los episodios más importantes de su vida.

Quién fue El Cid Campeador

Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, es el héroe burgalés por antonomasia, símbolo de los valores caballerescos medievales, de una época en la que se vivía con el azadón en una mano y con la espada en la otra.

Rodrigo nació en torno al año 1043 en Vivar del Cid, un pueblecito muy cercano a Burgos, del cual era señor su padre, Diego Laínez. Desde pequeño entró en la corte del rey Fernando I, primer rey de Castilla, donde se ganó la confianza del futuro rey Sancho II El Fuerte.

A la muerte de Fernando I, Sancho y sus hermanos heredan cada uno una parte del reino de su padre: Sancho será rey de Castilla, Alfonso rey de León, García rey de Galicia, Urraca señora de Zamora y Elvira señora de Toro.

Cartel El Cid Amazon Prime Video
Cartel de la serie El Cid de Amazon Prime Video

Comienza así un período de guerras entre los hermanos, en los que el Cid tiene bastante protagonismo como portaestandarte de Sancho (un cargo de absoluta confianza), que finaliza cuando Sancho II consigue hacerse con el poder de todos los territorios de su padre.

Por motivos que no están claros, Sancho II muere durante el sitio de la ciudad de Zamora, pasando Alfonso VI a ser rey de todos los territorios sobre los que anteriormente reinó su padre.

El Cid pasa a ser vasallo de Alfonso VI, pero su relación no será demasiado buena. El rey lo destierra por primera vez cuando el Cid ataca con sus mesnadas, y sin autorización real, las tierras musulmanas colindantes con el reino.

Obtenido el perdón real, vuelve a ser desterrado tras enfrentarse al rey. A partir de entonces, comienza una vida de mercenario con su propio ejército, dirigiéndose hacia Levante, donde conquista la ciudad de Valencia, de la que se convirtió en su Señor.

Allí murió el 10 el julio (o el 29 de mayo, según otras fuentes) del año 1099, cinco días antes de la toma de Jerusalén por los cruzados. Sus restos fueron trasladados a Burgos para ser enterrado en el Monasterio de San Pedro de Cardeña, aunque actualmente reposan en el crucero de la Catedral de Burgos.

Esta sería su biografía real, que se entremezcla con otros episodios, algunos reales y otros menos, recogidos en el Poema o Cantar del Mío Cid, el Chronicon Mundi, la Primera Crónica General, la Leyenda de Cardeña, la Historia Roderici o las Mocedades del Cid.

Lo que sí es cierto es que Rodrigo Díaz era conocido como Cid Campeador. La palabra Cid deriva de la musulmana sidi, que quiere decir señor, por lo que era una forma respetuosa de tratamiento. Campeador procede del latín campidoctor, sabio en el campo de batalla, y era un sobrenombre por sus habilidades guerreras y por no haber perdido nunca ninguna de las 72 batallas en las que participó.

Mapa de la ruta del Cid en Burgos

Mapa de la Ruta del Cid

La Ruta del Cid en Burgos

Si vienes a Burgos y quieres seguir los pasos del Cid en nuestra ciudad, aquí tienes los lugares imprescindibles de esta ruta.

Y si quieres conocer otros lugares menos conocidos de Burgos, entra a este post:

La Estatua del Cid en la Plaza de Mío Cid

Qué mejor lugar para iniciar esta ruta del Cid que la Plaza de Mío Cid, en pleno corazón de Burgos, donde se encuentra la impresionante escultura ecuestre del héroe burgalés, con su espada apuntando hacia Valencia, punto final del camino que tomó al ser desterrado.

La escultura es obra del escultor Juan Cristóbal, quien la esculpió en bronce en 1955. En el pedestal de la escultura, obra del arquitecto Fernando Chueca, se pueden leer dos pequeños fragmentos de crónicas escritas tras la muerte del Cid.

