Hay mucho que ver en el Valle del Arlanza, ya que sin duda esta es una de las comarcas de Burgos más cargadas de historia y que guarda alguno de los rincones más singulares de la geografía burgalesa.
Acompáñanos por este recorrido para conocer la tierra en la que se forjó el nacimiento de Castilla. En esta ocasión, entre todo lo que hay que ver en el Valle del Arlanza, te mostraremos aquellos elementos patrimoniales que nos han llegado desde la Edad Media y, que son algunos de sus mayores tesoros.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
- Mapa del Valle del Arlanza
- Qué ver en el Valle del Arlanza, sus tesoros medievales
- El Monasterio de San Pedro de Arlanza – Pasea entre las ruinas del monasterio donde nació Castilla
- La Ermita de San Pelayo – Rememora la profecía de Vasquevanas
- El Monasterio de Santo Domingo de Silos – Escucha canto Gregoriano en directo
- La Princesa Kristina de Noruega – Conoce la tumba de una princesa que vino de Noruega
- El Torreón de Fernán González – Recorre el interior de un imponente torreón del siglo X
- La Ermita de Quintanilla de las Viñas – Visita una apartada ermita visigótica
- Dónde alojarte en el Valle del Arlanza
- Otros imprescindibles de Burgos
- La Ruta del Arte en Valdivielso, Merindades de Burgos
- Orbaneja del Castillo, el pueblo atravesado por una cascada en Burgos
- Safari prehistórico con Paleolítico Vivo en Burgos
- Descubre los rincones secretos de Burgos, la ciudad del Cid
- Ruta por el Cañón del Río Lobos, guía y consejos para disfrutarla
- Todo lo que necesitas saber para visitar Atapuerca
Mapa del Valle del Arlanza
Qué ver en el Valle del Arlanza, sus tesoros medievales
El Monasterio de San Pedro de Arlanza – Pasea entre las ruinas del monasterio donde nació Castilla
A medio camino entre las localidades de Covarrubias y Hortigüela, a orillas del Río Arlanza y en un marco natural de incomparable belleza, encontrarás las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza. El horizonte está presidido por cantiles de roca caliza en los que anida una importante población de buitres leonados, y alrededor nuestro se extiende un bosque interminable de sabina albar.
Según la leyenda, fue Fernán González, el legendario conde que logró la independencia del condado de Castilla y que afirmó las bases para que décadas más tarde se constituyera en un reino, quien fundó en el año 912 en las proximidades de un eremitorio ya existente -y del que te hablo más adelante-, un monasterio que con el tiempo sería testigo del nacimiento de Castilla.
Las ruinas que puedes recorrer corresponden a la iglesia del conjunto monacal del año 1080, que estuvo en funcionamiento hasta el año 1835 en el que tuvo lugar la desamortización de Mendizábal. Nunca más volvió a ser ocupado, pasando al estado de ruina y expolio que puedes ver hoy. Afortunadamente, actualmente se está llevando a cabo un proyecto para recuperar parte del monasterio.
Entre las ruinas, que presentan mezcla de estilos gótico y románico, podrás contemplar los tres ábsides semicirculares con amplios presbiterios de la iglesia; la torre, edificada a finales del siglo XII y todavía accesible; así como parte del claustro y la sala capitular.
El expolio del conjunto monacal supuso que desapareciese su claustro, que la portada de la iglesia fuese trasladada al Museo Arqueológico Nacional en 1895, y que sus valiosos frescos se exhiban hoy en The Cloisters del Museo Metropolitano de Nueva York; en el Fogg Art Museum de la Universidad de Harvard; y en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Y desde que se hizo pública la existencia del famoso claustro de Palamós, San Pedro de Arlanza ha sido (y es) uno de los candidatos más serios para ser su lugar de origen.
En los veranos de los últimos años, sirve de marco nocturno para la representación de la obra de teatro “El Conde Fernán González”, a cargo del grupo de teatro de Tierra de Lara.
La Ermita de San Pelayo – Rememora la profecía de Vasquevanas
Muy cerca del Monasterio de San Pedro de Arlanza, y visible desde él, se alza sobre un espolón rocoso que domina el río Arlanza la Ermita de San Pelayo, una pequeña iglesia ligada por siempre a la leyenda de Fernán González “el Buen Conde”.
Cuenta la leyenda, que estando de cacería con sus mesnadas, el conde se empecinó en la persecución de un jabalí hasta tal punto que se perdió en la espesura de Vasquevanas. En su alocada carrera, la bestia se introdujo en una ermita aislada perdida en la espesura, y que situada en lo alto de un espolón rocoso dominaba el río Arlanza.
