Acompáñanos en este viaje para conocer que hay que ver en Calatañazor, uno de los pueblos más bonitos de esa provincia tan auténtica que es Soria.
La provincia de Soria, situada al este de Castilla y León, es la menos poblada de España y una de las menos pobladas de Europa. Esto ha hecho que muchos de sus pueblos y de sus parajes hayan permanecido inalterados a lo largo de los siglos con un estilo propio característico. De entre ellos destaca Calatañazor, que junto con su cercano sabinar milenario, son de esos tesoros patrimoniales y naturales que no te puedes perder en Soria.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
Qué ver en Calatañazor
Habíamos visitado Calatañazor y su sabinar hacía ya más de 10 años, así que decidimos que ya era hora de volver a hacer una visita a este precioso pueblo. Calatañazor se encuentra a 33 km de Soria capital, su nombre proviene del árabe Calatat-Nossurt, que quiere decir nido de águilas, y cuando te acercas comprendes por qué. El pueblo se encuentra situado en la cima de una roca que domina la vega del río Abión, en un entorno privilegiado.
Si te acercas a Calatañazor desde Muriel de la Fuente verás las murallas que protegen a la población y las ruinas del castillo, lo que le da un aspecto peculiar de fortaleza. Si accedes por el otro lado, verás la profundidad del precipicio que le rodea, lo cual hace innecesaria la utilización de murallas por ese lado.
Al llegar al pueblo tienes que dejar el coche en la parte de abajo, y acceder a pie por la empinada calle de acceso que es el eje principal del pueblo, se trata de la Calle Real.
Calatañazor es de esos pueblos que te hacen retroceder en el tiempo, todo tiene un sabor tradicional de tiempos pasados. Es un pueblo de traza medieval, con las calles empedradas a base de cantos rodados.
Las casas (algunas de ellas porticadas) tienen dos plantas, la inferior está construida con muros y la superior se levanta con gruesas vigas de madera de sabina unidas con adobe y todo ello enlucido con barro.
DÓNDE ALOJARTE PARA CONOCER TODO LO QUE HAY QUE VER EN CALATAÑAZOR
En Calatañazor tienes varios establecimientos de turismo rural donde alojarte y disfrutar de los encantos de la villa y sus alrededores.
La Casa Rural de la Villa es una casa del siglo XVIII que aunque ha sido restaurada, todavía conserva su fachada y paredes originales de piedra. Su decoración es rústica con muebles y vigas de madera. Un lugar para desconectar totalmente del mundanal ruido, ya que no tiene ni televisión. El alojamiento cuenta también con un restaurante: El Palomar donde degustar la gastronomía soriana.
Otro de los alojamientos que puedes encontrar es la Casa del Cura de Calatañazor, es una casa de adobe del siglo XVII, restaurada respetando su arquitectura tradicional. Desde la terraza del hotel tienes unas vistas estupendas del cañón. Las habitaciones son amplias y las camas comodísimas. El desayuno a base de productos típicos de la zona es muy recomendable. También cuenta con restaurante propio (enfrente) en el que comer y cenar.
Algunas de las casas están decoradas con blasones, otras cuentan con balcones o aleros pronunciados y las puertas están protegidas por postigos de media altura.
En el interior destaca la chimenea cónica que se adentra en la cocina, haciendo que sea la estancia principal de la casa. Por ello verás en los tejados esa típica chimenea cónica propia de la tierra de pinares.
Todo ello en conjunto le dota de un encanto especial, motivo por el que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1962.
Estuvimos callejeando por el pueblo y contemplando todos los curiosos detalles y rincones que tiene. Callejeando encontramos una placa en una de las casas que recuerda que Orson Welles rodó en Calatañazor algunas escenas de la película Campanadas a medianoche en 1965.
La Iglesia de Nuestra Señora del Castillo
El primer edificio importante que te encuentras es la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo, que tiene una mezcla de estilos gótico y románico, como es el caso de su portada.
Entramos al interior previo pago y allí pudimos ver una enorme pila bautismal del siglo XI. El altar mayor tiene un retablo del siglo XVI en el que se encuentra una talla románica de Santa María del Castillo.
Se puede visitar también la sacristía en la que se conserva una custodia de plata muy valiosa del siglo XVII, documentos sobre la historia de la villa, y cuatro tablas del siglo XV que formaron parte de un retablo, entre otras cosas. Aquí también encontramos otra curiosidad, se trata de una caja fuerte del siglo XVIII.
Continuamos la visita por el pueblo y llegamos a la Plaza Mayor, que acoge El Rollo bajomedieval del siglo XV, que cuenta con una leyenda de brujería. El rollo o picota era una columna de piedra que tenía una doble función: penal, ya que allí se exponía a los malhechores, y jurisdiccional, marcando el límite territorial. El rollo de Calatañazor pudo simbolizar el poder de D. Juan de Padilla, Adelantado Mayor de Castilla y señor de la villa en 1460.
