12 Consejos para viajar a Francia por tu cuenta

Francia, al ser nuestro país vecino, resulta un destino muy fácil al que viajar en nuestro propio coche. Nosotros llevamos ya unos cuantos años viajando a Francia y, salvo a París, que hemos ido en avión, al resto de lugares hemos ido siempre con nuestro coche. Así que, después de todo este tiempo, tenemos ya una lista de recomendaciones que darte para viajar a Francia por tu cuenta y que tu viaje por el país galo sea más fácil.

Por qué viajar a Francia

Según los datos de 2017 de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Francia es el primer destino turístico mundial, con casi 83 millones de turistas anuales que disfrutaron visitando el país galo.

Y no es para menos. La belleza de sus ciudades y pueblos, sus paisajes, su excelente gastronomía, sus tradiciones y cultura, su historia y sus maravillosos monumentos y castillos (chateaux); hacen que pocos puedan resistirse a su embrujo y deseen, al menos una vez en la vida, visitar este destino soñado tan lleno de romanticismo y glamour.

Te recomendamos que tu viaje lo realices siempre en tu propio vehículo o en un coche alquilado, si vienes de lejos. Hay montones de lugares maravillosos que visitar en Francia y, si te limitas sólo al transporte público, hay muchos a los que nunca podrás llegar.

Nosotros solemos viajar a Francia con nuestro propio coche, pero si no podemos hacerlo así optamos por alquilar uno. Siempre reservamos el alquiler del coche antes de llegar al destino y para ello utilizamos este buscador, que te puede venir bien:

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Pero si no dispones de coche y tampoco quieres alquilar uno, en Francia también puedes moverte en tren. Para planificar tus rutas e incluso comprar los billetes, puedes utilizar la web de SNCF, que es la compañía estatal de trenes francesa. Además tiene una versión en español, por lo cual es muy fácil de usar.

Qué ver en Francia

La lista de lugares que puedes visitar en Francia y los destinos turísticos existentes, es prácticamente inagotable.

Nosotros, como la mayoría de la gente, comenzamos conociendo París, que es un destino imprescindible. Pero tampoco hay que perderse todo que queda por sus alrededores, ya que hay lugares impresionantemente bonitos que ver cerca de París, y que a veces quedan eclipsados por la grandeza de la Ciudad de la Luz.

Hemos visitado regiones muy recomendables de Francia, aunque quizá no sean tan conocidas, como es el caso del Perigord y la Dordoña, una zona que nos ha encantado y de la que ya tenemos algunos posts, como los dedicados a Castelnaud y Beynac-et-Cazenac o a Rocamadour.

Hemos hecho la Ruta de los Castillos del Loira que, con sus espectaculares y abundantes chateaux, es otro de los destinos turísticos imprescindibles que no nos hemos querido perder, ya que son una muestra de la pasada grandeza de este país.

También hemos recorrido muchos kilómetros buscando algunos de los muchos pueblos, que están incluidos dentro de la privilegiada lista de “los pueblos más bonitos de Francia“, como es el caso de Saint-Cirq Lapopie, o descubriendo algunos de sus entornos naturales más espectaculares, como es el caso del Circo de Gavarnie.

Hemos visitado muchos otros pueblos, ciudades y regiones, y últimamente hemos optado por una zona que está entre las más buscadas por los cazadores de destinos turísticos, que es Alsacia.

Consejos a tener en cuenta al viajar a Francia por tu cuenta

Aquí te damos unos cuantos consejos que seguramente te serán de ayuda si te animas a viajar a Francia por tu cuenta, olvidándote de agobiantes y estresantes viajes organizados.

1. Lo que necesitas para viajar a Francia: pasaporte y visado

En principio, todo aquel que quiera viajar a Francia necesita tener su pasaporte en regla y con caducidad superior a 3 meses, desde el último día de su estancia en el país.

Podrás viajar sin pasaporte, sólo con tu documento nacional de identidad, si cumples 2 requisitos:

• Ser ciudadano de un estado miembro de la Unión Europea, Andorra, Liechtenstein, Mónaco, San Marino o Suiza.
• Viajar a Francia como turista durante un tiempo inferior a 3 meses.