Cuando Fernán González entró para capturar el jabalí, éste se ocultó tras el altar, por lo que el cazador, lejos de darle caza, se puso a orar. Muy cerca de la ermita, en una cueva orientada hacia el río, vivía un eremita llamado Pelayo que, al ver la piadosa actitud de Fernán González, entabló conversación con él, vaticinándole grandes batallas de las que saldría victorioso y su triunfo sobre Almanzor, por entonces azote de la cristiandad.
Merece la pena subir hasta la ermita y disfrutar de las espléndidas vistas que ofrece sobre el Valle del Arlanza, y rememorar así esta historia que, si bien no es más que una leyenda, no deja de ser parte del espíritu de Castilla.
En youtube puedes encontrar un video titulado “Vasquevanas”, que ha sido escrito y dirigido por Jesús Silverio Cavia “Silberius de Ura” y que ofrece una versión libre de esta leyenda.
El Monasterio de Santo Domingo de Silos – Escucha canto Gregoriano en directo
Siempre es un placer acercarse hasta Santo Domingo de Silos y recorrer sus calles con sabor medieval, visitar la abadía benedictina para recorrer el claustro presidido por su altivo ciprés y descubrir su antigua botica, adentrarse por el Desfiladero de la Yecla o degustar un buen asado y unas exquisitas chuletillas de lechazo.
Pero si quieres llevar tu experiencia más allá de lo habitual, te aconsejo que asistas a alguna de las celebraciones litúrgicas y podrás disfrutar además de la ocasión única de oír a los monjes benedictinos cantar Gregoriano durante la misa.
El canto Gregoriano es una forma de antigua plegaria realizada normalmente en latín (salvo el Kyrie Eleison, que se canta en griego), cantada por los monjes a cappella sin acompañamiento musical, y que tan sólo tiene una línea melódica que se ajusta al texto.
Su origen se remonta a los comienzos de la liturgia del Rito Romano, y su nombre le viene del hecho de que se atribuye al Papa Gregorio el Grande (hacia el año 600) la recopilación de los cantos que entonces se practicaban.
Como podrás imaginar, a la vista de los pocos escritos que se conservan de esa época tan antigua, el repertorio es completamente anónimo y ha ido evolucionando con el paso de los siglos.
Para que puedas organizar tu visita adecuadamente te dejo este enlace.
La Princesa Kristina de Noruega – Conoce la tumba de una princesa que vino de Noruega
Si alguna vez visitas Covarrubias, uno de los pueblos más bonitos y con más personalidad de la Provincia de Burgos, es posible que tus pasos te lleven hasta una escultura situada frente a la Colegiata de San Cosme y San Damián: se trata de la escultura de la Princesa Kristina de Noruega, la hija del Rey Haakon IV de Noruega, que viajó hasta España para convertirse en la esposa del Infante Felipe de Castilla, hermano del Rey Alfonso X el Sabio.
La idea del matrimonio fue idea de los reyes Haakon IV y Alfonso X el Sabio, quienes vieron en ello una oportunidad para establecer relaciones comerciales.
Una vez casados, se establecieron en Sevilla, ya que es allí donde residía el infante. Pero el matrimonio duró muy poco, ya que la princesa murió en 1262 sin haber dado descendencia al infante.
Cuando se casaron, el infante había prometido a la princesa (y no lo había cumplido) levantar una capilla en honor a un santo escandinavo llamado San Olav. Al morir, volvió a repetirle la misma promesa, diciéndole que la capilla estaría situada en Covarrubias, si bien tampoco tuvo nunca ninguna intención de cumplirla. Lo que sí que hizo el infante fue enterrar a su esposa en el claustro de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias, en un bello sepulcro gótico que puedes visitar.
En 1958, se procedió a la apertura de la tumba de la princesa para su estudio, descubriéndose el rico ajuar que acompañaba a sus restos, e incluso un pergamino con versos de amor.
Tras este acontecimiento, el vínculo de Noruega con Covarrubias se intensificó, e incluso ha servido para que la Comunidad Autónoma de Castilla y León se hermanase con Noruega, celebrándose cada verano en Covarrubias un festival hispano-noruego con música, bailes y comida típica de ambos países.
El 18 de septiembre de 2011 se vio por fin cumplido el sueño de la princesa, ya que se construyó en el Valle de los Lobos, muy próximo a Covarrubias, la tan deseada iglesia dedicada a San Olav, patrono de Noruega.
El Torreón de Fernán González – Recorre el interior de un imponente torreón del siglo X
La gran joya arquitectónica de Covarrubias es el llamado Torreón de Fernán González, una torre defensiva del siglo X que preside la estampa del pueblo, entres desde donde entres.
