Al noreste de la provincia de Palencia se encuentran Las Tuerces, uno de esos laberintos que, al recorrerlos, te hacen perder la noción del espacio y del tiempo.
Prepara las botas, la cantimplora y los prismáticos, porque nos vamos de ruta por un lugar único e inolvidable.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
Dónde están Las Tuerces
Antes de explicarte qué son Las Tuerces y qué podrás descubrir en este mágico lugar, te situaré diciéndote que Las Tuerces se encuentran al noreste de la provincia de Palencia, muy próximas a la localidad de Aguilar de Campoo y, concretamente, junto a la pequeña localidad de Villaescusa de las Torres, por la que pasa el río Pisuerga.
Para que te hagas una idea, Las Tuerces se encuentran en la cima de la montaña (en realidad es una “lora”, aunque luego te explico que es eso de una lora) que queda entre la carretera N-627, que une Burgos con Aguilar de Campoo, y la autovía A-67 que pasa por Aguilar de Campoo y une Palencia con Santander.
Esta zona del norte de Castilla y León es muy peculiar, además de muy rica y diversa en vida natural. Aquí está el contacto entre la Cordillera Cantábrica y la Meseta, por lo que encontrarás un terreno accidentado y muy diverso, con páramos agrestes y cañones fluviales, que nada tiene que ver con esas monótonas llanuras cerealistas del sur de Castilla y León.
🛏 NUESTRO CONSEJO PARA DORMIR Y COMER EN LAS TUERCES
Como en este post vas a descubrir que hay muchas cosas que ver y que hacer en esta parte de Palencia, seguro que necesitarás un lugar donde alojarte o al que ir a comer.
Nuestro consejo es que te alojes en el Hotel El Convento de Mave, en la localidad de Santa María de Mave, pegando a Las Tuerces y muy cercano a Aguilar de Campoo. Se trata de un bonito monasterio del siglo XII que ha sido reformado, por lo que dispone de habitaciones cómodas, tranquilas y acogedoras, que dan a un inmenso jardín que eran las huertas del convento.
Si sólo quieres comer, en el restaurante del hotel podrás degustar una amplia carta de platos tradicionales elaborados con productos locales.
La mejor forma de explicarte qué son Las Tuerces, es utilizando el símil de la Ciudad Encantada de Cuenca o del Torcal de Antequera, uno de los lugares más impresionantes que ver cerca de Málaga, ya que son su versión palentina.
Pero antes, déjame decirte que Las Tuerces se encuentran en la parte superior de la Lora de Las Tuerces, y así te explico brevemente que es eso de una lora.
Las loras son un tipo de formación geológica característica de esta zona en la que se unen las provincias de Palencia y Burgos. Básicamente, es una paramera que en la parte superior está recubierta por una gruesa capa de rocas, que presenta unos bordes ligeramente verticales en su parte superior y bastante inclinados en su parte baja. Sería algo similar a lo que en otros sitios conocen como “mesas” y que los geólogos denominan sinclinal colgado.
En las loras burgalesas también hay lugares realmente impresionantes. En este post podrás conocer nuestros favoritos.
Dicho esto, ahora ya te puedo explicar que Las Tuerces son, concretamente, la parte superior de esa meseta de rocas calizas y margas del Cretácico Superior, que ha sufrido un intensísimo proceso de karstificación y erosión.
Fruto de esta acción de la naturaleza, se ha producido una formación única en Castilla y León, consistente en un verdadero laberinto de callejones rocosos, con puentes, setones de roca, simas, cuevas, oquedades, pináculos, viseras, diaclasas, lapiaces, y cualquier otra formación rocosa a la que tu imaginación pueda dar nombre.
Como te podrás imaginar, un conjunto natural tan peculiar y singular debe tener alguna forma de protección y, de hecho, está incluido dentro de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León.
