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Las Médulas, cómo visitar la mayor mina de oro de los romanos

Las Médulas

El Yacimiento Arqueológico de Las Médulas, es un paisaje único e impactante que sin duda te sorprenderá.

Todo lo que verás aquí, no es sino el resultado de la codicia del imperio romano, por extraer hasta el último gramo de oro que encerraban estas montañas leonesas.

Qué son Las Médulas

A finales del siglo I a.C., cuando prácticamente toda Hispania estaba bajo el dominio de Roma y ya se explotaba el territorio para obtener sus riquezas naturales, los romanos observaron que la población local de esta parte del Bierzo leonés, bateaba la arena de los ríos para obtener pepitas de oro.

Poco más necesitaron para deducir que las montañas por cuyos valles discurrían los cursos de agua, contenían en sus entrañas una gran cantidad de oro, que podría aportar una considerable riqueza al imperio.

Las Médulas desde la Cuevona

Prácticos como nadie, los ingenieros romanos encontraron la forma de explotar el yacimiento y extraer el oro, lo que hicieron durante 250 años, dada su importancia y riqueza. Esta actividad minera, acabó convirtiéndose en la mayor explotación aurífera que los romanos llevaron a cabo en todo el Imperio Romano.

Para extraer el oro, los romanos utilizaron el agresivo método del ruina montium, siendo su resultado el increíble y radical paisaje de Las Médulas. Al recorrerlas, descubrirás cuevas, pináculos, barrancos y taludes verticales de un destacado color rojizo, que no son sino las ruinas de una actividad extractiva que con los cánones actuales sería considerada inadmisible.

Ruta por las Médulas

Dada la singularidad de este enclave único, en 1997 fue incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y la Junta de Castilla y León lo declaró Monumento Natural en 2002.

🧐 ¿QUÉ ES ESO DEL RUINA MONTIUM?

El método del ruina montium, cuya traducción significa ruina de los montes, fue descrito por Plinio el Viejo, quien en su juventud fue administrador de las minas.

El método consistía en perforar galerías ciegas por la montaña, para luego introducir por ellas agua a gran velocidad y presión. El resultado era una actividad erosiva tan potente, que hacía colapsar el terreno, produciéndose una colada de barro aurífero que era tamizada y cribada en un nivel inferior para extraer así el preciado metal.

Qué es el Ruina Montium

Se estima que, con este método, los romanos llegaron a remover más de 500 millones de metros cúbicos de tierra. Tan extraordinaria labor minera, tuvo su fruto, pues según Plinio el Viejo, se extraían 20.000 libras de oro al año. Para que te hagas una idea, eso supone un total de 1500 toneladas de oro durante toda la vida de la explotación de la mina, lo que al cambio actual serían unos 75.000 millones de euros.

Si quieres descubrir otras sorprendentes ruinas romanas en Castilla y León, échale un vistazo a este post en el que te hablamos de las ruinas sorianas de Tiermes.

Dónde están Las Médulas

El Yacimiento Arqueológico de Las Médulas se encuentra al lado del pueblo del mismo nombre, siendo perfectamente accesible a pie desde las calles del pueblo.

Para que te sitúes, te diré que Las Médulas están en la comarca leonesa del Bierzo, muy cerca de la raya con Galicia. Desde León capital hasta Las Médulas hay 150 km escasos, por lo que tu visita a esta mina romana puede ser también una buena excusa para descubrir qué ver en León.

🛌🏼 NUESTRO CONSEJO PARA ALOJARTE EN LAS MÉDULAS

Para visitar Las Médulas, nuestro consejo es que te alojes en el Parador de Villafranca del Bierzo, una localidad cercana al yacimiento, que cuenta con un rico patrimonio histórico, artístico y cultural.

El parador es muy cómodo y acogedor, con habitaciones amplias y limpias, así como un desayuno buffet completo. Dispone además de aparcamiento gratuito en las instalaciones.

Restos del Ruina Montium en Las Médulas

Cómo llegar a Las Médulas

El lugar de referencia para llegar a Las Médulas es Ponferrada, muy accesible pues está al pie de la autovía A-6 que une Madrid con Galicia.

