Descubre qué ver en Bélgica: 12 lugares imprescindibles

Si estás planeando un viaje y te preguntas qué ver en Bélgica, has llegado al lugar indicado. Este pequeño pero fascinante país europeo, a menudo eclipsado por sus vecinos, es un tesoro lleno de joyas por descubrir.

Si buscas un destino fácil, en el que ver muchas ciudades en poco tiempo y, además, disfrutar de un montón de opciones que te sorprendan, tu destino es Bélgica.

En este post, te llevaré a conocer 12 lugares imprescindibles de Bélgica, esos sitios que convierten a este país en un destino obligatorio para cualquier viajero. Prepárate para sumergirte en la historia viva de ciudades como Brujas y Gante, maravillarte ante la bulliciosa vida de Bruselas, y dejarte sorprender por las bellezas naturales y urbanas que este país tiene para ofrecer.

Cómo es Bélgica

Bélgica es un país pequeño en el que las distancias entre una ciudad y otra son cortas. Pero aún así, hay muchos lugares para conocer en Bélgica.

Lo más habitual es llegar a Bélgica a través de alguno de los dos aeropuertos de Bruselas, la capital del país, así que no te pierdas nuestras recomendaciones para que sepas cómo llegar a Bruselas desde el aeropuerto al que llegues, porque cada uno tiene sus particularidades.

Para sacarle el máximo partido a tu viaje a Bélgica, te recomiendo que busques un hotel en Bruselas, la capital, y desde allí te desplaces en tren al resto de ciudades que vayas a visitar, ya que el sistema ferroviario belga es uno de los mejores del mundo. Para que no tengas ninguna duda a la hora de utilizar los trenes belgas, aquí te contamos todo lo que necesitas saber:

Las ciudades belgas no son muy grandes, así que vas a poder visitarlas en un día. Lo mejor es que busques un hotel que esté situado cerca de alguna estación de tren, para evitar largos desplazamientos y pérdida de tiempo.

Antes de nada te comento que Bélgica está dividida administrativamente en tres regiones:

• Flandes, al norte, en la que el idioma oficial es el flamenco o neerlandés. Y que es la más conocida en cuanto al turismo en Bélgica.
• Valonia, al sur, en la que el idioma oficial es el francés
• Y la región de Bruselas, completamente rodeada por Flandes, y que es oficialmente bilingüe aunque es evidente la influencia del flamenco.

De todos modos y, aunque varias de las ciudades más interesantes y turísticas están en la zona flamenca, siempre conseguirás entenderte en francés o en inglés. ¡Esto es Europa!

Los lugares más destacados que tienes que ver en Bélgica

Después de nuestros viajes por este país, hemos hecho una selección de sitios para visitar en Bélgica que creemos que te van a gustar. Hay un poco de todo, ciudades, pueblos, monumentos e historia. Para que sepas que visitar, aquí tienes lo mejor de Bélgica:

Brujas: la ciudad medieval de cuento

Cuando pienso en qué ver en Bélgica, Brujas (Bruges en francés y Brugge en flamenco) siempre ocupa el primer lugar en mi lista. Esta ciudad, conocida como la Venecia del Norte, parece sacada de un cuento de hadas medieval. Con sus canales serpenteantes, calles empedradas y arquitectura gótica, Brujas te transporta a una época donde la historia cobra vida a cada paso.

Si es tu primera vez en la ciudad, puedes reservar un free tour por Brujas, para conocer más en detalle su historia y sus principales monumentos.

En Brujas podrás disfrutar de un paseo en barco por sus románticos canales, una de las atracciones turísticas en Bélgica. Desde el agua, la perspectiva de la ciudad cambia completamente, ofreciendo vistas únicas de las casas históricas y los puentes medievales.

No te pierdas sus históricas plazas, como la del Ayuntamiento y la del Mercado con su imponente Belfort, la torre-campanario de la ciudad. Y, por supuesto, recorre el Beguinaje, con sus casas blancas y tranquilos jardines, es un remanso de paz que invita a la reflexión.

