Uno de los mayores atractivos de los Pirineos son la multitud de cascadas que se pueden encontrar a lo largo de sus numerosos ríos y arroyos. Para que no te pierdas ninguna de las mejores, te hemos preparado esta guía con las cascadas del Pirineo Aragonés más bonitas y espectaculares que puedes encontrar en toda la cordillera.
Las cascadas son, con diferencia, uno de los espectáculos más atractivos con los que puedes encontrarte en la naturaleza y, para que se formen, sólo es necesario un valle agreste por el que discurra un río.
La gran ventaja del Pirineo Aragonés es que valles, hay todos los que quieras y, todos son bastantes agrestes o tienen un fondo de valle brusco por el que se precipita el agua. Por su parte, los ríos son generalmente bastante caudalosos y el agua no suele faltar, ya que las cumbres nevadas proporcionan agua de deshielo a los ríos, incluso durante los veranos más secos y calurosos.
Para organizar la visita a las muchas cascadas del Pirineo Aragonés, hemos seguido el criterio de ordenarlas por valles y ríos, con lo que te resultará mucho más fácil localizarlas, y además te indicamos cómo puedes llegar a cada una de ellas y cuál es la localidad más cercana.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
- Las Cascadas del Pirineo Aragonés que querrás conocer
- Cascadas del Valle de Ordesa – desde la Pradera de Ordesa hasta el Circo de Soaso
- Cascadas del Valle de Ordesa – desde Torla hasta la Pradera de Ordesa
- Cascadas del Valle de Ordesa – Circo de Cotatuero
- Cascadas del Valle de Bujaruelo y sus afluentes
- Cascadas del Valle de Broto
- Cascadas del Valle de Pineta
- Cascadas del Valle de Tena
- Cascadas del Valle de Benasque
- Continúa descubriendo los lugares imprescindibles de los Pirineos
- Ruta por el valle de Bujaruelo en la reserva de la biosfera Ordesa-Viñamala
- Ruta al Ibón de Plan o Basa La Mora, un lago legendario de los Pirineos
- Conoce el románico de las iglesias del Valle de Boí
- El Valle de Benasque, a la sombra de los tresmiles
- La ruta de las ermitas de Tella: entre brujas y tormentas
- Ruta por el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
Las Cascadas del Pirineo Aragonés que querrás conocer
Cascadas del Valle de Ordesa – desde la Pradera de Ordesa hasta el Circo de Soaso
No se puede hablar de cascadas del Pirineo Aragonés sin empezar por el Valle de Ordesa. Por el fondo de este precioso valle que forma parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, discurre el Río Arazas formando, ni más ni menos, que ocho de las más bonitas cascadas del Pirineo Aragonés.
Las más famosas de todas ellas son las que te irás encontrando si haces la ruta senderista clásica que parte de la Pradera de Ordesa y llega hasta el Circo de Soaso, punto final del Valle de Ordesa. Si vas en época estival, te encontrarás con que no se puede llegar a la Pradera de Ordesa en vehículo particular, por lo que tendrás que tomar uno de los autobuses lanzadera que desde la localidad de Torla te llevan hasta la Pradera de Ordesa.
Por eso, el mejor lugar para buscar alojamiento, si quieres conocer estas cascadas del Valle de Ordesa, es el pueblo de Torla. Nosotros nos solemos alojar en el hotel Villa de Torla, que es un hotel de gestión familiar, muy agradable, en el que siempre hemos estado muy a gusto. Pero si quieres buscar otra opción, desde aquí puedes hacerlo.
Una vez que comienzas la ruta desde la Pradera de Ordesa, a medida que vas ascendiendo por el valle los 550 m de desnivel de esta ruta clásica, te encontrarás las siguientes cascadas:
Cascada de Arripas
La Cascada de Arripas es la primera que te encontrarás y, como empezarás a estar algo cansado por la ascensión, la parada es segura y obligatoria. Tiene un mirador desde el que podrás fotografiarla.
