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Las BARDENAS REALES de Navarra: ruta, mapa y guía de visita

Las Bardenas Reales de Navarra

Las Bardenas Reales de Navarra constituyen uno de los espacios más desérticos de Europa Occidental. Un lugar que, a pesar de las apariencias, está lleno de vida y esconde uno de los paisajes más exóticos y singulares que pueden verse en nuestro país.

Qué son las Bardenas Reales

La descripción que mejor se acomoda a lo que todo el mundo percibe cuando ve las Bardenas Reales, es la de que se trata de un desierto. Evidentemente no es el típico desierto con dunas, pero si es un espacio desértico del tipo de los del norte de África.

La verdad es que, técnicamente, las Bardenas Reales no son un desierto, pues las precipitaciones anuales superan el límite teórico de los 180 mm anuales de lluvia. Pero poblacionalmente sí lo son, ya que, en sus más de 40.000 hectáreas de superficie, no hay ninguna población, considerándose la superficie no habitada más extensa de Europa Occidental.

Cabezo de Sanchicorrota en las Bardenas Reales
Cabezo de Sanchicorrota

En 1999 fueron declaradas Parque Natural y, en el año 2000, la UNESCO las reconoció como Reserva de Biosfera por la importancia y singularidad de su flora y fauna esteparia.

Aquí conviven águilas reales, búhos reales, halcones peregrinos, alimoches, y así hasta 24 especies de rapaces, acompañadas por aves esteparias tan importantes como avutardas, sisones, alcaravanes, ortegas, gangas o alondras Dupont.

De los anfibios y reptiles destaca la presencia de tritones jaspeados, galápagos europeos, culebras de escalera y víboras hocicudas.

La vegetación es escasa y de carácter estepario y mediterráneo, predominando la sosa, la ontina, el sisallo, el esparto y el tamariz, con zonas arboladas dispersas formadas por sabinas, coscojas y pinos carrascos.

Cómo se formaron las Bardenas Reales

Para entender cómo se ha formado este paisaje tan espectacular, tienes que imaginar el Valle del Ebro hace veinte millones de años, cerrado en su desembocadura por la Cordillera Costero Catalana. Se formó así un mar interior, no excesivamente profundo y de aguas tranquilas, en el que desembocaba el primitivo río Ebro.

En el fondo de este mar se fueron depositando durante millones de años los sedimentos acarreados por el río, hasta que hace diez millones de años consiguió abrirse paso hacia el mar, dejando un paisaje semidesértico formado por gravas, arcillas, yesos, calizas y areniscas, dispuestas en estratos.

Formación geológica de las Bardenas Reales
Formación geológica de las Bardenas Reales

A partir de entonces, la acción erosiva de las aguas de lluvia, los fuertes vientos y las oscilaciones climáticas fuertes, incrementada por la escasa vegetación existente, ha sido la encargada de dar forma al paisaje que ves hoy.

Este modelado ha hecho que donde faltan las capas duras de arenisca o caliza, las arcillas y los limos se erosionan con facilidad, formándose barrancos. Donde las capas duras de roca protegen el suelo, la erosión deja cerros testigo conocidos como cabezos, una de las formaciones geológicas más característica del paisaje bardenero.

UN DATO CURIOSO

En el año 2003, se encontró aquí el nido fósil de ave más antiguo del mundo, datado en 18 millones de años. Al parecer, sería de un antepasado de los flamencos o somormujos que habitaban ese mar interior.

Dónde están las Bardenas Reales

Las Bardenas Reales se encuentran en el extremo suroeste de la provincia de Navarra, muy cerca del límite con la provincia de Zaragoza.

Para que te sitúes en una zona aproximada, podría decirse que las Bardenas Reales son todo el inmenso espacio despoblado que queda al oeste y norte de Tudela.

De todos modos, y como una imagen vale más que mil palabras, aquí tienes un mapa con el que podrás situar este espacio natural tan singular.

Mapa de las Bardenas Reales

Qué ver en las Bardenas Reales

Dentro de las Bardenas Reales hay tres zonas bien diferenciadas que puedes visitar.