El Castillo de Calatañazor
El Castillo es la edificación más importantes que hay que ver en Calatañazor. Su origen se remonta a cuando la localidad se encontraba en una zona fronteriza y era el centro de escaramuzas entre las huestes árabes y cristianas. La leyenda dice que “en Calatañazor, Almanzor perdió el tambor“, lo cual significaba que fue aquí donde Almanzor (el gran caudillo de Al-Andalus) perdió su alegría debido a la derrota que se le infligió.
Según la tradición eso tuvo lugar en las inmediaciones de este castillo en una cruenta batalla contra las tropas cristianas en 1002. Venía de arrasar el monasterio de Santa María de la Cogolla, en La Rioja, cuando un ejército cristiano le esperaba para cortarle el paso. Se dice que le atacaron por la retaguardia, hiriéndole de gravedad y muriendo días después en la soriana Medinaceli, aunque no es un hecho comprobado.
El castillo del siglo XIV, en un principio sólo tenía torres cuadradas en las esquinas y una torre del homenaje de planta cuadrada. Más tarde se le añadieron las torres circulares de la fachada sur y las semicirculares que flanquean la puerta principal. Se separaba de la villa por medio de un foso artificial que se salvaba mediante un puente levadizo.
Hoy en día el castillo está medio en ruinas, conserva parte de la torre del homenaje y gran parte de sus murallas. Aunque había tres puertas, hoy sólo puede verse la más pequeña.
El Valle de la Sangre
Desde el Castillo tienes unas bellas panorámicas, del pueblo por un lado y del llamado Valle de la Sangre por el otro. Según la leyenda, el Valle de la Sangre es el lugar donde se libró la batalla en la que Almanzor fue derrotado.
Debajo del castillo se encuentra una necrópolis visigoda del siglo X excavada en la roca con tres tumbas antropomorfas.
La Ermita de la Soledad
Una vez que recorrimos el pueblo, que no es muy extenso, y disfrutamos de todos los rincones y detalles que tiene, nos dispusimos a bajar hasta donde teníamos aparcado el coche. Allí pudimos ver la Ermita de la Soledad del siglo XII, un magnífico ejemplo de arte románico que hay que ver en Calatañazor y que conserva el ábside y la portada norte. Tuvimos mala suerte y sólo pudimos ver el exterior, ya que estaba cerrada.
El Sabinar de Calatañazor
Si desde Calatañazor te diriges al cercano pueblo de Muriel de la Fuente, a medio camino y a mano derecha se encuentra uno de los puntos de mayor interés natural de la zona. Se trata del Sabinar de Calatañazor, un lugar único que hay que ver en Calatañazor, y que está incluido en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León.
Se trata de un bosque vallado de sabinas albares (Juniperus thurifera) que tiene algunos de los ejemplares más longevos y elevados de esta especie en la península ibérica, llegando incluso a los 14 metros de altura y 5 de perímetro.
La sabina es conocida por los sorianos como enebro. Es una especie considerada como una reliquia del Terciario, y su tronco parece la piel de un animal antiguo. Aquí algunos de los ejemplares tienen cerca de dos mil años de existencia, por lo que el Sabinar de Calatañazor es uno de los bosques de sabinas mejor conservados del planeta.
Su peculiaridad reside no sólo en el tamaño de las sabinas, sino también en su densidad, ya que es el sabinar más espeso del mundo. Forma una dehesa, lo que es típico en un encinar pero no en un sabinar. Además suma a su gran valor ecológico sus bayas, que alimentan en los meses de más frío a cuervos, urracas, zorzales y otros pájaros. Por ello es un bosque muy interesante para los aficionados a la ornitología.
Disfrutamos en este privilegiado espacio natural de un rato de relax y paseo contemplando las inmensas sabinas que encontrábamos a nuestro paso.
Otros lugares únicos de Soria
Tiermes, la misteriosa ciudad de piedra de Soria
Ruta por el Cañón del Río Lobos, guía y consejos para disfrutarla
La Fuentona de Muriel, el increíble Ojo de Mar de Soria
*Los costes de esta web se sufragan parcialmente mediante enlaces de afiliación, que hacen que ganemos una pequeña comisión si reservas algún producto a través de los mismos. No hay ningún coste adicional para ti y los enlaces solo son a sitios que recomendamos y utilizamos nosotros mismos.
También puedes leer más en:
VIATGES PEDRAFORCA – Post dedicado a Calatañazor
Los costes de este blog se sufragan parcialmente mediante enlaces de afiliación, que hacen que ganemos una pequeña comisión si reservas algún producto a través de los mismos. No hay ningún coste adicional para ti y los enlaces solo son a sitios que recomendamos y utilizamos nosotros mismos.