Situado en pleno centro del pueblo y muy próximo a su plaza mayor, domina el caserío y te da una idea del pasado medieval de la villa de Covarrubias, transportándote a una época completamente diferente.
El torreón data del siglo X, y como no, fue mandado edificar por el Conde Fernán González, cuya figura, como puedes ver, es omnipresente en la Comarca del Valle del Arlanza.
Su principal singularidad es que forma parte de toda una línea de fortificaciones que se construyeron a lo largo de la cuenca fluvial del Río Arlanza y otros afluentes del Río Duero, para proteger la naciente Castilla de los continuos ataques de las tropas musulmanas.
Actualmente, y aunque ha sufrido diferentes modificaciones y arreglos, es una de las pocas muestras que quedan de arquitectura militar prerrománica, lo que le convierte en un patrimonio casi único.
El torreón es visitable, así que no se te ocurra irte de Covarrubias sin echarle un vistazo por dentro, y si quieres conocer mucho más sobre su historia y todo lo que puedes ver en él, no te pierdas este post del Torreón de Fernán González, en el que te lo contamos todo.
La Ermita de Quintanilla de las Viñas – Visita una apartada ermita visigótica
A los pies de Peñalara, en la que todavía se recorta la silueta de los restos del Castillo de Lara, lugar de nacimiento del Conde Fernán González, se encuentra lo que aún se conserva de la Basílica de Santa María de Quintanilla de las Viñas, una joya visigótica de finales del siglo VII que hay que ver en el Valle del Arlanza.
La iglesia la encontrarás próxima a la localidad del mismo nombre, y si bien no es el único templo visigótico de la provincia de Burgos, ya que hay otro bastante desconocido en San Vicente del Valle, sí que es con mucho el que mayor atractivo tiene de los dos y el que cuenta con las mejores representaciones de arte de estilo hispanovisigótico.
Del gran templo original, que al parecer se asentó sobre una antigua villa romana, solamente queda la cabecera y parte del crucero de lo que fue un templo de planta alargada con tres naves y un pórtico a la entrada.
Sus muros de gran grosor, están formados por robustos sillares que soportan el peso de las bóvedas sin que sea necesaria la existencia de contrafuertes.
Del exterior te llamarán la atención los tres frisos superpuestos que recorren los muros del templo, y que cuentan con una fina decoración de la que sobresalen motivos vegetales en forma de vid, lo que le ha dado nombre al templo.
Como la iglesia es visitable, podrás acceder a su interior, y allí podrás ver un gran arco de herradura que da entrada al ábside y que está finamente decorado en toda su rosca. Este arco está apoyado en dos capiteles con representaciones antropomorfas del sol y la luna, pero de tal forma que el sol es de género femenino y la luna de género masculino.
También en el interior podrás contemplar otros dos bloques que representan a un hombre y a una mujer, acompañados cada uno de ellos por dos ángeles.
Esta singular iglesia fue declarada Monumento Nacional (Bien de Interés Cultural) el 25 de noviembre de 1929.
Muy próximos a la ermita, puedes visitar también dos hitos culturales de gran importancia: el Dolmen de Cubillejo de Lara, y el yacimiento de icnitas (huella de pisadas) de dinosaurio llamado Las Sereas 7.
Dónde alojarte en el Valle del Arlanza
Para conocer todos estos monumentos medievales que hay que ver en el Valle del Arlanza, puedes alojarte en Covarrubias o en Santo Domingo de Silos.
En Covarrubias te recomendamos el Hotel Doña Sancha, un hotel rural con mucho encanto construido en el estilo tradicional de la zona del Arlanza. Otra opción en pleno centro de Covarrubias es el Hotel Nuevo Arlanza, que además cuenta con restaurante. El Hotel Rural Princesa Kristina es otro de los alojamientos que encontrarás en Covarrubias, se trata de un pequeño hotel muy coqueto. Y para completar la oferta tienes el Hotel Rey Chindasvinto, junto a la Colegiata.
En Santo Domingo de Silos un hotel que nos gusta mucho es el Hotel Tres Coronas, que se encuentra en un palacio del siglo XVIII frente al Monasterio. Otro alojamiento singular es la Hospedería del Convento de San Francisco que se encuentra situada en un convento franciscano del siglo XVI, que encontrarás a las afueras del pueblo. Además de hoteles, en Santo Domingo de Silos puedes encontrar otras opciones como la casa rural El Ciprés y los Apartamentos Santo Domingo de Silos.
Si te ha gusta este post sobre lo que hay que ver en el Valle del Arlanza, mira esta serie a la que pertenece
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