Aínsa es una pequeña villa de la provincia de Huesca (España), que se encuentra situada a los pies de los Pirineos. Según la tradición era la capital del legendario Reino de Sobrarbe, un reino que está envuelto en leyendas y sobre cuya existencia los historiadores no se ponen de acuerdo. Descubre todo lo que tienes que ver en Aínsa, para disfrutar de sus mejores rincones.
Parece ser que este reino nació para defenderse de la invasión árabe, que en el siglo VIII había llegado hasta Huesca. Lo que si que está documentado es que la villa de l’Aínsa (en aragonés) fue incorporada al reino de Aragón en el siglo XI.
Habíamos estado en dos ocasiones anteriores visitando la villa de Aínsa en sendas visitas fugaces, pero ha sido este verano cuando hemos podido disfrutar más del encanto de este pueblo, ya que estuvimos durante una semana descubriendo todo lo que depara esa zona, que es mucho y muy variado. Al final del post te dejo el enlace para que puedas ver cómo organizamos este viaje.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
- Cómo es Aínsa
- Qué ver en Aínsa
- Dónde dormir en Aínsa
- Cómo llegar a Aínsa
- Ideas para seguir conociendo los Pirineos
- La ruta de las ermitas de Tella: entre brujas y tormentas
- El Valle de Benasque, a la sombra de los tresmiles
- Ruta por el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
- Ruta por el valle de Bujaruelo en la reserva de la biosfera Ordesa-Viñamala
- Ruta al Forau d´Aigualluts, una ruta de senderismo por el Valle de Benasque
- Las Cascadas del Pirineo Catalán que te van a enamorar
Cómo es Aínsa
Fuimos al Alto Pirineo de Huesca a principios de agosto y pudimos disfrutar de agradables paseos por Aínsa. Es como realizar un viaje en el tiempo a través de sus rincones llenos de historia.
Aínsa se encuentra en la confluencia de los ríos Cinca y Ara y, puedes disfrutar de dos pueblos en uno. Además, se encuentra en la lista de Pueblos más bonitos de España, lo cual es garantía de que, probablemente, te va a gustar.
En la parte baja junto a los dos ríos se encuentra la parte más nueva, en la que está situado la mayor parte del comercio y, a la que solíamos acudir para comprar lo necesario para nuestro apartamento.
Y en la parte alta, encima de un promontorio, es donde se ubica el casco antiguo, que al recorrerlo te traslada a épocas pasadas.
Durante la Edad Media la villa fue un importante centro comercial y, al estar situada en terreno fronterizo contaba con un gran número de construcciones fortificadas.
Para llegar a la parte alta de Aínsa tienes dos opciones: a pie a través de una calle con escaleras que va ascendiendo hasta llegar a la Plaza Mayor. O bien, en coche con el que puedes llegar hasta una explanada junto al Castillo, en la que se encuentra un aparcamiento de pago (2,5€). Si quieres evitar este desembolso, en la parte de abajo hay un parking gratuito.
Desde el aparcamiento llegas a la pasarela que salva el foso del Castillo y que conduce al interior del mismo.
Qué ver en Aínsa
El Castillo
El Castillo de Aínsa tiene un recinto enorme, casi tan grande como el resto del pueblo. Aquí se refugiaban los habitantes de la villa en caso de peligro.
La parte más antigua es la Torre del Homenaje, se trata de una torre pentagonal de reducidas dimensiones, construida en sillarejo sobre restos árabes en el siglo XI, hoy alberga el Centro de Interpretación de la Fauna Pirenaica.
La otra torre más reciente fue construida a finales del siglo XVI y, ahora alberga la Oficina de Turismo. Es una visita muy recomendable para conocer la zona, ya que te darán todo tipo de información acerca de qué ver, qué rutas de senderismo puedes realizar… que te ayudarán a planificar tu visita.
Puedes subir a lo alto de las murallas y recorrerlas. Desde aquí descubrirás por qué era un punto estratégico de la zona. Las vistas te llevarán a descubrir, por una parte, el núcleo antiguo y por otra la grandiosidad de las montañas de los Pirineos.