El Plano

Es un inmenso altiplano que queda en la zona norte del Parque Natural. Se formó por depósitos aluviales y es un terreno apto para la agricultura, por lo que está completamente lleno de campos de cultivo.

A pesar de ser una zona de interés ornitológico, desde el punto de vista paisajístico es bastante monótono.

La Negra

Está formada por mesetas a diferentes alturas, en su mayoría también cubiertas por campos de cultivo.

Las abarrancadas laderas que dan al sur, están recubiertas de pinos y coscojas, ofreciendo un paisaje que muchos consideran como el que primigeniamente tuvieron todas las Bardenas Reales.

La Negra, Bardenas Reales
La Negra

La tierra es de un color un tanto oscuro, siendo este el motivo por el que esta zona recibe su nombre.

La Bardena Blanca

La Bardena Blanca es toda la región que queda entre las dos anteriores. Se trata de una inmensa depresión llana, formada por una tierra blanquecina de arcillas y limos, con cabezos dispersos y surcada por multitud de barrancos y sin apenas vegetación, lo que le da su característico aspecto de desierto.

En cualquier mapa que mires del Parque Natural, verás dibujado un enorme rectángulo de más de 25 kilómetros cuadrados que es inaccesible para el público. Se trata del Polígono de Tiro Bardenas, del Ejército del Aire, por lo que no es raro que por aquí pasen volando cazas y otro tipo de aviones.

La Blanca es la zona más atractiva paisajísticamente hablando, por lo que la ruta que te voy a plantear discurre por esta zona, rodeando completamente el polígono de tiro.

NUESTROS CONSEJOS DE ALOJAMIENTO EN LAS BARDENAS REALES

Nuestro consejo para alojarte en las Bardenas Reales es el AC Hotel Ciudad de Tudela, a pocos kilómetros del Parque Natural. Es un bonito palacio del siglo XVIII con todas las comodidades del siglo XXI, habitaciones amplias y cómodas y un desayuno estupendo.

Pero si quieres una experiencia única y diferente, te aconsejamos el Hotel Aire de Bardenas, donde dormirás en un bungalow especial acristalado, con vistas a las Bardenas y al cielo estrellado. Algunos incluso tienen jardín privado o baño al aire libre.

Las Bardenas Reales cuentan además con tres Reservas Naturales:

El Rincón del Bu

Es la zona más árida e inhóspita de la Bardena Blanca y una reserva ornitológica de altísimo valor ecológico, ya que aquí anidan, entre otras rapaces, alimoches, águilas reales y búhos reales (de ahí su nombre).

Las Caídas de la Negra

Situada en las laderas meridionales de La Negra, es la zona con mayor cobertura vegetal arbolada del parque.

El Vedado de Eguarás

Aunque en realidad está fuera de los límites del Parque Natural por ser de propiedad particular, morfológicamente forma parte de las Bardenas Reales. En su interior se encuentra el Castillo de Peñaflor, que fue residencia de los reyes navarros.

Castillo de Peñaflor, Bardenas Reales
Castillo de Peñaflor

Historia de las Bardenas Reales

Sin querer aburrirte mucho con datos históricos y administrativos, te diré que las Bardenas Reales no pertenecen a ningún municipio de España, sino que es un territorio regido por la Comunidad de las Bardenas. Esta comunidad está formada por 2 valles, 19 pueblos y el Monasterio de la Oliva, que reciben el nombre de entidades congozantes.

Según cuenta la historia, las Bardenas pertenecían al patrimonio de los reyes de Navarra (de ahí su calificativo de “reales”), quienes cedieron los derechos de pasto a los montañeses de los valles pirenaicos del Roncal y Salazar, por su colaboración durante la Reconquista.

Rebaño de ovejas en las Bardenas Reales
Pastoreo en las Bardenas Reales

Este trato de favor, que data del año 882, fue ampliándose con el tiempo, hasta que en 1705, una Cédula de Felipe V lo consolidó a perpetuidad a favor de las actuales 22 entidades congozantes.

