Muchos son los secretos naturales que guarda celosamente el norte de la Provincia de Burgos. Acompáñanos en esta ruta por las Merindades de Burgos para descubrir los más singulares que no puedes perderte.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
- Mapa de las Merindades de Burgos
- Conoce los secretos naturales mejor guardados de ruta por las Merindades
- El Sumidero del Guareña – Busca un sumidero escondido
- El Monte Hijedo – Descubre los rastros del oso pardo
- La Turbera Margarita – Busca plantas carnívoras en una turbera
- Las Loberas de Pérex y Monte Santiago – Baja al foso de una lobera
- El Salto del Nervión – Maravíllate ante una cascada única
- Puentedey – Pasa bajo un arco de piedra natural
- El Hayedo de Las Pisas – Piérdete por un hayedo encantado
- Otras propuestas para recorrer Burgos
- Qué hacer en Treviño, Oca y los Desfiladeros del Ebro, en Burgos
- Rutas por la Sierra de la Demanda que merece la pena descubrir
- Qué ver en Covarrubias, un pueblo medieval precioso en Burgos
- Dónde y cuándo ver los cerezos en flor del Valle de Caderechas
- La Portada del Sarmental, el claustro y la Capilla de los Condestables de la Catedral de Burgos
- Qué ver en Burgos (ciudad) contado por unos burgaleses
Mapa de las Merindades de Burgos
Conoce los secretos naturales mejor guardados de ruta por las Merindades
El Sumidero del Guareña – Busca un sumidero escondido
El Complejo Kárstico de Ojo Guareña es mundialmente conocido, al menos entre los espeleólogos y geólogos, ya que se trata del conjunto de cuevas más extenso de la Península Ibérica, y uno de los diez mayores del mundo.
Este complejo kárstico tiene la declaración de Monumento Natural por la Junta de Castilla y León y, no es para menos, ya que de momento cuenta con más de 110 km de galerías subterráneas inventariadas y todavía queda mucho por descubrir y explorar.
Lo que mucha gente no sabe, es que el causante de esta maravilla geológica es un pequeño río llamado Guareña, que discurre plácidamente hasta llegar a las cercanías de la localidad de Cueva, lugar en el que sus aguas se precipitan por un sumidero u “ojo” situado al fondo del circo rocoso de San Bernabé, formando un ejemplo de libro, de lo que los geólogos denominan un valle ciego.
No dejes de hacer esta visita imprescindible en cualquier ruta por las Merindades, porque ahora que sabes de donde viene el nombre de Ojo Guareña, es realmente sorprendente ver cómo un río completo desaparece tragado por la tierra. Además, podrás aprovechar para hacer una visita guiada al complejo kárstico y a la maravillosa Ermita de San Bernabé, que está completamente recubierta de pinturas rupestres, algunas de las cuales tienen más de trescientos años.
El Monte Hijedo – Descubre los rastros del oso pardo
En el extremo occidental de las Merindades, al sur del Embalse del Ebro y muy cerca de la localidad de Santa Gadea de Alfoz, se encuentra el Monte Hijedo, uno de los mayores y más bellos robledales de la Península Ibérica, a la vez que uno de los mejor conservados.
Este bosque fue desde siempre objeto de un constante aprovechamiento maderero y, ya desde el siglo XII abastecía de madera de roble a la flota del Cantábrico. Poco a poco fue mermando por las incesantes talas y su peor momento llegó en el siglo XVII, cuando casi llegó a desaparecer debido a las talas abusivas para abastecer de carbón vegetal a las ferrerías. Gracias a la política de recuperación forestal iniciada en la zona en los años 40 del siglo XX, este bosque empezó a recuperarse y es lo que podemos ver hoy.
En este maravilloso bosque caducifolio se mezclan en perfecta armonía los dominantes robles comunes y albares, con espléndidos ejemplares de hayas; y cuenta además con tejos milenarios que crecen en lo más profundo de su espesura.
Aquí encuentra además refugio una fauna privilegiada formada por multitud de especies protegidas, como es el caso del azor, águila real, pito negro, armiño, marta, gato montés, desmán de los Pirineos y lobo, y hasta los primeros años del siglo XX, campaban por aquí incluso el urogallo y el oso pardo.
Precisamente, esta última especie ha vuelto a hacer su aparición esporádica en este bosque desde la primavera de 2016. Al parecer, el incremento de osas reproductoras en la comarca cántabra de Campoo, está permitiendo la expansión de la especie hacia el este peninsular, asomándose algunos machos jóvenes a los montes del norte de Burgos. Según la Fundación Oso Pardo, esto garantizará que esa expansión y posterior consolidación de poblaciones de osos en el norte de Burgos, sea una realidad en unos años.