EL ESPACIO NATURAL DE LAS TUERCES
El Monumento Natural “Laberinto de las Tuerces”, fue declarado por Decreto 6/2019, de 21 de marzo, de la Junta de Castilla y León. Ocupa una extensión total de 55 hectáreas, estando su punto más elevado a la cota de 1.081 metros.
El Paisaje Protegido “Las Tuerces”, engloba al anterior monumento natural y fue declarado en el mismo Decreto. Abarca una extensión de 2.090 hectáreas, pertenecientes a los términos municipales de Aguilar de Campoo y Pomar de Valdivia, en Palencia y, Rebolledo de la Torre, en Burgos.
Además de esta distinción, el Paisaje Protegido de Las Tuerces está englobado dentro del Geoparque Mundial de la UNESCO de las Loras, el único que hay en Castilla y León, que conforma un amplio territorio en el que alucinarás con la cantidad de sitios diferentes que hay para visitar y de rutas para recorrer.
Dentro de los límites de este geoparque, se encuentran el Espacio Protegido de Las Tuerces, el Espacio Protegido de Covalagua, el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, así como la Zona de Especial Protección para las Aves de Humada – Peña Amaya. Todo un lujo de lugares con una naturaleza privilegiada.
Si quieres conocer más sobre el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, visita estos posts de nuestro blog.
Cómo llegar a Las Tuerces
La ruta por el Laberinto de Las Tuerces comienza en Villaescusa de las Torres y, para llegar hasta esta pequeña localidad, es necesario que te dirijas primero a Aguilar de Campoo, lo que puedes hacer por la carretera N-627 si accedes desde Burgos, o por la autovía A-67 si lo haces desde Palencia o Santander.
Una vez en Aguilar, tienes dos opciones. Una es la de tomar la PP-6201, que te lleva hasta Villallano, para desde allí ir sin pérdida ir a Villaescusa de las Torres.
La otra opción es tomar la N-611 en dirección a Herrera de Pisuerga y, al llegar a Valoria de Aguilar, desviarse hacia Villaescusa de las Torres. Esta opción es más cómoda, pero no es viable en la fecha de redacción de este post, porque la carretera que parte de Valoria cruza el río Pisuerga por un puente que fue arrasado por una riada a finales de 2019 y, a fecha de hoy, más de dos años después, todavía no ha sido reconstruido.
Mapa de la ruta por Las Tuerces
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La ruta por el Espacio Natural de Las Tuerces
El inicio de la ruta
Una vez en Villaescusa de las Torres, tienes que localizar la calle (en realidad es una pista sin pavimentar) que discurre pegada a la ladera de la montaña. Desde la iglesia del pueblo es bastante fácil llegar hasta esta pista, por lo que te puede servir de referencia.
En la pista hay un apartadero donde puedes dejar estacionado tu vehículo y del que parte el sendero que asciende hacia Las Tuerces. También puedes dejar el coche aparcado por las calles del pueblo, porque las distancias son mínimas.
La subida a Las Tuerces
A los pocos metros de iniciar el recorrido por el sendero que asciende a la paramera, encontrarás a tu izquierda la Fuente de San Pedro, así como unos carteles explicativos de la geomorfología de esta zona baja del recorrido.
Aprovecho para decirte que la ruta tuvo en sus momentos varios carteles explicativos, pero sin estar nunca debidamente señalizada y, ahora mismo, puede decirse que no lo está. Así pues, es necesario que te orientes un poco, para lo que te podrá servir el mapa que hemos preparado para ti y utilizar la imagen de satélite de GoogleMaps, pues hay cobertura.
Dejando atrás la fuente, hay que seguir el sendero que a media ladera sube por la lora, afrontando los aproximadamente 150 metros de desnivel que te dejarán en la parte alta.
El camino se dirige a una vaguada y tendrás que estar atento, pues al recorrerla y llegar a la zona que se aproxima a la parte rocosa, tienes que abandonar este sendero y tomar un desvío medio desdibujado, que sube a tu izquierda ladera arriba. El sendero que abandonas es por el que harás el regreso de la ruta.