Desde Ponferrada se accede por la N-536 a la localidad de Carucedo, donde en la calle principal que forma la travesía, se encuentra la Casa del Parque de Las Médulas.

También en la travesía y, en el extremo contrario del pueblo a aquel en que se ubica la Casa del Parque, se encuentra el desvío a la carretera que, sin pérdida, te llevará hasta Las Médulas.

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El seguro de viaje se ha convertido en algo imprescindible, no sólo por la tranquilidad que proporciona, sino porque cada vez hay más países que lo exigen como requisito de entrada, además de cubrir accidentes, enfermedades y otros contratiempos.

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Cómo visitar Las Médulas

Antes de comenzar la ruta por Las Médulas te aconsejo que hagas una visita a estos lugares:

La Casa del Parque de las Médulas

Como seguramente pasarás por Carucedo antes de llegar a Las Médulas, aprovecha y detente en la Casa del Parque de Las Médulas para obtener información actualizada de todo lo concerniente al yacimiento arqueológico y su entorno.

Justo detrás de la Casa del Parque encontrarás el Lago de Carucedo.

El Lago de Carucedo

El Lago de Carucedo es de lo más idílico, pues remansa las aguas del riachuelo que fluye hacia el río Sil y tiene una playa fluvial a la que acude la gente de los alrededores.

Pero seguro que te sorprenderá saber que este lago es artificial y una consecuencia de la extracción de oro que hicieron los romanos.

Lago de Carucedo
Lago de Carucedo

El sedimento sobrante de la extracción del oro, fluía desde Las Médulas hasta Carucedo, de tal forma que aquí se acumuló represando las aguas del río, llegando a formar el lago que ahora contemplas.

Las Médulas (pueblo)

Tomando la carretera que te he dicho antes, llegarás hasta este pequeño pueblo salpicado de casas típicas, tiendas y establecimientos de restauración.

Iglesia de San Simón y San Judas Tadeo de Las Médulas
Iglesia de San Simón y San Judas Tadeo de Las Médulas

También encontrarás aquí el Aula Arqueológica de Las Médulas, donde podrás profundizar en las cuestiones más técnicas del yacimiento y donde organizan visitas guiadas para quienes prefieran visitar Las Médulas de esta forma.

Si no tienes forma de llegar hasta Las Médulas y quieres además hacer una visita guiada, aquí tienes la forma de contratarlo.

Mapa de Las Médulas

Las Médulas, ruta para verlo todo

Hay unas cuantas rutas para recorrer Las Médulas, por lo que no es fácil poder hacer todas y, si te centras en una, te perderás lo más destacado de otras.

Así que para que no te ocurra esto, hemos preparado para ti una ruta única, que mezcla parte de varias, de tal forma que así puedas ver todo lo importante de Las Médulas en un día completo de visita.

Riscos de las Médulas

Una vez que dejes estacionado tu vehículo en el aparcamiento del Aula Arqueológica de Las Médulas, continúa por la calle principal del pueblo hasta atravesarlo completamente y llegar a un punto con una valla de madera en el camino, que marca el inicio de la llamada Senda de las Valiñas.

  • Tipo de ruta: Circular.
  • Recorrido señalizado: Si.
  • Distancia: 12 Kilómetros.
  • Desnivel acumulado de subida: 180 metros.
  • Dificultad: Media.
  • Recomendaciones: Llevar agua suficiente, calzado de montaña y gorra para el sol.

El circuito del parque está pensado para que los visitantes comiencen la visita desde este punto, saliendo por un camino que verás a unos 30 metros detrás de ti.

Vete a ese camino, porque vamos a hacer el recorrido en sentido contrario a como está señalizado en el parque.

La Senda de las Valiñas

Esta es la senda que ahora estamos recorriendo en sentido contrario a como viene señalizada, pero no tengas ningún problema porque el circuito es circular y no tiene pérdida si no te sales del camino principal.