Cascada de la Cueva
Un poco más adelante encontrarás esta auténtica maravilla de la naturaleza que también tiene un pequeño mirador. Pero lo mejor es aprovechar la opción que ofrece la Cascada de la Cueva de descender por un sendero hasta el río, ya que desde allí la visión de la cascada es grandiosa.
Cascada del Estrecho
La Cascada del Estrecho está casi pegada a la anterior, y también tiene un pequeño mirador para disfrutarla en todo su esplendor.
A partir de aquí vamos a perder de vista el Río Arazas durante un buen trecho, hasta llegar a nuestro siguiente destino.
Gradas de Soaso
Una vez que ya has superado casi 500 m de desnivel de la ruta desde la Pradera de Ordesa, el valle va perdiendo pendiente, se hace más abierto, y apenas hay árboles a tu alrededor. El camino vuelve a ir cerca del río y, es cuando nos encontraremos con las Gradas de Soaso, una sucesión de cascadas en escalera, que después de la ascensión que llevas a cuesta, seguro que te obligarán a parar para disfrutarlas y fotografiarlas.
Cascada Cola de Caballo
Superadas las Gradas de Soaso, llegamos al Circo de Soaso. Es el final del valle glaciar y ofrece un paseo muy cómodo y agradable. Es completamente llano, el valle es abierto en forma de U y, tiene unas vistas preciosas del Macizo de Monte Perdido.
Lo curioso es que desde aquí no hay ni rastro de la Cascada Cola de Caballo y, es que para verla hay que ir hasta el final del valle, ya que se encuentra escondida en un recodo rocoso a la izquierda.
Este es el punto culminante de la ruta y, lugar ideal para descansar a la vez que te quedarás boquiabierto viendo la bonita cascada que cae desde lo alto del Barranco de Goriz, y cuyas aguas se abren como si realmente fueran la cola de un caballo.
Cascadas del Valle de Ordesa – desde Torla hasta la Pradera de Ordesa
Si no te conformas con lo que has visto y quieres ver más, también puedes hacer a pie el tramo que recorre el autobús desde Torla hasta la Pradera de Ordesa. Se trata de un camino que sale cerca de Torla y que atraviesa el Abetal de Turieto. Este tramo será también obligatorio para ti si tienes perro, ya que no está permitido subirles en el autobús.
Hacer esta ruta adicional te permitirá ver otras tres cascadas del Pirineo Aragonés que son bastante desconocidas y, que para los viajeros del autobús seguramente habrán pasado inadvertidas. Te aviso de que el acceso a ninguna de ellas está acondicionado como en las anteriores que te he indicado y, de que además cuesta verlas en su esplendor.
Cascada de Molinieto
Posiblemente sea la cascada más inaccesible de todas y hay que verla desde la lejanía, dado su tamaño y ubicación. La Cascada de Molinieto está situada muy cerca del punto donde el Río Arazas desemboca en el Río Ara, que es el que pasa por Torla y de cuyo valle te hablaré más adelante.
Cascada Tamborrotera
Según ganamos altura, te encontrarás con la bonita Cascada Tamborrotera que sí cuenta con un sendero que lleva hasta el río para poder verla completamente desde su frente.
Cascada de los Abetos
El nombre le viene porque está situada en el corazón del Abetal de Turieto. Tiene un pequeño mirador para verla, pero la vegetación dificulta mucho su contemplación completa.
Dejando atrás la Cascada de los Abetos, llegarás poco después al Monumento a Lucien Briet “el cantor de Ordesa”, un francés enamorado de esta tierra que a finales del siglo XIX recorrió y fotografió todos sus rincones. El monumento es el aviso de que prácticamente ya has llegado a la Pradera de Ordesa.
Cascadas del Valle de Ordesa – Circo de Cotatuero
Si estás haciendo la ruta clásica senderista de Ordesa que te he contado al principio de este post, verás que al poco de salir de la Pradera de Ordesa hay un desvio a tu izquierda que te lleva hasta el Circo de Cotatuero y a su espectacular cascada.