El del lado izquierdo de la estatua dice: “Año 1099: En España, dentro en Valencia, murió el Conde Rodrigo Díaz. Su muerte causó el más grave duelo en la cristiandad y gozo grande entre sus enemigos”, y pertenece al Cronicón de los monjes de Poitou. El del derecho, lo escribió el cronista árabe Ibn Bassán, y dice así: “El Campeador, llevando consigo siempre la victoria, fue por su nunca fallida clarividencia, por la prudente firmeza de su carácter y por su heroica bravura, un milagro de los grandes milagros del Creador”.

Estatua del Cid Campeador en Burgos
Estatua del Cid Campeador

Como curiosidad te comentaré que, además de ésta, en el mundo hay otras seis esculturas ecuestres del Cid. Están en Sevilla, Valencia, Buenos Aires, San Francisco, San Diego y Nueva York, y todas son iguales entre sí y obra de la escultora Anna Hyatt Huntington, salvo esta de Burgos, que es completamente diferente a las demás.

Las estatuas de los amigos y familiares del Cid en el Puente de San Pablo

Siguiendo la dirección marcada por la estatua del Cid te dirigirás al puente de San Pablo que salva el cauce del río Arlanzón.

En sus balconcillos hay ocho magníficas esculturas talladas en granito por los hermanos Amador y Joaquín Lucarini, que representan a los parientes y amigos del Cid que tuvieron un papel más destacado en la vida del héroe.

NO TE PIERDAS ESTE DETALLE

Si te fijas, verás en que en tres de las cuatro esquinas del Puente de San Pablo, las farolas tienen en su parte superior una escultura que representa a una corneja.
Este detalle es otro recuerdo más de la figura del Cid Campeador, y viene a cuento de que cuando se narra el destierro en el Cantar de Mío Cid, dice: «a la salida de Vivar tuvieron la corneja a la derecha», lo que en aquella época se consideraba símbolo de buen augurio.
El hecho de que falte una farola con una corneja, es sólo porque algún inculto lo desconocía cuando se urbanizaron los exteriores del Museo de la Evolución Humana y la retiraron sin más.

A tu derecha queda primero la escultura de Doña Jimena, esposa del Cid y prima del rey Sancho II, acompañada de dos palomas en alusión a las hijas del Cid, Cristina y María (no Elvira y Sol, como dice el Cantar de Mío Cid).

A San Sisebuto, abad del Monasterio de San Pedro de Cardeña, y persona a quien Rodrigo confió a su mujer e hijas cuando fue desterrado.

A Ben Galbón, señor de Molina de Aragón y amigo del Cid, que escoltó a Doña Jimena y sus hijas cuando se trasladaron a Valencia tras su toma por El Cid.

Y al obispo Jerónimo de Périgord, clérigo cluniacense que fue el primer obispo de Valencia, en premio por haber acompañado al Cid en su destierro.

Estatua de Doña Jimena
Estatua de Doña Jimena

A tu izquierda, verás en primer lugar a Diego Rodríguez, el único hijo varón del Cid, que murió en 1097 en la batalla de Consuegra.

A Martín Antolínez, amigo del Campeador que le acompañó en su destierro.

A Martín Muñoz, conde de Coimbra y de Montemayor y general de los ejércitos cidianos.

Y a Álvar Fáñez, gobernador de Toledo, sobrino del Cid y hombre de su máxima confianza.

NUESTRA RECOMENDACIÓN PARA DORMIR EN BURGOS

Si realmente quieres darte un capricho a la altura de la ruta del Cid, nuestra recomendación es que te alojes en el Hotel Landa, un alojamiento sensacional situado a las afueras de la ciudad, que es todo un referente en Burgos. Cuenta con una de las mejores cocinas de la ciudad y tiene una piscina climatizada de estilo gótico. Es inconfundible por el torreón medieval que hay en sus jardines.
Si no quieres salir de la ciudad, nuestra recomendación es el AC Hotel Burgos, un establecimiento situado en pleno centro de Burgos, al lado de la Ruta del Cid.

El Museo de Burgos

La ruta del Cid pasa junto al Museo de la Evolución Humana para dirigirse a la calle Miranda, donde podrás acceder al Museo de Burgos, que ocupa lo que fueron las Casas de Miranda, Íñigo Angulo y Melgosa.