Subiendo la ladera, busca las zonas de paso entre las rocas, pues algunas están cerradas por la vegetación arbustiva.
La subida no tiene ninguna dificultad y es entretenida, pues ya empiezan a aparecer rincones verdaderamente bonitos e interesantes. No dejes de investigar todos los lugares que a ti más te llamen la atención, porque en esta ruta es imposible que los incluyamos todos.
Tras pasar junto a la Peña Perro, que parece un perrito sentado, verás a tu derecha la Peña Mesa o La Seta, que es inconfundible por la cruz de hierro que tiene en su parte superior.
Aunque Peña Mesa es el punto más destacado del Laberinto de Las Tuerces por estar en el centro del todo el conjunto y en una zona despejada, no es su cota más alta, pues ese honor le corresponde a la parte superior del Cornisoto o Peña Tortuga (1081 m), bajo la cual pasarás más adelante.
Ya desde aquí, te puedes hacer claramente una idea de que Las Tuerces no es sólo un conjunto geológico único, sino que además preserva un medio natural bien conservado y muy variado, consecuencia de su particular situación geográfica, su heterogeneidad, y el buen estado de conservación de sus hábitats.
Desde aquí puedes ver las planicies de tomillar-pradera, los densos matorrales de aulagas y brezos, así como carrascas, encinas y algún rodal de quejigo.
En los callejones más umbríos encontrarás pequeñas plantas rupícolas y ejemplares relictos de haya que casi parecen arbustos, acompañados a veces de avellanos, majuelos y endrinos.
Y en este verdadero Arca de Noé botánico, podrás encontrar también rarezas como la pequeña orquídea flor de abeja o la rara Saxifraga cuneata, que crece entre las grietas de las rocas.
Lógicamente, un lugar tan variado en plantas también cuenta con una fauna de lo más interesante. Por aquí campean conejos y liebres, siempre atentos a la presencia de zorros, comadrejas y garduñas. Y entre las rocas soleadas, seguro que verás correr a las lagartijas ibéricas, o incluso especies más raras como el eslizón tridáctilo y la culebra lisa europea.
Deambulando por el Laberinto de Las Tuerces
Si te fijas, verás que has llegado a una zona despejada y ancha con un camino claramente marcado en el centro. Este camino divide Las Tuerces en lo que se podría llamar la zona oriental (a tu izquierda, según subías) y la zona occidental (a tu derecha).
La ruta discurre prácticamente por la zona occidental, que es la más interesante y accesible, aunque te proponemos que hagas también una pequeña incursión por la parte más accesible de la parte oriental.
Una vez que hayas hecho este pequeño recorrido, volverás a salir al camino principal del que te he hablado, el cual tendrás que seguir durante apenas 100 metros, para volver a desviarte a tu derecha y adentrarte en la parte occidental de este increíble laberinto.
Antes de desviarte a la derecha y dejar el camino principal, anda unos pasos más adelante y mira a tu izquierda a ver si descubres una roca que que a nosotros nos recuerda la cabeza de un pájaro.
Por cierto, que si siguieses el camino central adelante y, te desviaras siempre a la izquierda en los dos desvíos que sucesivamente encontrarás, llegarás, tras tres kilómetros de recorrido, a Villaescusa de las Torres. De hecho, este camino lo utilizan los domingueros para subir en coche hasta La Tuerces, aunque no te aconsejo que lo hagas porque tiene zonas en mal estado.
Volviendo a la ruta, es a partir de ahora cuando tienes que prestar más atención al recorrido que te hemos marcado, para poder adentrarte con seguridad por el laberinto de callejones y pasadizos.
De todos modos, tampoco te obsesiones demasiado, porque la zona no es excesivamente grande y la Peña Mesa es visible desde muchos lugares, siendo un punto de referencia que te orientará.
