FARO Portugal es la capital del Algarve y uno de los lugares que merece la pena recorrer, para descubrir una bonita ciudad del mas puro estilo portugués, rodeada de algunas de las playas más impresionantes del país.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
- 1 Faro Portugal, cómo es y qué vas a encontrar
- 2 Faro Portugal, el mapa con todo lo que hay para ver
- 3 Faro Portugal, los lugares que tienes que ver
- 3.1 Marina de Faro
- 3.2 Jardín Manuel Bivar
- 3.3 Arco da Vila
- 3.4 El Centro Histórico – Vila Adentro
- 3.5 Catedral de Faro – Sé de Faro o Igreja de Santa Maria
- 3.6 Museo Municipal de Faro Portugal
- 3.7 Arco del Descanso – Arco do Repouso
- 3.8 Murallas de Faro
- 3.9 Palacete Belmarço
- 3.10 Zona comercial de Faro
- 3.11 Iglesia del Carmen – Igreja do Carmo
- 3.12 Capilla de los Huesos – Capela dos Ossos
- 3.13 Parque Natural de Ría Formosa
- 4 Faro Portugal, las mejores playas
- 5 Otros lugares interesantes de Portugal
- 5.1 Qué ver en SINTRA, sus 12 lugares imprescindibles
- 5.2 LAGOS Portugal, qué ver en la «PERLA DEL ALGARVE»
- 5.3 QUÉ VER EN EL ALGARVE, una ruta de 10 días para no perderte nada
- 5.4 Descubre el jardín encantado: La Quinta da Regaleira de Sintra
- 5.5 Chaves, la ciudad del agua al norte de Portugal
- 5.6 Qué ver en Braganza, el castillo más bonito del norte de Portugal
Faro Portugal, cómo es y qué vas a encontrar
Con casi 70.000 habitantes, Faro Portugal es la ciudad más grande del Algarve portugués y su capital.
Su origen se remonta a los siglos IV o V de nuestra era, cuando comenzó siendo una colonia fenicia conocida como Ossónoba. Pasó después por manos romanas, visigodas y musulmanas, hasta ser reconquistada en el año 1249 y convertirse en capital del Algarve en el siglo XVI.
Como todas las poblaciones costeras de Portugal, sufrió el ataque de los corsarios británicos durante el siglo XVI, así como serios daños tras el terremoto de Lisboa de 1755, por lo que necesitó una remodelación urbana profunda que ha dado lugar a la ciudad actual.
Faro está bañada por las aguas de la Ría Formosa, uno de los principales parques naturales de Portugal y un revulsivo turístico, con algunas de las mejores playas de la península ibérica.
Dispone de una buena oferta hotelera y está muy bien situada geográficamente, por lo que, además de ser un buen lugar donde alojarse, te servirá como base de operaciones para dedicar unos días a conocer esta zona oriental del Algarve.
Aquí tienes la ruta que hicimos por el Algarve, por si quieres preparar una similar:
Faro Portugal es el principal motor económico del Algarve y cuenta con un aeropuerto internacional muy concurrido, lo que la convierte en un importante centro de recepción de turistas. Se podría decir que por aquí pasan prácticamente todos los europeos (ingleses, sobre todo), que llegan al Algarve en avión. Si quieres buscar un vuelo a Faro, aquí tienes el enlace del buscador que solemos utilizar para buscar vuelos baratos.
A la vez esto es un hándicap para esta bonita ciudad, pues muchos la consideran un lugar de paso y no invierten ningún tiempo en visitar su centro histórico y conocerla.
Llegar hasta Faro Portugal desde España no tiene ninguna dificultad, pues puedes llegar por autovía hasta la misma ciudad. Ten en cuenta que es obligatorio pagar los peajes automáticos, pues de lo contrario tendrás una desagradable sorpresa a tu regreso. Aquí te explicamos el tema de los peajes:
Como seguro que a ti sí que te interesa descubrir Faro, toma buena nota de todos los sitios que no te puedes perder de esta bonita y animada ciudad costera.