Es un excepcional museo, desgraciadamente poco visitado, que resulta fundamental para comprender el arte e historia de Burgos. Recoge importantísimas piezas arqueológicas e históricas de todo el pasado de Burgos, desde el Paleolítico de Atapuerca, así como una completa colección de obras de arte.

Museo de Burgos
Museo de Burgos

La Espada Tizona

En este museo podrás ver la auténtica espada Tizona, una de las espadas propiedad del Cid, junto con la llamada Colada.

Es una espada 93 centímetros de longitud, con una hoja de 4,5 centímetros de anchura, forjada en acero de Damasco del siglo XI, según un estudio realizado de la Universidad Complutense de Madrid.

La espada tiene una acanaladura en cada lado de la hoja, con sendas inscripciones que dicen: “IO SOI TISONA FUE FECHA EN LA ERA DE MILE QUARENTA” y “AVE MARIA GRATIA PLENA DOMINUS MECUM”.

Tizona del Cid
Tizona del Cid

Aunque hay mucha controversia sobre si es la espada auténtica o no, su historia dice que pasó de manos del rey Fernando El Católico a los Marqueses de Falces, en agradecimiento por sus servicios en la incorporación de Navarra al Reino de España. Éstos la cedieron durante un tiempo al Museo del Ejército de Madrid, donde estuvo expuesta hasta que finalmente fue adquirida por la Junta de Castilla y León, quien la declaró Bien de Interés Cultural en 2002.

La Glera del Arlanzón en el Paseo del Espoloncillo

El siguiente punto en esta ruta del Cid es el Paseo del Espoloncillo, situado en la margen izquierda del río Arlanzón, justo enfrente del Paseo del Espolón. Desde aquí hay una de las vistas más bonitas de Burgos, con el Arco de Santa María y la Catedral de fondo.

En medio del paseo, e incorporado al malecón del río, hay un monolito con un castillo en su parte superior. El monumento indica que es punto de paso de la ruta del Cid, ya que fue aquí donde el guerrero burgalés pasó la primera noche de su destierro, acampado a orillas del río.

Glera del Arlanzón
Glera del Arlanzón

A ambos lados del monolito, hay sendas inscripciones del Cantar de Mío Cid, que recogen parte de este pasaje.

El Arco de Santa María

Desde el Paseo del Espoloncillo se divisa perfectamente el Arco de Santa María, tu próximo destino en la ruta del Cid. Fue construido sobre la antigua puerta principal de la muralla que rodeaba la ciudad de Burgos.

Arco de Santa María, Burgos
Arco de Santa María

Declarado Bien de Interés Cultural desde 1943, fue construido en 1553 por los arquitectos Juan de Vallejo y Francisco de Colonia, con objeto de que la ciudad demostrase así su fidelidad al emperador Carlos V tras la Guerra de las Comunidades de Castilla.

El Arco de Santa María es uno de los monumentos más destacados del Renacimiento en la ciudad de Burgos, descubre aquí el resto:

La Estatua del Cid

En su portada principal verás seis esculturas, obra del artista Ochoa Arteaga. Estas esculturas representan a seis personajes ilustres de la ciudad de Burgos, siendo la del Cid, la de la parte superior derecha. Esta escultura es además la estatua más antigua que se conoce del Cid.

Detalle del Arco de Santa María en Burgos
Estatuas del Arco de Santa María

El total de las esculturas corresponden, de izquierda a derecha y de arriba abajo, a Fernán González, primer conde independiente de Castilla; al emperador Carlos V; al Cid; al juez Nuño Rasura; a Diego Porcelos, fundador de Burgos en el año 884; y al juez Laín Calvo.

El Poema de Mío Cid

El arco es visitable y fue la antigua sede del Ayuntamiento de Burgos, que se reunía en Pleno en la conocida como Sala de Poridad (Secreto). Esta sala es hoy un pequeño museo cidiano en el que podrás observar una edición en facsímil del Poema de Mío Cid, conmemorativa del MC aniversario (1984) de la fundación de la ciudad de Burgos.