Cascada de Cotatuero
El Circo de Cotatuero es un pequeño valle transversal al del Ordesa, que la erosión apenas si ha podido desarrollarlo con el paso del tiempo, por lo que es muy corto y empinado. Tanto es así que el valle se llama en realidad Barranco de Cotatuero.
Desde su parte más alta cae vertiginoso el Río Cotatuero formando la cascada del mismo nombre, que con sus 200 m de caída, es la más alta del valle de Ordesa.
El camino que lleva hasta la Cascada de Cotatuero cruza el río por un puente, permitiendo unas vistas estupendas de la cascada.
Cascadas del Valle de Bujaruelo y sus afluentes
Ya te he contado que el Río Arazas desemboca en el Río Ara, que es el que pasa junto a Torla.
Este río discurre a lo largo del Valle de Bujaruelo, desde su nacimiento en el Viñamala o Comachibosa -que es como le llaman en aragonés a esta montaña que hace de límite entre Francia y España-, hasta la localidad de Torla.
Si remontamos el Río Ara siguiendo la ruta por el Valle de Bujaruelo que te describimos en nuestro blog, encontrarás tres bonitas cascadas que puedes añadir a tu lista particular de cascadas del Pirineo Aragonés.
Cascada de Otal
La primera cascada que hay que visitar no se encuentra precisamente en el Valle de Bujaruelo, sino en el Valle de Otal.
Al poco de comenzar a recorrer el Valle de Bujaruelo partiendo de la Ermita de Bujaruelo, al lado del puente del mismo nombre, tendrás que desviarte a tu izquierda al Valle de Otal, para remontarlo completamente hasta su cabecera, lugar en el que encontrarás esta coqueta y desconocida cascada.
Estate atento a los silbidos que oirás en las laderas del valle cubiertas de pinos negros, porque se trata de marmotas, que en este valle resultan especialmente abundantes.
Salto de Pich
Una vez que has vuelto al Valle de Bujaruelo y sigues remontándolo, te encontrarás a tu derecha y al lado del camino con el Salto de Pich, una cascada de caudal modesto aunque bastante alta, por lo que resulta muy fotogénica.
Cascada de Ordiso
No tendrás que seguir mucho más para llegar hasta el puente y refugio de Ordiso, situados al lado del camino que sube al Valle de Ordiso. Este valle, al igual que el de Otal, es un claro ejemplo de valle colgado, llamado así porque su base está mucho más alta que la del Valle de Bujaruelo, en el que desemboca.
Precisamente es esta diferencia de desnivel, la que hace que el Río Ordiso caiga desde el Valle de Ordiso al Valle de Bujaruelo, formando una sucesión de rápidos y cascadas que le dan una nota pintoresca al bonito lugar en el que te encuentras, y desde el que ya empiezan a divisarse el Viñamala y sus glaciares.
Cascadas del Valle de Broto
Si el valle que hay desde Torla hacia aguas arriba del Río Ara es el Valle de Bujaruelo, el valle que queda aguas abajo es el de Broto.
Y es a la localidad de Broto a donde debemos dirigirnos para ver las dos siguientes cascadas del Pirineo Aragonés que no hay que perderse. Por lo que es Broto el mejor lugar para alojarte en esta zona.
Cascadas de Sorrosal
En muchos sitios se habla de la Cascada de Sorrosal en singular, pero en realidad son dos las que hay que ver.
Justo al lado de Broto, el Río Sorrosal desemboca en el Río Ara, y para poder visitar las dos cascadas que te indico, tan sólo hay que remontar el Río Sorrosal por un camino muy cómodo y acondicionado.
Al poco de empezar a andar, verás a tu izquierda la primera cascada. No es tan famosa ni espectacular como la del fondo del vallejo por el que estás caminando, pero te diré que el día que nosotros la vimos, tenía gran cantidad de agua y nos pareció una auténtica maravilla.
Cuando llegas al fondo del valle es cuando te encuentras con la auténtica Cascada de Sorrosal. Es un salto de agua de bastante altura, muy bonito y muy definido, que tiene al lado una vía ferrata por la que suele verse gente practicando la escalada en roca.