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Faro Portugal, el mapa con todo lo que hay para ver
Faro Portugal, los lugares que tienes que ver
Faro Portugal no es demasiado grande, por lo que podrás visitarlo perfectamente en un solo día y sin estresarte.
Para que el recorrido se te haga ameno y no te dejes nada, hemos preparado para ti la siguiente ruta por sus lugares más destacados.
De todos modos, si eres de los que prefieren una visita guiada, aquí tienes la opción de reservarla.
Marina de Faro
La Marina es el lugar más céntrico y vistoso de Faro, por lo que es un lugar perfectamente reconocible desde el que comenzar tu visita a esta bonita ciudad.
Este puerto deportivo es uno de los mas importantes del Algarve y toda una seña de identidad de Faro, pues todo el mundo busca hacerse una foto con las letras gigantes en las que se lee el nombre de la ciudad, con los yates como telón de fondo.
Aunque el mejor aparcamiento para estacionar tu vehículo está situado en el Largo o Plaza de San Francisco, también es relativamente fácil estacionar en las calles que bordean los laterales del puerto.
🧐 UNA CURIOSIDAD
Frente al puerto verás un edificio blanco, bajo y alargado, que es la Aduana de Faro Portugal.
En su parte trasera, hay una calle peatonal con el suelo pavimentado con teselas de piedra. La debió de diseñar algún amante de las matemáticas, pues está adornada con el número PI, expresado con todos los decimales que cupieron a lo largo de la calle.
Desde la Marina de Faro salen excursiones para recorrer la Ría Formosa y para otras actividades de lo más interesantes. Aquí te dejamos un par de opciones que seguro que te gustarán.
Jardín Manuel Bivar
Al lado de la Marina se encuentran el Jardín Manuel Bivar, un agradable y céntrico paseo, con templete incluido, por el que tendrás que pasar para poder visitar, tanto el centro histórico de Faro Portugal, como las calles más modernas y comerciales.
Seguro que te llamará la atención el palacete que preside el jardín y que sirve de sede al Banco de Portugal. Se trata de un impresionante palacio de inspiración oriental con una cuidada decoración exterior, lo que hace que parezca que ha sido traído directamente desde El Cairo o Estambul.
Otro de los edificios más importantes que delimitan este paseo y que queda muy próximo de tu siguiente destino, es la Iglesia de la Misericordia. Aunque es originaria del siglo XVI y fue construida en estilo gótico manuelino, hoy puede considerársela como barroca, pues hubo que hacerla casi nueva después del terremoto de 1755.
🛏 NUESTRO CONSEJO DE ALOJAMIENTO EN FARO PORTUGAL
Visitamos el Algarve en dos ocasiones y en una de ellas quisimos quedarnos unos cuantos días en Faro para disfrutar de las playas y conocer en profundidad esta zona del Algarve, por lo que buscamos un apartahotel que nos diera las ventajas de un hotel con la libertad de un apartamento.
Nos alojamos en el ROOTS HOTEL, lo que fue una decisión de lo más acertada, pues además de estar bastante céntrico y tener aparcamiento, ofrecía unos apartamentos completamente equipados, con zona de cocina y comedor incluidas. Contaba además con piscina, lo que nuestros hijos agradecieron infinitamente los días de calor.
Arco da Vila
En uno de los extremos del Jardín Manuel Bivar se encuentra el Arco da Vila, la entrada principal por la que acceder al centro histórico de Faro. Aquí lo conocen como Vila Adentro y corresponde con la parte de la ciudad que queda dentro del perímetro de la muralla de origen árabe.
Si buscas restos de arquitectura árabe dentro de Vila Adentro te vas a llevar una decepción, pues no se conserva ningún resto de esta época ni estilo. Únicamente hay un arco de herradura, llamado la Puerta Árabe, que está precisamente dentro del Arco da Vila y que sería la antigua puerta de entrada a la ciudad. Este arco es muy importante, pues es de los pocos restos de arquitectura musulmana que se conservan en Portugal y en su posición original.