El único ejemplar del Poema de Mío Cid que se conoce, está en la Biblioteca Nacional de Madrid y se puede consultar en la Biblioteca Digital Hispánica y en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Sus últimos propietarios fueron la familia Pidal (a la cual pertenecía Pedro Pidal, el promotor de la fundación del Parque Nacional de Picos de Europa), quienes lo vendieron a la Fundación Juan March, que a su vez lo donó al Ministerio de Cultura.

El Hueso del Cid

En esta misma sala está un hueso del Cid muy bien conservado, junto con un documento que certifica su autenticidad.

Se trata del hueso radio del brazo izquierdo, donado en 1930 al Ayuntamiento de Burgos por Pedro Sangro y Ros de Olano, IV marqués de Guad-el-Jelú.

El Cuadro del Cid

Para finalizar, también verás en la sala un cuadro del Cid y de Doña Jimena en actitud romántica, pintado en 1934 por el pintor burgalés Marceliano Santa María, el pintor de Castilla.

Si estás interesado en la obra de este pintor, en el Monasterio de San Juan podrás visitar una exposición monográfica de sus mejores obras.

El Ayuntamiento de Burgos

Tienes que desviarte ahora hasta la Plaza Mayor, para llegar frente a la Casa Consistorial que es la sede del Ayuntamiento de Burgos.

Cuadro del Cid de Marceliano Santa María
Cuadro del Cid de Marceliano Santa María

Presidiendo su escalera principal que lleva hasta el Salón de Plenos, hay un cuadro del Cid que, en mi opinión, es el mejor y el más evocador de su figura, que hace que merezca la pena este pequeño desvió en la ruta del Cid para contemplarlo.

Es un cuadro de grandes dimensiones titulado “Se va ensanchando Castilla” y, es también obra del pintor Marceliano Santa María.

La Catedral de Burgos

La Catedral de Burgos, obra cumbre del arte gótico español, es la siguiente cita con la historia en esta ruta cidiana.

Catedral de Burgos
Catedral de Burgos

Si quieres mas información sobre este monumento Patrimonio de la Humanidad, ya puedes leer estos posts:

El Sepulcro del Cid y de Doña Jimena

La primera parada dentro del templo corresponde al Crucero, bajo cuyo cimborrio se encuentra el Sepulcro del Cid y de Doña Jimena. El epitafio fue escrito en latín en 1921 por Ramón Menéndez Pidal y su traducción dice: “Rodrigo Díaz, Campeador muerto en Valencia el año 1099. A todos alcanza honra por el que en buen ahora nació. Jimena, su esposa, hija de Diego, conde de Oviedo, nacida de estirpe real”.

Sepulcro del Cid y de doña Jimena en la Catedral de Burgos
Sepulcro del Cid y de doña Jimena en la Catedral de Burgos

Desde que el Cid falleciese el año 1099, sus restos mortales han cambiado muchas veces de ubicación. Hasta 1102 estuvieron en la Catedral de Valencia, de donde fueron exhumados por su esposa cuando la ciudad iba a caer en manos musulmanas.

De allí fueron traídos por Doña Jimena al Monasterio de San Pedro de Cardeña de Burgos, donde con el paso de los años fueron reubicados varias veces, pasando por el atrio del monasterio, la capilla mayor, la sacristía, un lateral de la abadía y finalmente la capilla de San Sisebuto.

Durante la Guerra de la Independencia, los restos del matrimonio fueron expoliados por las tropas napoleónicas y devueltos en 1809 a la ciudad de Burgos por el General Thiebault, como gesto para congraciarse con ella. Para evitar nuevos expolios, se decidió su traslado al Paseo del Espolón, donde se construyó un mausoleo que hoy no se conserva. Allí estuvieron hasta 1842, cuando se trasladaron a la capilla de la Casa Consistorial.

Finalmente, en 1921 fueron exhumados por última vez, para ser llevados a su actual ubicación en el Crucero de la Catedral, bajo el Cimborrio.

