
¿Nunca te ha pasado que has ido muchas veces a un sitio, y crees que lo conoces muy bien, hasta que alguien te muestra su singularidad y lo ves de forma diferente? Pues eso es lo que nos ha pasado este fin de semana al recorrer la Ruta Raíces de Castilla.
Como miembros de la Asociación Castilla y León Travel Bloggers, fuimos invitados por la Mancomunidad Raíces de Castilla, en la que se encuentran asociados los pueblos de Poza de Sal, Oña y Frías, en Burgos (Castilla y León), y realizamos esta histórica ruta que nos permitió descubrir aspectos de estos pueblos que desconocíamos.
Indice del artículo
¿Por qué la ruta se denomina Raíces de Castilla?
Los pueblos de Poza de la Sal, Oña y Frías que forman la ruta Raíces de Castilla, se encuentran al norte de Burgos, enclavados entre la comarca de Las Merindades y La Bureba, en un territorio que se sumerge en la historia más remota de Castilla. Cada uno de los pueblos tiene su importancia por diferentes razones, pero todos tienen en común una gran riqueza cultural, monumental y natural.
La Ruta Raíces de Castilla, que ahora podemos recorrer turísticamente, ya existía como tal en el medievo, pero en esa época constituía un medio de comunicación que enlazaba las tres villas, que se encuentran relativamente cerca.
Durante la ruta conocimos el legado medieval que ha permanecido en las tres villas y, que podemos disfrutar actualmente: castillos, murallas, monasterios, salinas, iglesias, calzadas romanas, arquitectura tradicional… Todo ello de una gran riqueza cultural, con detalles únicos en el mundo, que desconocíamos, y que en otro país atraería a miles de visitantes.
Puedes comenzar la Ruta Raíces de Castilla por cualquiera de los tres pueblos, pero si quieres recorrerla tal como hicimos nosotros, este es el itinerario.
Cómo es la ruta Raíces de Castilla
Poza de la Sal
Comenzamos la Ruta Raíces de Castilla en la Plaza Nueva de Poza de la Sal. Desde allí nos dirigimos a visitar el Espacio Medioambiental, un museo que nos mostró los aspectos más desconocidos de Félix Rodríguez de la Fuente, el famoso naturalista y vecino más ilustre de Poza de la Sal, a quien se ha dedicado este espacio.
Una vez visitado el Espacio Medioambiental recorrimos las calles del centro histórico de Poza de la Sal, unas calles estrechas y empedradas que, aún conservan su espíritu medieval. Y contemplamos las casas de arquitectura típica castellana, con su entramado de madera, muchas de ellas con soportales.
Nuestro siguiente punto de visita fue el Centro de Interpretación de las Reales Salinas, que se encuentra en la antigua Casa de Administración de las Reales Salinas. El nombre del pueblo, como imaginarás, le viene de la explotación de las salinas. Poza de la Sal fue un importante centro productor de sal, cuya actividad se remonta a la época de los romanos.

En el centro de interpretación nos contaron todos los detalles referentes a la extracción de sal y cómo era de dura la vida de los salineros. Una vez visitado el centro de interpretación, fuimos a ver el lugar en el que se encuentran las salinas. Sobre el terreno es más fácil hacerte idea de como se realizaba ese trabajo de extracción de la sal.
Si quieres conocer todo lo que puedes ver en Poza de la Sal no te pierdas este post:
Qué ver en Poza de la Sal, la cuna de Félix Rodríguez de la Fuente
Oña
Una vez concluida la visita a Poza de la Sal nos encaminamos a la siguiente etapa de la ruta, el pueblo de Oña que dista 13 km de Poza. Si en Poza de la Sal conocimos la riqueza que la sal le proporcionó al pueblo, en Oña vimos el poder y riqueza de la Iglesia, a través de su monasterio.