Senda de las Valiñas en Las Médulas
Senda de las Valiñas

El recorrido de la Senda de la Valiñas es el más fácil de todos y sin apenas pendientes. Discurre por la parte baja del yacimiento y es muy agradable, incluso en pleno verano, pues hay multitud de castaños centenarios que te darán sombra. Todos estos castaños son propiedad particular, por lo que verás carteles pidiéndote que los respetes.

Castaño de las Médulas
Castaño de las Médulas

La Encantada

Siguiendo la ruta por Las Médulas, encontrarás un desvío que te lleva a La Encantada, que es la primera caverna artificial que encontrarás durante tu recorrido. Se abrió artificialmente hace casi dos mil años, como consecuencia del ruina montium, que te he explicado que practicaban los ingenieros romanos.

La Encantada de Las Médulas
La Encantada

La Cuevona

Un poco más adelante está la Cuevona. Si la Encantada te pareció grande, alucinarás con la inmensa boca de esta cueva artificial.

Está prohibido el paso al interior de ambas cuevas, ya que si te fijas, las paredes de la cueva no son de roca, sino que están formadas por sedimentos compactados, lo que hace que sean inestables y no es raro que se produzcan caídas fortuitas de piedras.

La Cuevona de Las Médulas
La Cuevona

La Fuente de la Tía Viviana

Se trata de una fuente señalizada que encontrarás durante el recorrido.

En principio no tiene mayor interés, salvo porque es el punto de donde parte el sendero que asciende hasta el Mirador de Orellán.

La subida no es demasiado larga, pero salva un desnivel de 100 metros, por lo que hay que subir con cierta calma.

El Mirador de Orellán

Es uno de los lugares estrella del yacimiento y lugar imprescindible al que hay que ir, sí o sí, pues desde él hay unas vistas únicas de Las Médulas y es posible hacerse una idea de la enormidad del yacimiento y de la importancia que tuvo.

Mirador de Orellán Las Médulas
Mirador de Orellán

Si tuvieses problemas para subir aquí andando, o dispones de poco tiempo, también puedes subir en coche hasta este mirador. Más adelante te digo cómo.

Las Galerías de Orellán

Junto al Mirador de Orellán se encuentra la entrada a las Galerías de Orellán, que son de las pocas cuevas realizadas para el ruina montium que quedan en el yacimiento, ya que se construían para ser derruidas.

Galería de Orellán
Galería de Orellán

La visita es de pago pero es absolutamente recomendable, pues se recorre la galería completa hasta el punto donde se abre al vacío. Allí hay otro mirador con unas vistas espectaculares de Las Médulas.

Balcón Galería de Orellán
Balcón de la Galería de Orellán
Galería de Orellán desde el Mirador de Orellán
Galería de Orellán desde el Mirador de Orellán

La Senda Perimetral

Subiendo al Mirador de Orellán desde la Fuente de la Tía Viviana, verás que hay un momento en que el camino de subida desemboca en otro, que hay que coger hacia la izquierda para dirigirse hacia el mirador.

Este camino es la Senda Perimetral, que hace un recorrido bordeando todo el yacimiento por su parte alta. En esta ruta, vamos a seguir dicha senda varias veces para así poder seguir viendo lugares interesantes.

Recapitulando. Ahora estás en el Mirador de Orellán, así que lo que tienes que hacer es desandar parte del camino que has hecho y, cuando llegues a la bifurcación que baja hacia la Fuente de la Tía Viviana (por donde has subido), no tomar esa dirección, sino que tienes que continuar por la Senda Perimetral en dirección al Campo de Braña.

Las Médulas desde la Senda de Reirigos
Las Médulas desde la Senda Perimetral

El Campo de Braña

El Campo de Braña es una zona apartada y bastante llana, utilizada actualmente para que paste el ganado.

Hay una zona habilitada como merendero, por lo que es el sitio ideal para sacar el bocadillo y comer o, por lo menos, para descansar un rato a la sombra, sobre todo si es verano y aprieta el calor.

Te he comentado antes que para hacer el ruina montium era necesario disponer de agua, ¡de muchísima agua!, para así reventar literalmente el terreno. Pues bien, lo que hacían los romanos, era crear gigantescos depósitos de agua en zonas altas, de los que salían conducciones que la llevaban hasta el yacimiento. El Campo de Braña es precisamente donde se encontraba uno de estos depósitos.