Cimborrio de la Catedral de Burgos
Cimborrio de la Catedral de Burgos

Se sabe que después del expolio francés, no todos los huesos volvieron a Burgos y que muchos de ellos acabaron en manos privadas. De hecho, en el alemán Castillo de Hohenzollern Sigmaringen, existe una tumba que contuvo algunos de los restos del Cid hasta 1882, año en que fueron devueltos a España.

Hace un tiempo visitamos este precioso castillo alemán, si quieres saber cómo es, entra en este enlace:

La Carta de Arras del Cid

Uno de los documentos más importantes que se custodian en la Catedral y que también podrás ver, es la Carta de Arras redactada al casarse el Cid y Doña Jimena en 1074.

En ella se especifican todos los bienes cedidos por el Cid a su esposa en concepto de arras (una especie de garantía matrimonial), y que fueron, tres villas, un monasterio y la mitad de treinta y cuatro aldeas.

El Cofre del Cid

Según el Cantar de Mío Cid, al partir Rodrigo al destierro, necesitaba un dinero del que no disponía para mantener a sus mesnadas. Dice la leyenda que los judíos Raquel y Vidas le entregaron la cantidad necesaria, quedándose como aval un cofre lleno de monedas de oro, que el Cid les prohibió abrir hasta su regreso.

El engaño de Rodrigo consistió en que el cofre no contenía monedas de oro, sino arena. Está claro que los judíos no cayeron en la cuenta de que, si estuviese realmente lleno de oro, el cofre tenía que haber pesado unas diez veces más.

Cofre del Cid en la Catedral de Burgos
Cofre del Cid en la Catedral de Burgos

Pues bien, en la Capilla del Corpus Christi de la Catedral, podrás contemplar el arcón con el que supuestamente se llevó a cabo el engaño.

El último cuadro del Cid

En el Claustro de la Catedral podrás contemplar el cuadro más moderno del Cid en Burgos, pero que no por ello pierde su aire de héroe medieval. Es un Cid en plena juventud, de pie junto a Babieca, con el Burgos nevado del siglo XI como telón de fondo.

Cuadro del Cid de Cándido Pérez
Cuadro del Cid de Cándido Pérez

El cuadro es obra del pintor Cándido Pérez, y fue pintado con motivo de la exposición que se celebró en 2007 para conmemorar el VIII Centenario del Cantar de Mío Cid.

Si vas a visitar la Catedral de Burgos, nada mejor que hacerlo de la mano de un guía profesional, que te descubrirá todos sus secretos. Si te interesa, desde este enlace puedes reservar tu visita:

La Iglesia de Santa Águeda o Santa Gadea

Saliendo de la Catedral hay que dirigirse ahora a la cercana Iglesia de Santa Águeda, llamada en época del Cid, Iglesia de Santa Gadea.

Según la tradición, en ella es donde el Cid hizo jurar al rey Alfonso VI, que no había tenido parte en la muerte de su hermano el rey Sancho II durante el sitio de Zamora.

Puerta de la iglesia de Santa Águeda en Burgos
Puerta de la iglesia de Santa Águeda

Salvo una placa en la fachada, no hay nada en la iglesia que deje constancia de este pasaje.

El Solar del Cid

El último punto de la ruta del Cid por la ciudad de Burgos es el Solar del Cid, situado en la Calle Fernán González.

Se trata del lugar en el que los monjes del Monasterio de San Pedro de Cardeña tenían unas propiedades identificadas como las Casas de Ruí Díaz, y donde según la tradición estaba la residencia señorial del Cid.

Solar del Cid
Solar del Cid

El monumento conmemorativo que se levantó data de 1784, y es obra de José Cortés. Está formado por un pedestal en el que destacan el blasón del Cid y los escudos de Burgos y de San Pedro de Cardeña.

Burgos está repleta de historia por todos los rincones y, también ha acumulado una serie de leyendas y misterios a lo largo de los siglos. Si quieres hacer una visita diferente, puedes apuntarte a este tour nocturno, que nosotros hicimos una vez y que nos encantó:

La Ruta del Cid por los alrededores de Burgos

Si quieres continuar con la ruta del Cid en Burgos, hay dos lugares muy cercanos a la ciudad que merece la pena visitar. Se trata de Vivar del Cid y del Monasterio de San pedro de Cardeña.