De momento, te animo que te acerques hasta la Cabaña de Hijedo, un soberbio palacete de principios del siglo XX que se encuentra en la linde del bosque, y que construyó un médico enamorado de la soledad, con la intención de que le sirviera para conseguir el Marquesado de Hijedo, aunque con poco éxito. Desde aquí parte la ruta circular que recorre el Monte Hijedo, una ruta por las Merindades de las más famosas. Seguramente no conseguirás ver osos, pero quizá tengas suerte y en lo más profundo del bosque descubras sus huellas o su rastro en forma de arañazos en los árboles.
La Turbera Margarita – Busca plantas carnívoras en una turbera
Las turberas son unos ecosistemas muy singulares y escasos en nuestro país, ya que por lo general sólo se dan en la franja norte o en cotas altas, que son las que presentan condiciones adecuadas para que aparezcan.
Una turbera se produce cuando se forma un encharcamiento permanente sobre un sustrato ácido, poco permeable, y con pocos nutrientes. Estas condiciones hacen que la materia vegetal se descomponga a escasa velocidad y de forma incompleta formando la turba, que se acumula de forma continua en capas a lo largo del tiempo, pudiendo llegar a tener varios metros de espesor.
Precisamente esa forma de descomposición de la materia orgánica hace que el nitrógeno, que es fundamental para el desarrollo de las plantas, sea escaso en las turberas, por lo que en ellas podrás encontrar Droseras, un género de plantas carnívoras que consiguen el nitrógeno de los insectos que atrapan.
Aunque hoy la turba no tiene demasiado uso, todavía se explota comercialmente, pues al fin y al cabo, es una forma de carbón, aunque no tan bueno energéticamente como el lignito, la hulla o la antracita.
Muy próxima a la localidad de Herbosa, y prácticamente pegada también a la margen sur del Embalse del Ebro, podrás encontrar la Turbera Margarita. Es un lugar público y visitable que resulta bastante polémico, ya que se han gastado cantidades importantes de dinero y esfuerzo para lograr su completa recuperación, y donde un uso ganadero descontrolado y las continuas extracciones de turba, la están haciendo peligrar.
Las Loberas de Pérex y Monte Santiago – Baja al foso de una lobera
Afortunadamente, cada vez más gente ve hoy al lobo como un patrimonio faunístico a proteger. Pero esto no siempre fue así y, hasta no hace demasiados años, el lobo era un enemigo del que había que librarse como fuera.
Uno de los medios más habituales para llevar a cabo las matanzas de lobos en el norte de Burgos eran las loberas, unas trampas consistentes en dos muros de piedra que convergen en un foso excavado en la tierra.
La forma de cazar al lobo consistía en dar una batida por los montes, espantando a los lobos hacia el foso. Los animales no tenían escapatoria por los laterales debido a los muros que no les dejaban escapar, y tampoco podían ir hacia atrás, pues era donde les esperaban los cazadores y los perros que les azuzaban. No tenían más remedio que seguir adelante, y allí les esperaba el foso en el que finalmente caían y donde eran rematados a tiros y pedradas.
Hay varias loberas en el norte de Burgos, pero las mejor conservadas son la de Pérex, cerca del pueblo del mismo nombre; y la del Monte Santiago, muy cerca de la localidad de Berberana.
El Salto del Nervión – Maravíllate ante una cascada única
El Monte Santiago, protegido legalmente mediante la declaración del Monumento Natural del Monte Santiago, es uno de los espacios más singulares de la Provincia de Burgos.
Además de la lobera de la que te he hablado anteriormente, esconde un maravilloso hayedo, un karst digno de ser recorrido y disfrutado, y una fauna singular de gran importancia en la que destaca la riqueza de anfibios. Pero si hay algo que nadie se quiere perder cuando visita el Monte Santiago en época de lluvias o deshielo, es su impresionante cascada conocida como el Salto del Nervión, y que sin exagerar puede ser calificada como uno de los espectáculos naturales más imponentes de la provincia de Burgos.
Desde la misma Casa del Parque «Monte Santiago”, parte una pista que, a través de un magnífico hayedo, y pasando junto a la lobera, lleva hasta un cortado rocoso con forma de anfiteatro, que hace de límite natural entre las comunidades autónomas de Castilla y León y País Vasco. Sin lugar a dudas, esta ruta por las Merindades puede ser considerada todo un clásico.