El Arco da Vila, de un estilo neoclásico muy similar al italiano, a pesar de estar en el Algarve, fue construido a principios del siglo XIX por iniciativa del obispo D. Francisco Gomes do Avelar, pues la antigua puerta de entrada a Vila Adentro había sido destruida por el terremoto de Lisboa de 1755.
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El Centro Histórico – Vila Adentro
Una vez atravesado el Arco da Vila, tendrás la sensación de que todo ha cambiado radicalmente, pues te internarás por el Faro más genuino, antiguo y tradicional. Por todos lados hay pequeñas casas de un blanco inmaculado, con ese toque decadente al estilo portugués que tiene tanto encanto.
El centro es pequeño y no tiene pérdida. Un paseo sin rumbo fijo, te llevará por calles y plazas absolutamente tranquilas, que contrastan con el bullicio de la zona de la marina.
En muy poco pasarás frente al Ayuntamiento de Faro y llegarás al Largo da Sé, una plaza con forma de letra L, a la que da la fachada de la Catedral o Sé de Faro. La plaza está delimitada por las alargadas fachadas del Palacio Episcopal y del Seminario de San José.
Otra de las plazas que llamará tu atención es la Praça Dom Afonso III, presidida por la estatua de este rey portugués que reconquistó Faro en el siglo XIII.
Esta última plaza formaba parte de la antigua judería de Faro, dando a ella, tanto la parte trasera de la Sé, como el Convento de Nuestra Señora de la Asunción, reconvertido hoy en el Museo Municipal de Faro.
😉 CONSEJO
Si quieres disfrutar de la calma y tranquilidad de Vila Adentro, siéntate en cualquiera de las terrazas de esta zona a tomar algo y disfruta mientras dejas que pase el tiempo sin prisa, al mas puro estilo portugués.
Callejeando por Vila Adentro llegarás seguramente a la Porta Nova, una puerta que se abrió en la muralla para pasar a la zona de la costa. Desde esta puerta se accede directamente a un pequeño paseo marítimo situado entre la costa y la parte exterior de la muralla.
Esta parte de la muralla es la que corresponde con la ubicación del antiguo Castillo de Faro, cuyas ruinas fueron utilizadas en el siglo pasado para ubicar una fábrica de cervezas.
Faro tiene un encanto especial en las cálidas noches de verano, por lo que te proponemos esta idea original para conocer Faro.
Catedral de Faro – Sé de Faro o Igreja de Santa Maria
La visita a la Catedral o Sé de Faro es obligatoria, pues al fin y al cabo es el edificio más notable de la ciudad.
Está ubicada sobre las ruinas de un antiguo templo romano y fue construida en 1251, apenas dos años después de ser reconquistada la ciudad.
No esperes encontrarte con un edificio fastuoso del estilo de las catedrales góticas españolas, pues en realidad es bastante modesta, aunque no por ello deja de tener su interés.
Como a lo largo de su vida ha tenido muchas ampliaciones y reformas, podrás apreciar en ella trazas de estilos gótico, renacentista o barroco.
Lo que más llama la atención de ella es su robusta torre-campanario que sirve también de entrada al templo. No dejes de subir hasta su azotea superior para disfrutar de las vistas de Faro y de la Ría Formosa.
La Catedral cuenta también con un pequeño patio ajardinado, en el que hay una curiosa capilla exterior en la que se han utilizado huesos de seres humanos para decorar las paredes.
Museo Municipal de Faro Portugal
Para nosotros fue toda una sorpresa visitar el Museo Municipal de Faro, que prácticamente puede ser considerado como un museo arqueológico.
Este museo ocupa lo que en su día fue el convento renacentista de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, y cuenta con un bonito claustro que podrás recorrer durante la visita.
En la zona de exposición podrás ver una interesante y completa muestra de piezas prehistóricas, romanas e islámicas.
Aunque seguro que la pieza de todo el museo que más te llamará la atención, será el impresionante Mosaico del dios Océano, datado en el siglo III. Aunque desafortunadamente no se conserva entero, no cabe duda de que se trata de una pieza única, de una calidad excepcional.