En el patio de armas se encuentra situada una nabata, que era la forma tradicional mediante la cual en Aragón transportaban la madera a través del río.
En el castillo se celebra todos los años en verano el festival de música celta y folk “Castillo de Aínsa“.
Plaza Mayor
Antiguamente Aínsa estuvo totalmente amurallada y para acceder a su interior había que entrar por uno de sus ocho portales, de los cuales actualmente sólo se conservan seis. Si, entras desde el Castillo a través de él, accederás al casco antiguo, que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1964.
Lo primero que encontrarás será su espectacular Plaza Mayor, construida durante los siglos XII-XIII y una de las más bellas de España.
Se trata de una plaza rectangular de enormes dimensiones, que ha sido testigo de numerosas ferias y mercados.
Lo más característico de esta plaza son sus soportales de estilo románico en dos de sus lados, con arcos de medio punto y ojivales, todos distintos. En uno de los soportales todavía se puede ver la prensa de vino comunal que aún hoy en día se encuentra en uso y que utilizan por turnos los agricultores de Aínsa.
Bajo los arcos de la plaza encontrarás las tradicionales fondas y restaurantes, en los que puedes degustar los platos típicos de la región, aunque eso si, son más caros que los de la parte inferior del pueblo.
Ayuntamiento
En el lado de la plaza donde no hay soportales se encuentra el Ayuntamiento de Aínsa, un edificio de piedra de las mismas características arquitectónicas que el resto de casas de la villa.
Calle Mayor
De la Plaza Mayor salen sus dos únicas calles principales, son dos calles largas y empedradas que se unen antes de llegar a una de las puertas del recinto amurallado.
Paseando por la calle Mayor se pueden observar varias fachadas de casas importantes de Aínsa, como la Casa Arnal, la Casa Bielsa, que tiene los miradores más bellos de la villa, o la Casa Fes.
Por la abundancia de casas infanzonas a esta calle también se la conoce como Calle de los Nobles.
Las casas conservadas no son anteriores al siglo XVI, son casas blasonadas y en ellas destacan sus portadas que muestran el prestigio y poder de la casa, las ventanas ojivales, sus magníficas forjas, las balconadas…
Un elemento muy característico de las casas de Aínsa son sus llamadores o trucadores, que tienen diferentes formas y significados, y son símbolos de una cultura ancestral.
Al final de la calle Mayor encontrarás el Museo de Oficios y Artes tradicionales, que se encuentra en la que fue Casa Latorre.
Calle Santa Cruz
Esta es la segunda calle principal de Aínsa, que discurre en paralelo a la Calle Mayor.
La calle Santa Cruz estuvo habitada por artesanos y en ella se encuentra la Iglesia de Santa María.
Iglesia de Santa María
Esta iglesia románica data de finales del siglo XI y mitad del XII y, como la mayoría de iglesias del Sobrarbe, tiene un aspecto de austeridad debido a la carencia de ornamentación.
Tiene una sola nave y un ábside semicircular, con una cripta subterránea bajo dicho ábside.
Adosado a la iglesia se encuentra el claustro con forma pentagonal, que tiene tres lados románicos y dos góticos.
Lo más destacado de la iglesia es su torre del siglo XI, que domina todo el pueblo. Esta torre desempeñó un doble papel: religioso y militar, debido a su situación y a su considerable altura (30 metros), sus grandes dimensiones son únicas en todo el románico aragonés. Se puede subir a la torre a través de una escalera muy estrecha, y allí disfrutarás de unas vistas extraordinarias ya que es el mejor mirador del entorno.
Podrás ver las campanas de la torre de cerca, desde allí puedes subir al piso superior a través de una escalera bastante vertical y contemplar la bonita bóveda de ese piso con arcos entrecruzados, que parece ser que tuvo como modelo a la de la Catedral de Jaca.
En el exterior de la iglesia, junto al lado sur del ábside se encuentra una habitación abovedada denominada el “cuarto del aceite“, está encima de un amplio arco y parece ser que servía de comunicación con el desaparecido hospital.