Andando entre las rocas llegarás al borde del páramo de la lora, a un mirador natural desde el que se divisa el Río Pisuerga, el Monte Cildá detrás de él y, la imponente Montaña Palentina al fondo, con los picos Curavacas y Espigüete sobresaliendo de entre todos los demás.
Si te pica el gusanillo de conocer qué puedes ver y hacer en la Montaña Palentina, no te pierdas este post.
La ruta continua siguiendo el sendero que discurre pegado al borde de la lora. Este tramo es muy bonito por las vistas que ofrece y porque además pasa bajo una visera de roca que todo el mundo llama La Tortuga, pues parece la cabeza de este reptil. En realidad, se llama el Cornisoto, y su cima es el punto más elevado de Las Tuerces, con 1.081 metros de altura.
Una vez que acaba el recorrido por el mirador, tendrás que volver a internarte por el laberinto de rocas para llegar hasta el pie de la Peña Mesa.
Cuando camines entre el laberinto de rocas presta atención a las aves que revolotean por entre las rocas. No será raro que veas y oigas al cuervo, la chova piquirroja, el colirrojo tizón o el roquero rojo. Y si tienes suerte, quizá veas alguna rareza como el roquero solitario o el treparriscos.
A los pies de Peña Mesa, con su característica forma de gran seta, tendrás una panorámica completa de casi todo el Laberinto de Las Tuerces y divisarás, al norte, el próximo objetivo de la ruta. Se trata de un macizo de enormes piedras, lisas en su parte superior y alargadas, una de las cuales tiene a su derecha una roca con forma de seta que está perforada en su base, aunque desde esta distancia, no se aprecia muy bien.
Toma el sendero bien marcado que se dirige directo al norte, en dirección a esas rocas que te he dicho. Poco a poco el camino se va escondiendo cada vez más entre las rocas y la vegetación, hasta internarse, a la derecha, entre dos paredones rocosos de casi diez metros de alto, que entre sí están separados poco más de un metro.
Este pasillo es el lugar más espectacular de la ruta y el más bonito, pues en él, el suelo está cubierto de helechos y la parte superior está tapada por vegetación, lo que hace que la luz no entre directamente. Todo ello le da un aspecto fantástico que hace que parezca que estás andando por los restos de una civilización antigua tapada por la selva.
Tras recorrer los apenas 50 metros que tiene de largo el pasadizo rocoso, saldrás junto a una de las rocas más peculiares de Las Tuerces. Se encuentra a tu izquierda, y es la roca con forma de seta y perforada en su base, de la que te hablado antes.
El regreso a Villaescusa de las Torres
La salida del pasillo de roca se abre a una zona amplia y despejada, por cuyo centro podrás ver que ya se adivina el sendero que empieza a descender claramente.
El sendero se hace cada vez más evidente y lleva directo hacia la vaguada por la que discurría el camino de subida.
Esta zona despejada y próxima al cortado rocoso es un buen lugar para observar el vuelo de las aves rapaces que frecuentan la zona. Si prestas atención, seguro que descubrirás a los buitres leonados, quizá a algún alimoche y, con suerte, podrás observar el vuelo del águila real o del halcón peregrino.
Tampoco será raro que descubras al cernícalo vulgar, al ratonero común, a los aguiluchos pálido y cenizo y, si no es invierno, quizá incluso a algún águila calzada.
Llegado al punto en el que te desviaste del camino de subida para poder hacer el recorrido circular que ahora has completado, sólo te queda desandar la subida que hiciste, pues Villaescusa de las Torres se divisa claramente en la parte baja.
Datos prácticos del recorrido por Las Tuerces
- Tipo de ruta: Circular.
- Recorrido señalizado: No
- Distancia: 4 kilómetros.
- Desnivel: 150 metros.
- Dificultad: Media, ya que aunque no tiene gran longitud ni desnivel, es necesario estar atentos y orientarse. La Peña Mesa es la mejor referencia que te ayudará a orientarte en caso de duda.