Si vas en época de fuertes lluvias, nevadas o deshielo, y te asomas al mirador que está allí construido, podrás disfrutar del espectáculo único que supone ver cómo el Río Nervión, el mismo que al final de su vida forma la famosa Ría de Bilbao, se precipita en una imponente cascada de cola de caballo de 300 metros de altura, la más alta de España y una de las más grandes que existen en el occidente europeo.
El espectáculo es grandioso y su sola contemplación justifica el acercarse hasta este apartado rincón de la provincia de Burgos y la correspondiente caminata.
Si quieres hacer una espectacular ruta por las Merindades conociendo el maravilloso espacio protegido del Monte Santiago, y conocer así su hayedo, su lobera y su cascada, te proponemos que visites en nuestro blog la entrada que le hemos dedicado.
El Monumento Natural del Monte Santiago y su impresionante salto del Nervión
Puentedey – Pasa bajo un arco de piedra natural
Con el lento discurrir de las aguas de su curso bajo, el Río Nela fue formando un meandro que con el paso del tiempo se convirtió en una marcada curva y contracurva del río que casi dejaban aislada una voluminosa masa de roca caliza turonense.
Cansado de seguir este curso tortuoso, el río atacó y erosionó esta masa de roca hasta conseguir perforarla, creando un impresionante arco de piedra natural, de un tamaño tan descomunal (unos 35 m de ancho por 15 m de alto y 75 m de largo), que semeja una caverna y que incluso guarece una playa fluvial.
Encima de este arco, y dando muestras de su resistencia, se encuentra nada más y nada menos, que un pueblo entero, la localidad de Puentedey.
Seguramente hay pocos espectáculos naturales en toda la provincia de Burgos que superen al arco de piedra de Puentedey y, te aseguro que todos los que lo contemplan, aunque no sea la primera vez que lo hacen, se maravillan con lo que tienen ante sus ojos, por lo que no se puede decir que has estado de ruta por las Merindades, si no lo has visitado.
Ya que estás aquí, no dejes de ascender hasta lo más alto del pueblo y recorrer sus empinadas calles delimitadas por casonas de arquitectura popular con su típica solana. Casi encima del arco quedan dos de los edificios más singulares de la localidad, el Palacio de los Porres y la iglesia parroquial, que aún conserva restos románicos.
El Hayedo de Las Pisas – Piérdete por un hayedo encantado
Aunque no podemos competir con Cantabria o Asturias en cuanto a hayedos, los burgaleses tenemos la suerte de que nuestra provincia guarda algunos de los hayedos más bellos y mejor conservados de España, y tanto es así que sería difícil decir cuál es el más espectacular para recorrerlo en otoño.
Eso sí, si preguntases cuál es el que guarda la mejor sorpresa al final del recorrido, entonces no hay duda, hay que ir al Hayedo de Las Pisas y caminar hasta el punto en el que no es posible seguir el camino, ya que te encuentras con una pared rocosa de la que cae el Arroyo de la Gándara, formando una de las cascadas más fotogénicas de la provincia de Burgos: la Cascada de las Pisas.
El recorrido de esta ruta por las Merindades comienza justo a la entrada de Villabáscones de Bezana, un humilde pueblecito en el que acaba la carretera y de esos en los que es muy probable que no te cruces a nadie. A partir de aquí el sendero no tiene pérdida hasta llegar al arroyo, que hay que remontar aguas arriba con precaución, ya que poco a poco el camino se va poniendo cada vez más difícil.
El problema es que para ver la cascada hay que ir en época de lluvias o deshielo, con lo que todo suele estar muy húmedo y el arroyo crecido, y a veces es realmente difícil llegar hasta la cascada, así que vete preparado para la humedad y lleva calzado para el agua. Si llegas hasta el final, el espectáculo es realmente maravilloso.
Y de todos modos, si vas en época de sequía y todavía no hay casi agua, te animo a que hagas también el recorrido, puesto que es más fácil hacerlo y tiene el aliciente de poder ver el cauce seco y llegar hasta el pie mismo de la cascada, y así te darás cuenta de la increíble fuerza que ha de tener el agua para erosionar las rocas y moverlas dando lugar al fantástico paisaje por el que caminas. La imagen de portada de este post te muestra cómo encontrarás la cascada a principios del otoño, cuando el arroyo apenas lleva agua.
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Este post es sólo una parte de la serie que hemos dedicado a conocer lo más singular de Burgos
QUÉ HACER EN BURGOS, 100 COSAS SINGULARES QUE QUIZÁ NO CONOCES
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