Además del pasaporte, se necesita también tener un visado para viajar a Francia. Si la estancia va a ser inferior a 3 meses, quedan exentos de obtenerlo los anteriormente indicados (ya que no necesitan pasaporte), así como los nacionales de Argentina, Bermuda, Australia, Bolivia, Brasil, Brunei, Bulgaria, Canadá, Chile, Chipre, Ciudad del Vaticano, Corea, Costa Rica, Croacia, El Salvador, Eslovenia, Estados Unidos, Estonia, Guatemala, Honduras, Hong Kong, Hungría, Islandia, Israel, Japón, Letonia, Lituania, Macao, Malasia, Malta, México, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Panamá, Paraguay, Polonia, República Checa, República Eslovaca, Rumania, Singapur, Uruguay y Venezuela. Tampoco necesitan visado los viajeros en tránsito que no abandonen el aeropuerto.

Si tienes que obtener el visado, infórmate previamente en el Consulado o la Sección Consular de la Embajada de Francia en tu país, que es el organismo que los expide. Las condiciones para obtener el visado cambian constantemente, hay varios tipos de visados y varios precios, e incluso pueden llegar a pedirte que aportes datos sobre tu solvencia económica, contrato de trabajo, etc.

2. Las carreteras de Francia

Para las largas distancias te aconsejamos que te desplaces por autovías y autopistas.

Las autopistas son mayoría frente a las autovías y son realmente excelentes, con buen trazado y buenos servicios, aunque tienen la contrapartida de que son de peaje, por lo que hay que pagar para circular por ellas.

Es cierto que el paisaje desde una autopista es todo igual y, que una vez que sales de ellas y llegas a las carreteras secundarias, el panorama cambia totalmente: el paisaje campestre es muy agradable y viajar por él resulta mucho más relajado que por las autovías y autopistas, con casas desperdigadas aquí y allá, campos y bosques que se alternan y bonitos pueblos que vas atravesando.

La pega de las carreteras secundarias es que suelen ser muy estrechas, más que las españolas y, a veces con árboles en los márgenes, por lo que la conducción por ellas es más lenta y requiere más atención.

El límite de velocidad en las autopistas francesas es de 130 km/h y en las autovías es de 110 km/h . Ojo con el paso de limitación de velocidad de 130 km/h a 110 km/h, ya que no siempre es muy evidente.

Desde el 1 de julio de 2018, el límite de velocidad en las carreteras convencionales francesas sin separación central -la mayoría-, ha dejado de ser de 90 km/h y se ha reducido a 80 km/h.

3. Peajes de las autopistas

La única pega que tienen las autopistas francesas es que son de peaje y, no resultan precisamente baratos. Para que te hagas una idea, te diré que su precio está a un nivel similar al de la autopistas caras de España. Si quieres hacer un cálculo sencillo y aproximado de lo que vienen a costar, recuerda que pagarás en torno a 1 euro por cada 10 km de recorrido.

Hay quien se plantea circular evitando las autopistas para así no tener que pagar peajes, pero nosotros no te lo recomendamos para viajar a Francia, porque una vez que sales de ellas la calidad de las carreteras baja enormemente y, un viaje de una hora puede pasar a ser de dos horas o más.

Así que viaja con la cartera cerca porque en las autopistas encontrarás un montón de estaciones de peaje (gare de péage) por el camino.

Lleva monedas sueltas para pagar en la autopista, ya que hemos encontrado alguna estación de peaje que no admite billetes. También admiten en la mayoría de los casos el pago mediante tarjeta bancaria.

En algunas autopistas de peaje hay que pagar al entrar (te avisan de cuánto tienes que pagar) y en otras al salir y ya, prácticamente, solo hay máquinas para el pago.

Para pagar en metálico, acércate a las garitas que tienen una flecha verde. Si utilizas algún sistema de pago automático, como el telepeaje, estate atento a las garitas que tienen la letra “t” colocada encima de ellas y, que suelen quedar a la izquierda de la calzada, al contrario que en España, que suelen estar a la derecha.

4. Servicios de las autopistas francesas

En las autopistas hay muchas áreas de servicio (aires, en francés) y hay que reconocer que están francamente bien acondicionadas y dotadas de servicios. En algunas encontrarás gasolinera y restaurante, y en otras solo un área de picnic (pique nique) con mesas y juegos infantiles. Lo que tienen todas son baños públicos gratuitos. Antes de llegar a cada una de ellas, te avisan de sus servicios en los paneles informativos de la carretera y suelen estar intercaladas.

Si puedes programarlo, no comas en los restaurantes de las autopistas, la comida no es muy buena y muy cara, así que es preferible que te lleves unos bocadillos y comas en las áreas de picnic.

Ten en cuenta que repostar en las autovías y autopistas francesas es bastante más caro que fuera de ellas, por lo que es aconsejable que repostes combustible en las poblaciones.