Seguramente te interesará saber, que los pastores pirenaicos llegaban hasta aquí siguiendo la actual Cañada Real de los Roncaleses, considerada como la ruta natural con mayor biodiversidad de Europa.

Ya que te he dicho el por qué del calificativo “reales”, te diré también que el nombre de “bardenas” se cree que proviene de la palabra bardo, barro.

Cómo ir hasta las Bardenas Reales

Para adentrarse en las Bardenas Reales, lo mejor es dirigirse a la localidad de Arguedas, perfectamente comunicada con la autopista AP-68.

Desde Arguedas hay que tomar la carretera que, en el extremo oeste del pueblo, se dirige hasta el Centro de Información Turística de las Bardenas Reales.

Centro de información turística de las Bardenas Reales
Centro de información turística de las Bardenas Reales

Merece la pena hacer una pequeña parada en este lugar, para tener una primera toma de contacto de lo que vamos a ver y resolver posibles dudas de última hora.

Además, al lado de estas instalaciones está el Mirador de Aguilares o de la Bárdena Blanca, un buen lugar desde el que tener una buena perspectiva de la zona que vamos a recorrer.

Mirador de Aguilares en las Bardenas Reales
La Bardena Blanca desde el Mirador de Aguilares

A partir de este punto, la carretera se interna ya en la zona protegida como Parque Natural, hasta llegar a la puerta de la base militar del polígono de tiro, lugar donde va a comenzar nuestra ruta.

Mapa de las Bardenas Reales – Ruta por la Bardena Blanca

Para que puedas seguir adecuadamente todas las indicaciones de la ruta que te voy a proponer, aquí tienes un mapa en el que aparecen todos los puntos singulares del recorrido.

Es posible que durante tu visita no encuentres buena conexión a internet, así que mi consejo es que previamente te descargues el mapa en tu móvil o tablet.

La ruta por las Bardenas Reales (La Bardena Blanca)

La ruta por la Bardena Blanca va a comenzar justo en el punto donde la carretera que llega desde el Centro de Información, se encuentra con la base militar del polígono de tiro.

La ruta que te propongo tiene en total 25 km de largo, por lo que necesariamente tienes que hacerla en bicicleta o en coche. Sea cual sea tu medio de transporte, pon el cuentakilómetros parcial a cero, ya que así te será más fácil identificar los puntos del recorrido que te marco por su punto kilométrico. De todos modos, ten en cuenta que son puntos kilométricos aproximados y medidos sobre el terreno con nuestro vehículo.

¡IDEA!

Otra opción que puedes escoger para recorrer las Bardenas Reales, es la de que un guía experto te lleve en vehículo 4×4 mientras te explica todos los lugares destacados. Si esta es tu preferencia, echa un vistazo a estas popuestas:

Tour en 4×4 por las Bardenas Reales desde Arguedas

Tour en 4×4 por las Bardenas Reales desde Carcastillo

Aunque te lo recuerdo más adelante, no olvides que sólo se puede circular por el camino que te marco en esta ruta, estando prohibido meterse en coche o bicicleta por las desviaciones que encontrarás.

En esta ruta no todo va a ser ir sentado, ya que hay muchas paradas desde las que iniciar pequeños recorridos a pie por los diferentes senderos y barrancos que van cruzando el camino. Hay multitud de desviaciones y excursiones, por lo que es mejor que te programes cuáles hacer, ya que recorrer todas te llevará al menos dos visitas a este recorrido por la Bardena Blanca.

Dicho todo esto, toma el camino que sale hacia tu derecha y comienza el recorrido.

Barranco de los Hermanos (km 1,0)

Al poco de comenzar encontrarás el primer barranco importante. Los barrancos son cursos de agua, generalmente estacionales, formados por la acción de erosión de las aguas de escorrentía sobre el terreno.

Barranco de los Hermanos, Bardenas Reales
Barranco de los Hermanos

Como la mayoría de los barrancos de esta zona, drena hacia el sur, que es donde se encuentra el cercano río Ebro.