Comenzamos la visita a Oña en la iglesia del Monasterio de San Salvador, una iglesia que ya comienza a sorprendernos nada más entrar por su tamaño, pues no esperas encontrar semejante iglesia en un pueblo y, es la mayor sorpresa del patrimonio cultural que encontrarás en la provincia de Burgos. Pero nos sorprende porque hemos perdido la perspectiva, ya que durante siglos fue la iglesia de uno de los monasterios más importantes de Castilla.
En el Monasterio de San Salvador pudimos contemplar las tumbas medievales del Panteón Real, una joya única del Patrimonio burgalés.
Gracias a la Oficina de Turismo de Oña pudimos realizar una visita guiada en la que descubrimos sus mejores y más valiosos tesoros.
Con la visita a la iglesia del Monasterio de San Salvador se nos hizo hora de comer, así que nos encaminamos al Restaurante Blanco y Negro, que tuvo la amabilidad de prepararnos una comida de chuparse los dedos. El restaurante Blanco y Negro es otra de las sorpresas que puedes encontrar en Burgos, ya que no te esperas encontrar comida senegalesa en pleno corazón de Castilla.
Es un restaurante pequeño y coqueto, cuyo cocinero senegalés, Arona Gassama, elabora una cocina fusión de lo castellano y lo africano. Dimos buena cuenta de los platos que nos sirvieron: de primero una fresca ensalada de mango con brotes frescos y queso azul, o unos riquísimos nems o rollitos de papel de arroz, rellenos de carne picada de pollo y verduras. De segundo pudimos elegir entre corvina braseada, carrilleras de ternera, una receta senegalesa de pollo denominada yassa poulet, y como opción vegetariana unos calabacines rellenos de caviar de berenjena. Los postres merecen un capítulo aparte, pudimos elegir entre un sorprendente thiacry, cereal de mijo con yogur natural, fresas y mousse de hibisco o un fondant de chocolate caliente para adictos al chocolate.

Después de esta riquísima comida fuimos a conocer el llamado «Jardín secreto» del Monasterio de San Salvador, en el que se llevó a cabo un proyecto artístico con la incorporación de diferentes obras de arte, salpicadas aquí y allá, en lo que fue el jardín del Monasterio.
Frías
Tras la visita a Oña nos encaminamos a conocer Frías y antes de adentrarnos en su casco histórico nos detuvimos en uno de sus barrios, el de Tobera. Junto a él se encuentra una de las estampas más bellas que puedes encontrar en Burgos, la que forman el bonito puente medieval, la ermita románica de Nuestra Señora de la Hoz y a sus pies la pequeña ermita del Cristo de los Remedios.

Tobera está dividida en dos por el río Molinar que va bajando constantemente a través del pueblo en una sucesión de cascadas que pudimos disfrutar caminando por el sendero habilitado con ese fin.


Después del paseo junto al río nos acercamos a Frías, ya al llegar sorprende su silueta. Aquí en Frías muchas cosas no son lo que parecen, aunque ves un precioso pueblo medieval incluido en la asociación de «Pueblos más bonitos de España» y recientemente en la lista de «Pueblos más bonitos del mundo«, en realidad no es un pueblo es una ciudad, concretamente Frías es la ciudad más pequeña de España y esto es así desde 1435.
Sus calles empinadas nos fueron mostrando como las casas se han ido adaptando al terreno en el que están construidas, así que casas que parecían de dos alturas, en realidad por el otro lado tenían cuatro o más. Además una curiosidad de las casas de Frías es que por debajo de ellas existía un camino de ronda que permitía recorrer todo el pueblo, aunque actualmente los propietarios han cerrado el acceso a sus casas.

Si piensas que el txacoli es un vino blanco de origen vasco, aquí aprenderás que aquí siempre se ha producido chacolí (sólo cambia la forma de escribirlo), y lo hacían en bodegas excavadas debajo de las casas de Frías. La producción fue tan importante que Frías llegó a ser comparada con un barco que navegaba en chacolí.
Nuestro paseo por el pueblo nos llevó hasta la Iglesia de San Vicente Mártir y de aquí al Castillo de los Velasco, un extraordinario castillo roquero, en sus dos variantes, ya que por una parte se encuentra construido encima de una roca de toba calcárea y también por los conciertos de rock que se organizan periódicamente en su interior.

En el Castillo disfrutamos de la información que nos proporcionaron desde la oficina de turismo acerca de la historia del castillo, un castillo que aunque no vivió ninguna batalla en su interior, si que presenció importantes batallas en sus alrededores y también vivió un asedio. Subimos a la Torre del Homenaje y nos quedamos sin aliento ante las estupendas vistas que se tienen desde allí.

Si quieres conocer todo lo que te espera en Frías, sólo tienes que leer nuestro post Frías, la ciudad más pequeña de España.
Con la visita al Castillo finalizamos nuestra ruta Raíces de Castilla, no sin antes agradecer a todos los responsables de la Mancomunidad Raíces de Castilla que nos proporcionaron un día difícil de olvidar.
Seguro que a estas alturas te habrán entrado muchas ganas de conocer la Ruta Raíces de Castilla por ti mismo, si necesitas buscar alojamiento la localidad que más oferta hotelera tiene de las tres es Oña, desde aquí puedes buscar tu alojamiento en Oña.