No vayas con prisa y con el tiempo muy ajustado, en las inmediaciones de las grandes ciudades es muy frecuente encontrarte con grandes retenciones, como las que nos encontramos nosotros siempre que tenemos que circular cerca de Burdeos.

5. Multas por infracciones de tráfico

Mucho ojo con las multas porque llegan a España (podemos dar fe de ello) y, hay intercambio de datos entre el estado francés y español en los siguientes supuestos:

1. Exceso de velocidad.
2. No usar cinturón de seguridad.
3. No detenerse ante luz roja no intermitente.
4. Alcohol al volante.
5. Conducir bajo la influencia de drogas.
6. No llevar casco.
7. Utilizar un carril prohibido.
8. Uso de dispositivo de comunicación prohibido mientras se conduce (teléfono móvil).

Así que si te “cazan” cometiendo alguna de estas infracciones y no te han parado en ese momento, te llegará a casa la multa, por correo ordinario y sin acuse de recibo y, con todas las facilidades para que pagues. En caso de que te paren, o pagas o te inmovilizan el coche.

6. Uso del GPS en Francia

Lo más normal, si vas a viajar a Francia usando tu propio vehículo o uno alquilado, es que te ayudes de algún dispositivo con GPS. En este caso y, sobre todo si te mueves por carreteras secundarias, lo cual es inevitable si vas a ver pueblos o lugares separados de las autopistas y autovías, ten en cuenta dos cosas muy importantes.

La primera, que el pueblo o ciudad que seleccionas, es aquel al que realmente quieres ir, ya que en Francia muchas localidades de diferentes regiones tienen el mismo nombre y, quizá después de un buen tramo de viaje te das cuenta de que no estás yendo a donde realmente quieres ir.

Y la segunda, comprueba que el GPS te está llevando realmente por el camino más corto en tiempo. Te digo esto, porque el GPS considera que cuando vas por una carretera convencional circulas a una velocidad mínima, pero a veces, la carretera es tan difícil que ni por asomo llegas a esa velocidad mínima, con lo que un trayecto que parecía breve acaba siendo el doble de largo y, habría sido preferible dar un rodeo e ir por una carretera de mejor trazado y anchura. Eso es lo que nos pasó cuando fuimos a visitar Saint-Cirq Lapopie, que el GPS nos llevó por carreteras secundarias y tardamos media hora más de lo previsto.

En ambos casos, nuestro consejo es que consultes antes el trayecto a recorrer con Google Maps, para cerciorarte de adónde vas y qué carretera prefieres coger.

7. Tarjetas de crédito en Francia

Es recomendable disponer de una tarjeta bancaria para muchas situaciones. Por ejemplo, para pagar en algunas gasolineras y, sobre todo en las de los centros comerciales, en las que el combustible es más barato.

Muchas gasolineras suelen ser de autoservicio, en las que primero la máquina pide la tarjeta y luego ya eliges el combustible y echas lo que necesites. Sin tarjeta no podrás repostar en estos sitios.

8. La comida francesa

Sobre la calidad de la cocina francesa hay poco que decir, ya que es una de las mejores del mundo, aunque al igual que en España, la buena comida hay que pagarla.

En los restaurantes suelen tener carta, menú, fórmula y plato del día.

La carta y el menú es igual que en España primero, segundo y postre.

En la fórmula (formule) puedes elegir por el mismo precio un primero y un segundo, o bien, un segundo y un postre.

Y el plato del día (plat du jour) suele ser la opción más barata ya que se trata de un único plato.

En cualquiera de las opciones, normalmente está incluido el pan, pero no las bebidas y, es aquí donde la cuenta pega un subidón. Así que si no quieres pagar demasiado, tienes una opción que es pedir una jarra o botella de agua del grifo (carafe d’eau), que eso no lo cobran y te la rellenan las veces que necesites.

En la mayoría de los restaurantes tienen menú infantil para los menores de 10 años y a un precio económico.

Por lo general, salvo en las autopistas, en Francia se come muy bien y hay muchas opciones de precios, pero si lo que quieres es abaratar aún más, apréndete la palabra pique-nique. Encontrarás áreas de picnic por todos los sitios y en muchos de los monumentos que visitarás. Así que puedes acercarte a un supermercado y comprar allí lo que necesites, ensaladas ya preparadas, sándwiches, bocadillos…  y comerlo en esas áreas.

Por nuestra experiencia, raro es el pueblo de Francia medianamente turístico que no tiene unos aseos públicos y, un área acondicionada para picnic -y no me refiero a cuatro mesas puestas malamente al sol-.