- Recomendaciones: No hay agua potable durante el recorrido y apenas hay sombra. Es aconsejable llevar calzado de montaña, así como pantalones y manga larga para evitar arañazos producidos por la vegetación y las rocas.
- Cartografía: Mapa 1:25.000 IGN, hojas 133-II y 133-IV.
Cuándo hacer la ruta de las Tuerces
La verdad sea dicha que es una ruta para poder hacerla en cualquier época del año, haciendo la excepción de los días de calor extremo, ya que no hay árboles de gran porte o, aquellos con lluvia o nieve abundantes.
No obstante, tienes que evitar a toda costa los días que haya niebla, ya que con mala visibilidad corres el riesgo de desorientarte y perderte por el laberinto de callejones que forman las rocas. No serías la primera persona que ha necesitado ayuda para salir.
Qué ver en los alrededores de Las Tuerces
Ya te he comentado que la Comarca de Las Loras disfruta de una diversidad natural envidiable, a la que se une la presencia de un patrimonio histórico, artístico y cultural, que para sí lo quisieran muchos lugares de España.
Sin querer se exhaustivos, te proponemos unas cuantas ideas muy cercanas a Las Tuerces para que complementes tu visita a esta zona de Palencia, aunque ya te aviso que con un día no tienes ni para empezar.
Aguilar de Campoo
El segundo núcleo de población de la provincia de Palencia, y un lugar por el que pasear para descubrir su rico patrimonio histórico, artístico y cultural.
Valle de Recuevas
Situado en la misma Lora de Las Tuerces, es un vallejo perdido y muy poco conocido, que seguro que te gustará.
Castillo de Gama
También en la misma Lora de Las Tuerces y pegado al Valle de Recuevas. Aunque está completamente en ruinas, merece la pena subir hasta él.
Monte Cildá
Un castro romano situado justo frente a Las Tuerces, muestra del interés e importancia que hace ya dos mil años tenía este territorio.
Eremitorio Rupestre de Olleros de Pisuerga
Situada a los pies del Monte Cildá, es una de las joyas palentinas más desconocidas. Seguro que te sorprenderá, aunque lo mejor es que juzgues por ti mismo visitando este post de nuestro blog en el que también hablamos del Monte Cildá.
Cañón de la Horadada
También al pie de Las Tuerces, alucinarás con los lugares únicos que esconde este cañón labrado por las aguas del Río Pisuerga.
Ermita Rupestre de San Pelayo
Está situada muy próxima a Villacibio, a los pies de Las Tuerces por su parte meridional. Un lugar muy poco conocido.
Paisaje Protegido de Covalagua
Es el espacio natural palentino que siempre se nombra a renglón seguido de Las Tuerces. Se encuentra en la cercana Lora de Valdivia e incluye el Monumento Natural “Cascada de Covalagua”, lo que ya te dice todo del espectáculo de agua que encontrarás en las temporadas de precipitaciones.
Cueva de los Franceses
La maravilla subterránea de la provincia de Palencia. Está situada justo al lado de Covalagua.
En este post de nuestro blog podrás ver cómo son la Cueva de los Franceses y Covalagua.
Mirador de Valcabado
Después de pasada la Cueva de los Franceses y siguiendo la carretera adelante, llegarás a este mirador que se asoma al valle cántabro de Valderredible.
Menhir de Canto Hito
Busca su esbelta silueta tomando la senda que parte junto a la Cueva de los Franceses.
Pozo de los Lobos
Aunque está ya en la provincia de Cantabria, podrás acceder a esta antigua trampa para cazar lobos, tomando la senda que parte del Mirador de Valcabado.
En este post podrás conocer más sobre el Pozo de los Lobos.
Monte Bernorio
El otro castro romano conocido en esta zona, aunque seguro que hubo unos cuantos más distribuidos por las loras.
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