Además, el entorno geológico de esta cascada es realmente espectacular, motivo por el que es un punto señalado para visitar en todas las guías del Geoparque del Sobrarbe. Los pliegues de la roca son tan increíbles y marcados, que da la sensación de que en vez de roca son de plastilina.
Cascadas del Valle de Pineta
Seguimos en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, pero ahora nos vamos a su sector este, al Valle de Pineta, que empieza en la localidad de Bielsa y acaba a los pies del Macizo de Monte Perdido. Por ello, el mejor lugar para alojarte en esta zona es el pueblo de Bielsa, que es el más grande.
El Valle de Pineta, recorrido por el Río Cinca, es una auténtica maravilla de la naturaleza. Yo creo que es el valle glaciar mejor definido que he visto en mi vida. Precisamente ha sido esta belleza la que ha hecho que esté bastante urbanizado, motivo por el que realmente sólo el final del valle está dentro del Parque Nacional, y es a este punto a donde tienes que dirigirte.
Churros de Marboré
La parte más alta del paredón del final del valle es lo que se llama el Balcón de Pineta, y es allí donde se encuentra el Lago de Marboré, uno de los lagos de montaña que no hace mucho te recomendamos en nuestro blog.
Dada la gran cantidad de nieve que hay en la parte alta de Pineta, desde allí cae escalonada una sucesión de increíbles cascadas que los lugareños llaman los Churros de Marboré, y que sin duda, son de las cascadas del Pirineo Aragonés más espectaculares que pueden verse.
Desde donde mejor se aprecian en todo su conjunto es desde la base del valle, aunque si quieres acercarte hasta ellos y sentir la lluvia que producen, hay un camino que sin pérdida guiará tus pasos.
Lógicamente, estas aguas de deshielo son realmente el nacimiento del Río Cinca, uno de los más importantes de Aragón, con perdón del Río Ebro.
Nosotros vamos a seguir ese camino en su parte inicial, lo que te permitirá pasar sobre las cascadas situadas a cota más baja, y sin hacer caso del cartel que dirige a los Churros de Marboré, deberás dirigirte hacia los Llanos de Lalarri.
Cascada de la Fuente de Sucarraz
Ascendiendo por el camino que sube a los Llanos de Lalarri, pasarás sobre la cascada de la Fuente de Sucarraz, una agradable y caudalosa sorpresa en este camino entre las hayas.
Cascada de Lalarri
Una vez que hemos acabado la ascensión, aparece bruscamente ante tí el Valle o Llanos de Lalarri, otro clásico ejemplo de valle colgado, en este caso sobre el de Pineta, y que ofrece una imagen bucólica de montaña de las de libro.
Tendrás que ir hasta el final de este valle, siguiendo el curso del Río Lalarri por un camino de esos por los que da gusto caminar, hasta encontrarte con la bonita Cascada de Lalarri. Si hace calor y te quieres refrescar, has llegado al lugar ideal. La foto de portada, también corresponde con la Cascada de Lalarri.
Cascadas por el camino de bajada de Lalarri a Pineta
Como todo se acaba, alguna vez hay que dejar Lalarri y bajar hasta Pineta a coger el coche que habrás dejado en el amplio aparcamiento del final del valle.
Para bajar, no repitas el camino de la subida, sino que escoge la opción de descender siguiendo el curso del Río Lalarri por un estrecho sendero de montaña que encontrarás señalizado. Acertarás de pleno, porque el camino tiene pequeños miradores escondidos entre la vegetación desde los que podrás ir viendo las muchas cascadas que produce este río en su vertiginosa y amplia caída hasta morir en el Río Cinca.
Cascadas del Valle de Tena
Para llegar hasta Escarrilla, que es el lugar de referencia para visitar la próxima cascada del Pirineo Aragonés, hay que remontar el Valle de Tena desde Sabiñánigo, como si te dirigieses a la estación de esquí de Formigal. Para ver las cascadas de esta zona pirenaica, lo mejor es que te alojes en Sabiñánigo.
Saldo de Escarrilla
Una vez en Escarrilla, deberás remontar el curso del Río Escarra en una ruta que salva un desnivel de casi 350 m, hasta llegar al Salto de Escarrilla, o Saldo de Escarrilla, que es como le llaman por aquí.