9. Aparcamientos en Francia

En Francia, en las ciudades y pueblos turísticos, los aparcamientos más céntricos son de pago, funciona la zona azul igual que en España y, está indicada con la palabra payant pintada en el suelo, así que si quieres evitar el pago tendrás que alejarte.

También en muchos de los monumentos, tendrás que pagar por aparcar.

En las ciudades francesas el tema de buscar aparcamiento puede ser un dolor de cabeza, ya que es muy difícil encontrar parking gratuito y hasta los de pago de la calle, suelen estar completos. Así que, últimamente lo hemos solucionado, reservando previamente una plaza de parking mediante la aplicación de Parclick. Puedes ver todos los parkings que hay en la ciudad o en la zona que te interese y, además, te da información actualizada sobre ese parking. Así que, una vez que eliges el que te interesa, tan sólo tienes que reservarlo y olvidarte del tema. Otra ventaja de reservar de esta forma es que realizan descuentos en las reservas, por lo que ahorras dinero. Si quieres utilizar esta opción, aquí te dejo el enlace que nosotros usamos:

Reserva tu plaza de parking en Francia con grandes descuentos

10. Monumentos del país galo

Las entradas de los sitios a visitar son caras. Una entrada para los adultos suele rondar los 10 ó 15 €, con reducciones o gratuidad para los niños. La edad máxima para estas reducciones suele ser hasta 10-12 años. A partir de esa edad, en algunos sitios hacen reducción como estudiante y en otros aplican la entrada de adultos.

Ten en cuenta los horarios de los monumentos que vayas a visitar para organizar las visitas. Las entradas suelen comenzar a las 9:00h ó 10:00h de la mañana y, en muchos casos el horario es continuo. Si cierran al mediodía, el cierre suele ser a las 12:30h, para volver a abrir sobre las 15:00h. En ambos casos el horario de cierre final no suele ir más allá de las 19:00h en verano y, eso en los casos más tardíos.

11. Horarios en Francia

Y siguiendo con el tema horarios, es mejor que te adaptes a sus diferencias. Los franceses comen de 12:30h a 13:30h. En sitios grandes o muy turísticos puedes encontrar lugares donde te atiendan después de las 14:00h, pero en sitios pequeños igual te quedas sin comer.

 La cena no suele ser más tarde de las 20:00h y ocurre lo mismo que en la comida.

12. Alojamientos en Francia

En Francia dispones de un montón de opciones de alojamiento:

Hoteles en Francia

Hay hoteles de todas las categorías. Si lo que buscas es un alojamiento a bajo precio, por toda Francia encontrarás hoteles de la cadena Formule 1 (unos 230) que son los más económicos y donde puedes pasar la noche a partir de 35 €. Aquí puedes buscar y comparar hoteles por toda Francia y elegir el que mejor se adecue a tu presupuesto.

Casas rurales en Francia

Las casas rurales que hay en Francia son de dos tipos: las que se denominan Gîtes de France, que suelen ser apartamentos o casas rurales totalmente equipadas y que se alquilan completos; y las Chambres d’hôtes, que son habitaciones con derecho a desayuno en una casa particular. Estas dos opciones están sometidas a unos estrictos requisitos y se clasifican de una a cinco espigas, de forma similar a las estrellas de los hoteles. Han aparecido también los establecimientos con encanto, dentro de la denominación Charme & Chateau, que son alojamientos con un atractivo singular, como pueden ser los castillos (châteaux).

En unos cuantos viajes a Francia nos hemos alojado en gîtes y, generalmente, han sido experiencias totalmente positivas y recomendables.

Puedes hacer la reserva en este tipo de alojamientos a través de la oficina de turismo de la zona a la que vayas a viajar.

Campings en Francia

No hay que olvidar dentro de los alojamientos franceses a los campings. Francia es el paraíso de los campistas, con una red enorme de campings por toda la geografía francesa. Es una opción más barata de alojamiento y algunos tienen unos equipamientos espectaculares, muy superiores a los que te puedes encontrar en España.

Así que si estás pensando en ir a conocer Francia piensa en la posibilidad de hacerlo con tu propio coche, y así poder visitar zonas a las que resultaría más difícil acceder de otra forma y, además, hacerlo a tu propio ritmo, sin tener que estar pendiente de horarios de transportes.

Los mejores sitios que ver en Francia

Si quieres tener información de primera mano sobre los sitios de Francia que más nos han gustado no dudes en entrar en alguno de estos posts que les hemos dedicado:

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