Por cierto, que el agua venía hasta aquí fluyendo por canales, por lo que había que traerla de zonas más elevadas todavía. Los romanos solucionaron esto trayendo agua desde los manantiales más elevados de los Montes Aquilanos, para lo que construyeron una red de canales cuya longitud se estima en 650 kilómetros, trayendo agua de lugares que se encontraban hasta a 140 kilómetros de distancia.

La Senda de Reirigo

Desde el Campo de Braña parten ahora dos caminos: uno es la Senda Perimetral, que continúa su recorrido, y otro es la Senda de Reirigo.

Tienes que tomar la Senda de Reirigo (después volverás a la Senda Perimetral), que inicialmente discurre por el canal que llevaba el agua desde el depósito hasta el yacimiento de Las Médulas.

Canal del Campo de Braña
Canal del Campo de Braña

Al llegar al borde del cortado, tienes que continuar por éste hasta llegar a las llamadas Medulillas de Yeres.

Por cierto, fíjate que durante esta última parte del camino, sale a tu izquierda una senda que conduce hasta la Senda Perimetral. Acuérdate de dónde está, porque luego tienes que volver para tomar este desvío.

🤓 LAS MEDULILLAS DE YERES

Sin dejar de formar parte de todo el complejo de Las Médulas, las Medulillas de Yeres son una zona un poco apartada donde también se extrajo oro utilizando el método del ruina montium.

Se componen de tres zonas básicas: Reirigo, la Llagua de Yeres y Las Pedrices.

Las Medulillas de Yeres
Las Medulillas de Yeres

Las Cuevas de Reirigo

Siguiendo el camino del cortado por el que venías, y que te lleva hasta la zona de las Medulillas de Yeres, llegarás a las Cuevas de Reirigo, que son muy interesantes porque en ellas hay galerías, al estilo de la que hay junto al Mirador de Orellán.

Senda de Reirigo en Las Médulas
Senda de Reirigo

Estas galerías se visitan por libre pero no disponen de luz, por lo que necesitarás una linterna para no romperte la crisma.

El Mirador de Reirigo

De las Cuevas de Reirigo parte un empinado camino en dirección al Mirador de Reirigo.

La subida es empinada y hay incluso cuerdas para ayudarte a subir. No es especialmente complicada, pero supone un cierto esfuerzo.

Mirador de Reirigo
Mirador de Reirigo

Lo que sí es verdad es que, una vez arriba, el esfuerzo se ve recompensado con unas vistas estupendas del yacimiento de Las Médulas.

Vista desde el Mirador de Reirigo
Vista desde el Mirador de Reirigo

El Mirador de Las Pedrices

Desde el Mirador de Reirigo, tienes que deshacer el camino hecho hasta llegar a esa bifurcación que te he dicho que bajaba a la Senda Perimetral.

Toma ese ramal, llega hasta la Senda Perimetral, y una vez en ella, síguela hacia tu derecha, continuando el camino que bordea todas Las Médulas.

El camino te llevará hasta el Mirador de las Pedrices, que te ofrece otra perspectiva diferente del yacimiento.

Desde el mirador, continúa tu ruta siguiendo la Senda Perimetral, hasta llegar a una pista bien marcada, que hay que tomar hacia la derecha y que lleva directamente hasta el pueblo de Las Médulas.

🤓 LAS PEDRICES

La palabra pedrices (no perdices) viene de piedras, y hace referencia a los montones de piedras de desecho que formaban los trabajadores romanos, cuando hacían la primera limpieza de las coladas de barro producidas por el ruina montium.

El Lago Somido

Al entrar en el pueblo, toma el primer desvío hacia tu izquierda, y otra vez a tu izquierda, para continuar camino hasta el Lago Somido, no Sumido como pone en algunos lugares.

Lago Somido en Las Médulas
Lago Somido

Es apenas un kilómetro de recorrido bastante llano, por un paisaje de lo más agradable, pasando junto a las lagunas Larga y de Pinsais.