Los Blanquizales (km 1,5 a 2,0)

Está claro que el nombre de esta zona le viene del color claro del suelo arcilloso que la forma.

Merece la pena echar un vistazo a la erosión tan curiosa que ha producido aquí la acción conjunta de las aguas de lluvia y del viento.

Bardena Blanca, Bardenas Reales
Los Blanquizales

Barranco de los Cambrones (km 3,2)

Nuevo barranco y, nuevo lugar donde podrás observar la fuerza de la acción erosiva del agua de lluvia y las increíbles formas que crea.

Si no ha habido lluvias hace poco, lo más probable es que el barranco esté seco, o a lo sumo, con algo de agua estancada. Pero no te dejes engañar por las apariencias, porque si hay una tormenta, estos barrancos pueden llegar a llevar mucha agua y ser peligrosos.

Lógicamente, al haber agua es en los barrancos donde suele crecer la vegetación de mayor porte, ya que en los alrededores es bastante raquítica.

Barranco de Zapata (km 3,5)

Este barranco serviría de zona de desagüe de la cercana Balsa de Zapata en épocas de fuerte lluvia.

Si te apetece caminar y no hay riesgo de lluvia, no te aguantes la tentación de caminar un trecho por este barranco o cualquiera de los anteriores y disfrutar del paisaje.

Balsa de Zapata (km 4,5)

A tu izquierda queda la Balsa de Zapata, una oasis en medio de este árido desierto, en la cual se congregan multitud de aves acuáticas.

La balsa tiene un mirador (por llamarle de algún modo) elevado respecto de la lámina de agua. Desde él la podrás ver en prácticamente toda su extensión y, es además un buen lugar para observar las aves acuáticas que viven en ella, si es temporada y no han emigrado.

Balsa de Zapata, Bardenas Reales
Balsa de Zapata

Desde este punto kilométrico que te indico, es fácil acceder andando hasta la balsa.

Un poco más adelante verás a tu izquierda el Corral de Zapata. Aquí llaman así a los lugares donde recogen las ovejas, y todos tienen el nombre de una persona, que imagino que sería quien lo construyó.

Montículo de Piedras (km 5,4)

En este punto hay un curioso montículo formado por piedras. No sé con qué finalidad se construyó, aunque tiene toda la pinta de haber servido de punto de referencia para orientarse entre tanta desolación, cuando no había los caminos que hay hoy.

Barranco de la Cruceta (km 6,3)

En este punto, el camino cruza con el barranco que alimenta la Balsa de Zapata.

Cañada Real de los Roncaleses (km 10,0)

El camino que queda a tu derecha es la Cañada Real de los Roncaleses, que lleva hasta el valle del Roncal y por la cual venían los pastores trashumantes de los Pirineos, con sus inmensos rebaños de ovejas.

Es una buena idea estacionar el coche aquí y caminar por esta cañada para disfrutar del entorno.

El paraje por el que discurre la cañada se llama el Rincón de las Rallas. Este nombre le viene por el hecho de que todo el talud vertical que queda a tu derecha, según te alejas del polígono de tiro, recibe el nombre de La Ralla.

El Rallón, Bardenas Reales
El Rallón

Más adelante, el camino queda encajonado entre dos taludes verticales, La Ralla, a tu derecha, y otro que queda a tu izquierda, que es El Rallón. A este último se puede subir desde un desvío, que encontrarás después de haber caminado un par de kilómetros, desde el punto en el que comenzaste a caminar.

Si te has llevado unos prismáticos, cosa que siempre es recomendable hacer cuando se va al campo, mira hacia las paredes de La Ralla, ya que podrás observar fácilmente los buitres leonados que se posan en sus cuevas y recovecos.

Cabezo de Sanchicorrota (km 10,5)

En este punto te encuentras frente a uno de los cabezos más famosos y fotogénicos de las Bardenas Reales, el Cabezo de Sanchicorrota, de cuya presencia ya te habrás percatado al parar en el Rincón de las Rallas. En su cima se encuentran las ruinas de un castillo.