Arco del Descanso – Arco do Repouso
Para salir de Vila Adentro, tendrás que pasar por la doble arquería del Arco do Repouso, la puerta de la ciudad que mejor ha conservado el carácter defensivo para el que fue construida originalmente.
Formaba parte de las murallas que protegían Vila Adentro y es originaria del siglo XII. Tras la reconquista de Faro en el siglo XIII, le añadieron las dos torres albarranas que le dan su aspecto imponente y que a la vez permitían una mejor defensa de este importante punto de acceso a la ciudad.
Dice una leyenda local, que tras la batalla por la reconquista de la ciudad, el rey Dom Afonso III y sus tropas se sentaron a la sombra de este arco para descansar, motivo por el que le fue dado el nombre de Arco del Descanso.
Murallas de Faro
Saliendo de Vila Adentro por el Arco do Repouso y girando a tu derecha, hay una zona ajardinada en la que podrás ver algunos de los lienzos de la antigua muralla medieval que mejor se han conservado.
Las murallas son de origen musulmán y fueron construidas entre los siglos XII y XIII, cuando gobernaba en esta zona de la península la dinastía almohade.
A pesar de su antigüedad y de los daños que sufrieron durante el famoso terremoto de Lisboa, se mantienen en un estado de conservación bastante aceptable. Incluso se mantiene en pie una torre de estilo bizantino, de planta poligonal.
En esta zona se encuentra el Largo de San Francisco, del que te hablé al principio de este post para decirte que cuenta con una amplia superficie de aparcamiento, en la que podrás estacionar si no consigues hacerlo en la zona de la Marina.
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Palacete Belmarço
Volviendo al Arco do Repouso y siguiendo el camino como si salieses de él hacia tu izquierda, podrás ver también algún lienzo de la muralla y lo que queda de una torre de planta cuadrada.
Esta calle, que discurre pegada a la muralla, te llevará hasta el Arco da Vila por el que entraste a Vila Adentro.
En tu camino te encontrarás con el Palacete Belmarço, un bonito edificio modernista de principios del siglo XX, que fue construido por el adinerado comerciante Manuel de Jesús Belmarço, para ser su residencia personal.
El palacete está ricamente decorado con detalles de inspiración Art Nouveau y, cuenta incluso con una torre que rompe la simetría de la fachada.
Frente a él se encuentra el Consulado de Brasil, con una decoración exterior en blanco y amarillo, que le da un cierto aire andaluz.
Zona comercial de Faro
Una vez que llegues nuevamente al jardín Manuel Bivar, tienes que tomar la Calle Dom Francisco Gomes para internarte por la zona céntrica y comercial de Faro Portugal, muy próxima a Vila Adentro, pero ya por fuera de la zona amurallada.
Se trata de una serie de calles peatonales con tiendas, bares y restaurantes, en las que disfrutarás dando un paseo, máxime si el día es caluroso y soleado, pues hay dispuestos toldos de una fachada a otra para dar sombra a las calles.
Lo mejor es que camines sin rumbo por las calles principales de Santo António o 1º de Dezembro, internándote por las callejas laterales.
Las características que te permitirán identificar todas las calles de esta zona, es que están bordeadas por edificios de escasa altura y, que los pavimentos que pisarás son una verdadera obra de arte, construidos con teselas de piedra que dibujan delicados motivos geométricos diferentes en cada calle.
Iglesia del Carmen – Igreja do Carmo
Finalizada la visita a la zona céntrica de Faro Portugal, tienes que dirigirte ahora a la Iglesia do Carmo, sin duda la más importante y excepcional de la ciudad.
De camino pasarás frente a la Iglesia de San Pedro, mucho más modesta que aquella a la que te diriges, pero que te llamará la atención por su blanco inmaculado y su portada renacentista.