Tanto el lago como las lagunas, son acumulaciones endorreicas de agua que, al igual que el lago de Carucedo, se produjeron de forma artificial con las aguas y sedimentos sobrantes del lavado del barro para extraer el oro.

De hecho, ahora estás en la zona por la que discurrían las coladas de barro que, provenientes de Las Médulas, iban hacia el Lago de Carucedo.

Si te fijas, verás que hacia el lago el terreno es completamente llano, fruto de esa deposición de sedimentos. Esa zona llana es la que ahora se conoce como el Chao de Maseiros.

Lagunas Larga y de Pinsais
Lagunas Larga y de Pinsais

Visitado el Lago Somido, ya ha finalizado el recorrido, por lo que sólo te queda regresar al pueblo de Las Médulas por el camino por el que has venido.

Si te sobra tiempo, siempre puedes volver a internarte por la Senda de Valiñas y recorrer el pequeño tramo de ésta que no hemos incluido en la ruta, que corresponde al que une la entrada con la Fuente de Viviana.

Seguro que el nombre del Lago Somido te ha recordado a los cercanos Lagos de Somiedo. ¿Qué no sabes qué son los Lagos de Somiedo? Pues ya estás echando un vistazo a este post en el que te decimos dónde están y cómo recorrerlos.

Las Médulas con niños

Si vas a hacer la visita con niños poco acostumbrados a andar, tienes alguna limitación para caminar o, simplemente dispones de poco tiempo, nuestro consejo es que visites primero el Lago de Carucedo y que después hagas el recorrido circular básico de la Senda de Valiñas, sin subir desde ella al Mirador de Orellán.

Ruina montium de Las Médulas

Si sólo vas a hacer el recorrido de la Senda de Valiñas, hazlo en el sentido en que está señalizado a la entrada, que sería: Entrada – Fuente Viviana – La Cuevona – La Encantada – Salida.

Y una vez hecho este recorrido, vete en coche desde Las Médulas hasta el Mirador de Orellán.

Dónde aparcar para visitar Las Médulas

Hay tres aparcamientos habilitados para ver todo lo interesante.

  • Hay un aparcamiento junto a la Casa del Parque, en Carucedo.
  • También hay aparcamiento a la entrada del pueblo de Las Médulas, al lado del Aula Arqueológica, de donde salen las visitas guiadas.
  • Y si subes en coche hasta el Mirador de Orellán, también hay un aparcamiento al final de la carretera de subida. Te advierto que desde el aparcamiento al mirador, hay como medio kilómetro de distancia y un desnivel de subida de unos 50 metros.

Cuánto cuesta la entrada a Las Médulas

La visita por libre a Las Médulas es gratuita. Las únicas visitas de pago son las siguientes:

  • Visita guiada al yacimiento organizada por el Aula Arqueológica: 3€
  • Visita al Aula Arqueológica: 2€.
  • Visita a las Galerías de Orellán: 3€

Cuánto tiempo se tarda en ver Las Médulas

Como siempre, esta pregunta es muy difícil de contestar, pues depende de muchos factores, por lo que en principio sólo te vamos a dar tiempos netos de caminar, sin contar paradas, y para una persona medianamente acostumbrada a andar.

  • Si sólo vas a recorrer la Senda de Valiñas, te bastaría con 1,5 horas yendo con calma. En este caso el recorrido tiene 3 km de longitud.
  • Si vas a hacer la ruta que te proponemos, tardarías entre 4 y 5 horas en recorrerla. Para este caso, te recuerdo el dato que te he dado antes de que el recorrido tiene 12 km de longitud y 180 m de desnivel acumulado.
Paisaje de las Médulas

Mejor época para visitar Las Médulas

La verdad es que se pueden recorrer en cualquier época del año, siempre que la climatología lo permita.

Sin duda, las estaciones más agradecidas son la primavera y el otoño y, sobre todo este último, con el color que cogen las hojas de los castaños al marchitarse.

El verano también puede ser buen momento, si no es un día de esos que no hay quien se ponga al sol.

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