Sanchicorrota fue un famoso bandolero al estilo de Robin Hood, que tenía su guarida por esta zona.

Cabezo de Sanchicorrota, Bardenas Reales
Cabezo de Sanchicorrota

Esta zona nos gustó especialmente y, aunque no lleva a ningún sitio concreto, aprovechamos para caminar un rato por ella y hacer incontables fotografías.

Mirador de Juan Obispo (km 11,7)

Este mirador es punto obligado de parada, no sólo por lo espectacular del lugar sobre el que se encuentra, sino por las vistas que hay desde él.

Anímate a caminar con precaución hasta su extremo y alucinarás con las formaciones geológicas que hay en él.

Mirador de Juan Obispo en las Bardenas Reales
Mirador de Juan Obispo

Hay quien sube en coche, aunque lo suyo es subir andando. Si subes en coche, descuenta la distancia que recorras del kilometraje parcial que marca el cuentakilómetros.

Arista Bonita (km 13,1)

Aunque un poco apartado del recorrido, el peculiar paisaje en el que se encuentra Arista Bonita merece una visita y un paseo tranquilo.

Desde el punto que te indico hay un camino que se dirige hasta él.

Pizkerra o Piskerra (13,9 km)

Otro tanto ocurre con Pizkerra, todo un mundo aparte dentro de la Bardena Blanca, en el que el Cabezo de Pizkerra destaca sobre todos los circundantes.

Pizkerra tiene un paisaje que parece sacado de una película, repleto de barrancos y cabezos que forman un auténtico laberinto. En esta zona se escondía y fue muerto el bandolero Sanchicorrota, por lo que también se la conoce con el nombre de Bandoleros.

Pizkerra en las Bardenas Reales
Pizkerra

Toma el camino que lleva hasta Pizkerra, pero si quieres recorrer el entorno tranquilamente y con cierto detenimiento, ten en cuenta que da para toda una ruta aparte.

Blanquizales (14,3)

Otro curioso lugar en el que parar y perderse caminando por este paisaje blanquecino que, si tuviera un tono más rojizo, parecería sacado del mismísimo planeta Marte.

Blanquizales, Bardenas Reales
Blanquizales

Camino a Carcastillo (km 15,0)

Este camino que sale a tu derecha es el único por el que sí puede transitarse en coche.

Se dirige a la población de Carcastillo, y es una variante al recorrido que te propongo, de tal forma que hay mucha gente que hace dos recorridos por la Bardena Blanca: uno el que te estoy describiendo, y otro que parte de Arguedas, llega hasta este punto, y a partir de aquí va hasta Carcastillo.

Así que ya sabes, ya tienes una variante para otro día.

Raso de la Junta (km 17,0 a 18,0)

El camino discurre ahora por una zona más esteparia, llana y monótona, que recibe el nombre del Raso de la Junta.

Aunque paisajísticamente no es tan espectacular, es un buen lugar para observar aves esteparias.

Las Cabañas (km 19,8)

Te pongo este punto, porque es en el que se encuentra uno de los corrales originales mejor conservados de todo el entorno.

Aquí podrás ver que originalmente eran construcciones ganaderas realizadas con la piedra caliza que, de cuando en cuando, aflora en el terreno.

Barranco de las Cortinas (km 20,5)

En mi opinión, este es el barranco más bonito de todos y por el que más merece la pena hacer un recorrido a pie.

Barranco de las Cortinas, Bardenas Reales
Barranco de las Cortinas

En este punto en el que cruza la carretera tiene formaciones muy curiosas, aunque todavía no alcanza la profundidad que llega a tener a la altura del Castildetierra.

Castildetierra (km 21,0)

Parada obligatoria y símbolo del Parque Natural de las Bardenas Reales, Castildetierra es lo poco que la erosión ha dejado de un cabezo que hubo aquí en tiempos.