La Iglesia del Carmen es perfectamente reconocible, pues preside una amplia explanada peatonal a la que se abre su fachada principal. Esta fachada barroca es digna de admiración, con sus dos torres campanarios, su escalinata de acceso, así como la decoración de sus ventanas y sus detalles pintados en amarillo.
La iglesia fue construida en 1713 y en su interior hay una magnífica representación de altares dorados.
Con todo, la capilla más visitada de su interior es la Capilla de los Huesos (Capela dos Ossos), decorada con los huesos de más de 1000 esqueletos, un lugar siniestro que te sorprenderá.
Capilla de los Huesos – Capela dos Ossos
La Capilla de los Huesos fue construida en 1816 al lado de la Iglesia do Carmo, sobre un antiguo cementerio de monjes carmelitas.
Posiblemente para recordar este origen, a alguien se le ocurrió la idea de “decorar” sus paredes utilizando los huesos y cráneos exhumados de más de un millar de monjes.
La verdad es que, aunque es un lugar de lo más lúgubre, no deja de ser bastante curioso, prueba de lo cual es que raro es el visitante de Faro Portugal que no pasa a conocerla.
Al entrar en la capilla, hay una inscripción que dice algo así como «considera que a este estado llegarás”, para que te quede clara tu condición mortal.
Parque Natural de Ría Formosa
La Ría Formosa es un complejo laberinto de canales, marismas, lagunas, islas, dunas y playas vírgenes, separado del Océano Atlántico por una sucesión de barras e islas alargadas, con nombres tan sonoros como Isla de Barreta, Isla de Culatra o Isla de Armona.
Con más de 6000 hectáreas de superficie, está clasificada como Parque Natural desde 1987 y ofrece refugio a una importante y diversa avifauna.
Aquí se encuentran algunas de las mejores playas de Europa, en muchas de las cuáles tendrás la sensación de que te encuentras en el Caribe o en una isla desierta.
Hay muchas excursiones en barco que te permitirán recorrer el Parque Natural de la Ría Formosa. Puedes participar en un tour en kayak, descubrir su abundante avifauna, dar un paseo en catamarán al atardecer, o bien trasladarte hasta sus islas y playas.
Faro Portugal, las mejores playas
Si quieres alucinar con inmensos arenales de kilómetros y kilómetros de longitud, por los que poder caminar teniendo la sensación de que lo haces por una isla desierta, toma nota de las playas que te vamos a aconsejar.
Todas ellas pertenecen al Parque Natural de la Ría Formosa, por lo que son espacios singulares que hay que respetar y evitar contaminar.
Para ir a las playas de las islas de la Ría Formosa, lo mejor es que vayas a la cercana localidad de Olhão, a apenas 10 kilómetros de Faro, ya que se encuentra más centrada en el Parque Natural y desde allí hay más opciones para ir en el ferry de línea o en taxi-lancha a todos los puntos. En el mapa del post, te indicamos el punto de Olhão desde el que salen todos los barcos.
Una vez que hayas conocido las paradisíacas playas de Faro, puedes optar por conocer las playas con acantilados de Lagos, que corresponde con la zona occidental del Algarve.
Lagos es conocida como la «Perla del Algarve» y es un destino turístico que merece la pena visitar. Aquí puedes consultar todo lo que hay que ver en Lagos.
Playa de Faro – Praia de Faro
La Playa de Faro es la más próxima a la ciudad, por lo que es también una de las mas concurridas, lo que hace que pierda algo de encanto.
En contrapartida, tiene la ventaja de que es la que dispone de más bares, restaurantes e incluso tiendas, así que tú decides.
Hay una carretera que lleva hasta la playa, finalizando en un aparcamiento de unas 200 plazas en el que, en plena temporada, puede ser un poco complicado encontrar donde estacionar, por lo que es aconsejable no ir demasiado tarde.
Playa de Ancão – Praia do Ancão
Un poco más apartada de Faro Portugal, está la Playa de Ancão, una de nuestras favoritas.
Se encuentra en una zona de urbanizaciones de cierto nivel y cuenta con amplias zonas habilitadas para aparcar.