Vivar del Cid

A 10 kilómetros al norte de Burgos se encuentra Vivar del Cid, el pueblo natal del Cid Campeador allá por el año 1043.

De aquí partió también Rodrigo Díaz hacia el destierro acompañado de sesenta caballeros, cumpliendo así con el mandato real de abandonar Castilla en el plazo de nueve días.

En memoria de ese suceso, es el lugar en el que nace la conocida como Ruta del Destierro del Cid, que atraviesa las provincias de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante.

Monumento al Cid Campeador en Vivar del Cid
Monumento al Cid Campeador en Vivar del Cid

En el pueblo existe un monumento que rememora a su hijo más ilustre, y todos los meses de julio se traslada a la época medieval para celebrar las fiestas en honor al Cid Campeador.

El Monasterio de San Pedro de Cardeña

A 11 kilómetros de la ciudad de Burgos en dirección suroeste, se encuentra el Monasterio de San Pedro de Cardeña, última parada de la ruta del Cid.

Aquí fue donde el Cid dejó a su esposa y sus hijas, al cuidado del abad San Sisebuto, para partir hacia el destierro que le había ordenado el rey Alfonso VI.

En el exterior, hay varias de placas de piedra con alusiones a los pasajes del Cantar del Mío Cid que se desarrollaron en este entorno.

La Torre del Monasterio

Del monasterio de entonces, sólo se conserva la torre de estilo románico. Dice la tradición que, por una de sus ventanas, Doña Jimena y sus hijas le dieron su último adiós al Cid.

Torre del Monasterio de San Pedro de Cardeña
Torre del Monasterio de San Pedro de Cardeña

La Tumba del Cid y Doña Jimena en el Panteón Real

En una capilla lateral del Monasterio se encuentra el Panteón Real, también conocido como “La Capilla de los Héroes” o “El Escorial Burgalés”.

En su centro se encuentra la que fue la tumba del Cid y de Doña Jimena, y que fue expoliada por las tropas napoleónicas.

En las paredes hay 29 nichos en los que reposan los restos de varios reyes, y de amigos y familiares del Cid. En concreto, están las tumbas de su padre, su hijo y sus dos hijas, sus yernos y sus sobrinos.

Panteón Real del Monasterio de San Pedro de Cardeña
Panteón Real del Monasterio de San Pedro de Cardeña

La Tumba de Babieca

Todos los héroes antiguos tienen su caballo famoso y todo el mundo sabe que el nombre del que montaba el Cid era Babieca.

Lo que poca gente sabe es que Babieca era una yegua y, que fue un regalo que le hizo al Cid su padrino, Pedro El Gordo, siendo el propio Cid quien la escogió.

Dice la tradición que Doña Jimena montó al Cid sobre Babieca después de que hubiese muerto y que lo lanzó contra los enemigos, quienes huyeron despavoridos al creer que había resucitado. Esta fue su última batalla, de la que salió victorioso después de muerto. Después de ella, nadie más volvió a montar a Babieca.

Según la tradición, la tumba de Babieca está en la parte exterior del monasterio, en el jardín que queda frente a la fachada, bajo un monolito de piedra que así lo indica.

Como ves, en Burgos hay un montón de lugares con historia. Si vienes a visitar nuestra ciudad por primera vez, te recomendamos que te apuntes a un free tour. Ya que es la forma más fácil de descubrir lo más importante de una ciudad, de la mano de un guía local. Te recomendamos uno del que tenemos buenas referencias y que puedes reservar en este enlace.

Si quieres disfrutar de la fiesta que Burgos dedica al Cid, puedes visitar la ciudad durante el primer fin de semana de octubre, que es cuando se celebra el fin de semana cidiano. Si quieres conocer cómo es esta fiesta, aquí tienes esta guía que escribimos:

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