A este tipo de formaciones, con esta forma de cono estilizado, se las da en geología el nombre de “chimeneas de las hadas” (te sonarán las de Capadocia, en Turquía). Otro sitio de las Bardenas Reales donde se pueden ver a lo lejos estas formaciones, es en las paredes de La Ralla, la que estaba junto a la Cañada Real de los Roncaleses.

Castildetierra, Bardenas Reales
Castildetierra

Es una gozada contemplar el Castildetierra desde la valla que lo delimita, y ver cómo surge del terreno ondulante que lo rodea. Si observas el Castildetierra cuando el sol ya está bajando, se ven muy bien los estratos que lo forman, y en el suelo ondulante verás que hay alineaciones de cristales de yeso que brillan al reflejar la luz. Todo un espectáculo para la vista.

Cristales de yeso en Castildetierra, Bardenas Reales
Cristales de yeso en Castildetierra

Frente al Castildetierra, y dominando el paisaje, se encuentra el inmenso Cabezo de las Cortinas.

Por detrás del Castildetierra queda el Barranco de las Cortinas y el acceso al mismo, que la verdad es un poco precario. Merece mucho la pena recorrer este bonito y profundo barranco, tanto a derecha como a izquierda.

Barranco de las Cortinas desde Castildetierra, Bardenas Reales
Barranco de las Cortinas desde Castildetierra

A la derecha, según has descendido, llega hasta el cruce con el camino por el que has venido en coche o bici. En este tramo hay una pequeña cueva por la que se puede entrar y que llega hasta una torca que es una auténtica maravilla.

Si vas hacia la izquierda, el barranco se junta finalmente con otro, que es el Barranco del Vedado. Una vez juntos, forman el Barranco de Limas. Por cualquiera de estos otros dos puedes proseguir la ruta a pie descubriendo mil formaciones geológicas diferentes.

Balsa de las Cortinas (km 21,7)

Aunque paisajísticamente no tiene mucho valor, esta balsa es un buen lugar para observar aves acuáticas invernantes.

Cabezo de las Cortinillas (km 22,4)

Este es otro de los lugares en los que merece mucho la pena hacer una parada y caminar un rato.

Cabezo de las Cortinillas, Bardenas Reales
Cabezo de las Cortinillas

Desde el aparcamiento surge un camino que, al poco, lleva hasta una escalera que asciende hasta la cima del Cabezo de las Cortinillas. Este cabezo es una atalaya ideal desde la que observar la Bardena Blanca y su mágico paisaje.

Aunque sube mucha gente, ten cuidado con la escalera, porque no está en un estado de conservación adecuado y puedes tener una caída si te confías.

Escalera al Cabezo de las Cortinillas, Bardenas Reales
Escalera al Cabezo de las Cortinillas

Cabezo de los Tres Hermanos (km 24,0)

Recibe este nombre por las tres cumbres que se dan en el mismo cabezo.

A sus pies se encuentra el corral del único pastor trashumante que queda en las Bardenas Reales.

Base Militar (km 24,9)

En este punto, frente al cabezo en cuya cima hay varias construcciones de uso militar, acaba el recorrido. Así que a partir de aquí te toca regresar a Arguedas por el mismo camino por el que viniste.

Si quieres aprovechar tu visita a las Bardenas Reales, Olite se encuentra muy cerca y es uno de los pueblos más bonitos de Navarra, así que aprovecha tu estancia para darte una vuelta y conocer su famoso castillo.

Muy cerca de aquí hay otras dos visitas que seguramente te interesarán. Una de ellas es el Monasterio de Piedra, en Zaragoza, un vergel en medio de un entorno árido como el de las Bardenas Reales.

La otra es el Nacedero del Urederra, en la zona norte de Navarra, un paseo mágico entre las hayas y las aguas turquesa del río Urederra.

Cuándo ir a las Bardenas Reales

Aunque las Bardenas Reales tienen su encanto en todas las épocas del año, no cabe duda de que la primavera es la época óptima para la visita: La vegetación todavía está verde, las aves se encuentran en plena actividad, las balsas tienen agua y el clima no es muy extremo.