Es una cascada muy vistosa y agradable, en la que las aguas del Río Escarra, acanaladas entre las rocas como si se tratase de un aquapark, caen desde unos 50 m de altura a una poza, en la que, si vas un día caluroso, será difícil que te resista a darte un chapuzón.
Cascadas del Valle de Benasque
Si sigues nuestro blog y te gusta la naturaleza, casi seguro que en algún momento habrás ojeado nuestro post sobre el Valle de Benasque, una de las maravillas del Pirineo del tipo de «quien va, repite», ya que aloja la mayor concentración de tresmiles de esta mágica cordillera.
Las veces que hemos ido a esta zona nos hemos alojado en el Hotel Aneto, un hotel muy recomendable, con habitaciones modernas y muy amplias. La piscina interior con chorros de agua es de lo más relajante, ideal para descansar después de un día de ruta.
Las cascadas del Pirineo Aragonés que podrás disfrutar aquí, son las que te indicamos a continuación.
Salto d’Aigualluts
La ruta que desde el Hospital de Benasque asciende hasta el Plan d’Aiguallut, remontando el curso del Río Ésera, pasa por unos paisajes idílicos de alta montaña, y por el Forau d’Aigualluts, uno de los fenómenos geológicos más impresionantes de los Pirineos.
Se trata de un inmenso sumidero endokárstico que recoge las aguas que bajan por el Valle de Benasque, para posteriormente salir por el vecino Valle de Arán.
Justo por encima de este sumidero se encuentra el Salto d’Aigualluts, otra maravilla natural de la ruta que no puedes perderte y cuya contemplación hace que merezca la pena la subida.
Cascada de Aigües Pases
En tu camino en coche al dirigirte desde la localidad de Benasque hasta el Hospital de Benasque para hacer la ruta de la anterior cascada, la carretera ha pasado por encima de otra cascada de dimensiones considerables. Se trata de la Cascada de Aigües Pases.
Esta cascada no se aprecia en toda su dimensión desde esta carretera, por lo que es mejor que vayas al Balneario Baños de Benasque, que al estar bastante elevado sobre el valle, ofrece una estupenda visión de la cascada.
Gorgas de Alba
Muy poco antes de pasar sobre la cascada anterior, habrás visto en la carretera un desvío al Hotel Turpi, que está situado a la vera del Río Ésera. Si bajas hasta él, podrás hacer la denominada Ruta del Sendero Botánico, una ruta para toda la familia que en su recorrido pasa por las Gorgas de Alba, unas bonitas cascadas formadas por el Río Ésera en su descenso hacia Benasque.
Cascadas de Ardonés
Tendrás que dirigirte ahora a la localidad de Cerler para poder ir a las Cascadas de Ardonés, siguiente parada en nuestro recorrido por el Valle de Benasque.
Estas cascadas, porque realmente son dos, la Cascada de Bom (a la derecha) y la Cascada de Clotet (a la izquierda), conforman uno de los rincones más bonitos del entorno de Cerler, y además es muy sencillo ir hasta ellas, ya que basta seguir las indicaciones del sendero PR que, partiendo de la misma localidad de Cerler, nos lleva hasta ellas pasando por la Ermita de San Pedro Mártir.
Como puedes ver, los paisajes del Pirineo Aragonés están llenos de magia, así que no es raro que todo lo relacionado con las brujas esté tan arraigado, sobre todo en Tella, donde te recomendamos que hagas la ruta de las Ermitas de Tella y que visites la Cueva del Oso Cavernario. También te recomendamos que recorras las calles de Ainsa, la capital del Sobrarbe, uno de los pueblos más bonitos de España.
Hasta aquí llega este recorrido por las cascadas del Pirineo Aragonés más conocidas. Seguro que nos faltan muchísimas en esta lista y habría para hacer varios post para recogerlas todas, así que te agradeceríamos que nos lo indiques en los comentarios, porque siempre hay mucho que aprender y que visitar.
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