Desde las dos calles principales salen algunas callejas en las que te puedes perder para descubrir preciosos rincones o miradores desde los que contemplar el precioso paisaje que tienes a tus pies, así que no dudes en callejear como hicimos nosotros.
Fiesta de la Morisma
La Plaza Mayor es el escenario donde cada septiembre de los años impares se celebra la Fiesta de la Morisma. Esta fiesta recuerda una leyenda, según la cual, durante una batalla de los cristianos contra los musulmanes por el dominio de Aínsa, en un momento dado cuando parecía que los musulmanes saldrían victoriosos, los guerreros cristianos vieron sobre una carrasca una cruz en llamas; lo cual interpretaron como una señal de que Dios estaba con ellos, por lo que arremetieron contra el enemigo hasta vencerlo.
Aquella victoria sería el germen del Reino de Sobrarbe y, por lo tanto, origen también del Reino de Aragón. Por eso, hoy en el escudo de la Comunidad Autónoma de Aragón puede verse una carrasca con una cruz en su copa en uno de sus cuarteles.
Aínsa en verano suele estar llena de gente, así que si quieres disfrutarla más tranquilamente una de las mejores épocas para visitarla es en otoño cuando todavía no hace frío. Por eso, visitar Aínsa durante la Fiesta de la Morisma puede ser una buena idea.
Dónde dormir en Aínsa
Para alojarnos nos decantamos por un apartamento para los cuatro. Cuando se trata de ir a una zona en la que vamos a alternar las visitas culturales con el senderismo y las actividades de naturaleza, nos gusta alojarnos en apartamentos o casas de alquiler, más que en hoteles. Es una forma de estar como en casa ya que, normalmente comemos fuera pero tras una jornada agotadora de caminatas nos apetece llegar a casa y cenar allí tranquilamente. Al ser cuatro, la tarea de encontrar hoteles con habitaciones familiares en un entorno rural resulta bastante complicada, eso nos obliga a pagar dos habitaciones lo cual encarece mucho la estancia y resulta muy incómodo.
ALOJAMIENTO RECOMENDADO EN AÍNSA
Te podemos recomendar los Apartamentos Dos Ríos Aínsa. Se encuentran en el centro de Aínsa, en la parte más nueva a 5 minutos andando de la Plaza Mayor. Consta de varios apartamentos modernos de diferentes tamaños. Estuvimos muy a gusto en el que nos tocó a nosotros. Tenía una decoración moderna, en la que predominaba la madera en tonos claros. Era muy bonito, confortable y estaba muy limpio. Tuvimos la opción de contratar el desayuno, si no nos apetecía prepararlo en el apartamento. El contar con una piscina en la azotea fue un plus, durante el verano. Además, la relación calidad-precio fue muy buena.
Cómo llegar a Aínsa
Aínsa se encuentra a 100 km de Huesca. Para llegar a Aínsa lo mejor es que vayas en coche, tanto propio como alquilado, ya que el transporte público en esta zona es bastante limitado.
Llegar a Aínsa en coche
Si vas a visitar Aínsa desde Madrid, tendrás que llegar primero a Zaragoza por la autovía A-2, desde allí tomar la A-23 hasta Huesca y continuar por la misma carretera hasta Sabiñánigo. Aquí tendrás que tomar la salida N-260/N-330 y circular por ella durante 50 km hasta llegar a Aínsa.
Para llegar desde Barcelona, tendrás que ir por la A-2 hasta Lleida, allí tomar la A-22 hasta Barbastro y salir hacia la A-138 hasta llegar a Aínsa.
Llegar a Aínsa en autobús
Desde Madrid es fácil llegar a Huesca en tren, ya que el AVE tiene parada en esta ciudad. Una vez en Huesca tienes autobuses directos hasta Aínsa con la compañía AvanzaBus y, el trayecto dura dos horas.
Desde Barcelona la misma compañía AvanzaBus hace el viaje hasta Huesca y, desde allí puedes tomar el autobús que va hasta Aínsa.
Ideas para seguir conociendo los Pirineos
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