El otoño puede tener condiciones similares a la primavera, aunque la vegetación habrá acusado la sequía estival y estará completamente reseca.

El invierno me parece la época más desaconsejable, porque aquí puede hacer mucho frío.

El verano también puede ser una época dura si hace mucho calor, pero si vas un día que no sea demasiado caluroso, la visita será muy auténtica pues tendrás la plena sensación de desierto que transmiten las Bardenas Reales.

Las Bardenas Reales en Juego de Tronos (… y en Películas, Videoclips y Anuncios)

Al igual que San Juan de Gaztelugatxe o los Alcázares Reales de Sevilla, las Bardenas Reales tuvieron un empujón extra a la fama después de haber servido de escenario para rodar la mítica serie Juego de Tronos. Por la zona de Pizkerra, es donde aparece uno de los dragones de la Khaleesi, cuando esta camina hacia el Mar Angosto al frente de sus dothrakis.

También han servido de escenario a películas como “007 el mundo nunca es suficiente”, con Pierce Brosnan como James Bond; “Acción mutante”, de Alex de la Iglesia; “Anacleto, agente secreto”; “The Counselor”, de Ridley Scott; o la mítica “Airbag”.

Cerro en las Bardenas Reales

Vanessa Paradis, Vanessa Martin o Lena Meyer, entre otros cantantes, han rodado aquí alguno de los videoclips de sus canciones más famosas.

Y también se han rodado aquí montones de anuncios de coches, colonias, relojes y yo que sé cuántas cosas más. Sin ir más lejos, cuando nosotros las visitamos, un equipo francés estaba rodando un anuncio de botas de montar a caballo. Lo dedujimos porque a la modelo le limpiaron las botas más de cien veces.

¿OVNIs en las Bardenas Reales?

Ya que estamos, no me puedo aguantar contarte que hay un avistamiento de OVNIs oficialmente registrado en la Bardena Blanca.

Ocurrió el 25 de diciembre de 1980 a las 22:05h, cuando el militar que ejercía como controlador de tiro, avistó un extraño elemento volador sobre la Bardena Blanca. Si te pica la curiosidad y quieres saber más sobre este evento, está recogido en los Expedientes Ovni o de Avistamiento de Fenómenos Extraños, expediente nº 801225 de la Biblioteca del Ejército del Aire.

Consejos y recomendaciones para la ruta

Conviene que tengas en cuenta unas cuantas cosas antes de hacer la ruta que te he propuesto, ya que te serán de utilidad para evitar imprevistos o situaciones desagradables.

  • No hay agua ni comida en todo el recorrido, así que vete bien aprovisionado.
  • La sombra es inexistente, lo cual puede ser un contratiempo en verano, pues el termómetro puede subir hasta los 40 grados.  Nosotros lo solucionamos con una sombrilla de playa que atamos a un poste que encontramos, por lo que comimos como reyes a la sombra, un día de verano que había un sol de justicia.
  • Hay mucho, muchísimo polvo, por lo que ten cuidado con las ópticas.
  • Si el tiempo amenaza tormenta, mejor deja el recorrido para otro día y, ni se te ocurra aventurarte por un barranco.
  • Date una vuelta por el centro de información antes de empezar la ruta, pues siempre se descubre algo nuevo. (Y esto es un secreto: es el único baño en muchos kilómetros a la redonda).
Estratos en las Bardenas Reales

Aparte de las normas elementales, el Parque Natural tiene unas cuantas normas que hay que cumplir.

  • No se puede acampar.
  • Está prohibido escalar a los cabezos.
  • En coche y bicicleta sólo se puede ir por los caminos señalizados para tal fin.
  • La velocidad máxima de circulación es de 40 km/h.
  • ¡ Y tiene horario! Sí, sólo se puede estar dentro del Parque Natural desde las 8 de la mañana hasta una hora antes de ponerse el sol.

Y por supuesto, en la zona del polígono de tiro, olvídate de entrar por razones obvias.


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