El aparcamiento está separado de la playa por zonas protegidas, por lo que hay pasarelas de madera que evitan que las pises y que te llevan directamente hasta la playa y a los restaurantes próximos.
En estas zonas protegidas vive la vegetación típica de los ecosistemas de dunas de arena, un grupo de plantas capaces de soportar las duras condiciones de salinidad y falta de humedad en las que viven, pero muy sensibles a las acciones externas.
🤓 UN DATO QUE TE INTERESARÁ
De todas las plantas que viven en esta zona de dunas, la siempreviva del monte es la más fácil de identificar por el intenso olor a curry que desprende. No te dejes engañar por su aroma, ya que el curry no se obtiene de ella y es tóxica si se consume.
Playa de Barreta – Praia da Barreta
Esta playa se encuentra en la Isla de Barreta o Deserta, por lo que para ir hasta ella lo mejor es que tomes el barco en Olhão.
Como todas las que se encuentran en las islas alargadas que separan el Parque Natural de Ría Formosa del Océano Atlántico, es de las más bonitas y menos concurridas. De hecho, es tan grande que basta que andes un rato para estar completamente separado de otros visitantes de la playa.
Caminando por la playa puedes llegar hasta el Cabo de Santa María, el punto más meridional de Portugal.
Playa de Culatra – Praia da Culatra
Para mi gusto, la Playa de Culatra es la mejor que hay cerca de Faro, seguida de la de Ancão.
Pertenece a la Isla de Culatra, por lo que para llegar a ella tienes que tomar el barco que sale de Olhão y que te deja en Culatra, un pueblecito pesquero de lo más pintoresco.
Para llegar hasta la playa hay que atravesarlo entero y después caminar medio kilómetro por una pasarela de madera que te lleva por una zona protegida. El paseo es una pasada de bonito, así que te aconsejo que no vayas cargado como un mulo para disfrutarlo plenamente.
La playa es larguísima, con una arena completamente blanca y el agua del mar está limpia y trasparente. Incluso te diré que, aunque de directamente al Océano Atlántico, el agua no está especialmente fría en pleno verano. Si alguna vez he tenido la sensación de estar en una isla desierta, ha sido aquí.
Si en esta playa sigues la línea de costa con el mar a tu derecha, llegarás a la zona que los lugareños llaman Playa Desierta, lo que te da una idea de lo que te digo.
Playa de Farol – Praia do Farol
Está situada en la parte más occidental de la Isla de Culatra (a esa parte la llaman Isla de Farol), cerca de un pueblecito llamado Farol, por lo que tienes que tomar el mismo barco que para ir a la Playa de Culatra, pero bajarte en la parada siguiente.
La playa está muy cerca de la zona de desembarco por lo que hay que caminar muy poco para llegar a ella, lo que hace que sea una de las playas más concurridas de las de la zona de islas.
Playa de Armona – Praia da Armona
Del estilo de las playas anteriores, se encuentra en la Isla de Armona, por lo que también tienes que tomar un ferry en Olhão para llegar hasta ella.
Playa de Barril – Praia do Barril
La Playa de Barril es la más alejada de Faro, como a una media hora en coche, pero la hemos incluido porque es una de las más peculiares y visitadas, tanto por su famoso Cementerio de Anclas, como por su tren.
La Playa de Barril está en la Isla de Tavira, por lo que hay que llegar primero hasta la localidad de Pedras d’el Rey y aparcar allí el coche en el aparcamiento de pago.
Desde este pueblo sale un trenecito que te llevarás hasta la playa atravesando la zona protegida. Aunque también se puede ir andando, te aconsejo que vayas en él, sobre todo si vas con niños, pues no deja de ser una experiencia divertida por unos pocos euros.
La playa está bastante concurrida y cuenta con zona de restauración con bares, restaurantes y baños públicos.
Una de las cosas más peculiares de esta playa es el Cementerio de Anclas. Se trata de una zona de la playa a la que no se puede pasar, y en la que han dispuesto alineadas unas 250 anclas viejas, de diferentes formas y tamaños.
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