Brujas es ese tipo de lugar que siempre te deja con ganas de más. Cada rincón, cada callejuela, te cuenta una historia, te envuelve en su magia. Si te preguntas qué ver en Bélgica, te aseguro que Brujas debe estar en tu itinerario.

Para que no te pierdas nada en Brujas, no olvides leer nuestro post:

Gante: el encanto de Flandes

Entre los lugares de Bélgica que visitar, Gante (Gand en francés y Gent en flamenco) se presenta como una parada obligatoria, un lugar donde el encanto de Flandes se manifiesta en todo su esplendor.

Creo que Gante es una de las ciudades de Bélgica que más nos sorprendió. Al caminar por sus calles, nos topamos con el imponente Castillo de los Condes de Flandes, una fortaleza medieval que te transporta a siglos de historia y leyendas.

Subir a sus almenas nos ofreció una vista panorámica sin igual de la ciudad. En este enlace puedes ver cómo es la visita del Castillo de Gante:

La Catedral de San Bavón, que alberga la obra maestra «El Cordero Místico» de los hermanos Van Eyck, es otro tesoro de Gante. La oportunidad de estar ante el cuadro más robado de la historia, que es una pieza tan emblemática del arte flamenco fue, sin dudas, un punto culminante de nuestra visita. Si quieres conocer más en profundidad esta curiosa historia te recomiendo reservar este free tour de los misterios y leyendas de Gante.

Pero Gante no es solo historia y arte; sus canales, especialmente Graslei y Korenlei, son el corazón vibrante de la ciudad. Sentarse a la orilla del agua, con vistas a las bonitas fachadas que se reflejan en el canal, mientras el bullicio de la ciudad se mezcla con la tranquilidad del agua, es una experiencia verdaderamente única. Incluso puedes embarcarte en un relajante paseo en barco por los canales de Gante.

Te contamos todo lo que necesitas saber sobre Gante en este post:

Bruselas: el corazón de Europa

Esta ciudad, más que la capital de Bélgica, es el epicentro de la vida europea, donde las antiguas tradiciones se mezclan con la modernidad.

Entre las cosas imprescindibles que hacer en Bélgica, destaca la visita de la Grand Place de Bruselas (Bruxelles en francés y Brussel en flamenco). Se trata de una de las plazas más bellas de Europa, con su impresionante arquitectura barroca y gótica, donde el histórico Ayuntamiento y las casas de los gremios compiten por tu atención. Es, sin duda, uno de los lugares imperdibles en Bélgica, que merece la pena conocer en profundidad a través de un free tour.

No muy lejos de allí, el icónico Manneken Pis, a pesar de su tamaño, demuestra cómo incluso lo más pequeño puede convertirse en el símbolo de una ciudad. Pero Bruselas no es solo historia; es también innovación y creatividad, como lo demuestra el Atomium, esa estructura futurista que ofrece no solo vistas panorámicas sino también una visión hacia el futuro.

Y para los amantes de lo peculiar, Mini-Europe, al pie del Atomium, es una parada obligatoria. Este parque temático te lleva en un viaje en miniatura a través de los monumentos más emblemáticos de Europa, todo en una sola tarde. Aquí puedes comprar tu entrada por anticipado.

Además de servir como base para recorrer el país, sin duda, Bruselas es uno de los lugares destacados que ver en Bélgica. En este post te contamos cuáles son sus lugares imprescindibles:

Amberes: la ciudad de los diamantes

Entre las cosas que ver en Bélgica, Amberes (Anvers en francés y Antwerpen en flamenco) es una de las que no te puedes perder. Conocida como la Ciudad de los Diamantes, esta fascinante metrópoli combina a la perfección el arte, la moda, y por supuesto, el comercio de diamantes, constituyendo un ecosistema único que invita a ser descubierto.

Te asombrará nada más llegar su estación de tren, considerada la cuarta más bonita del mundo.

Desde la Grote Markt, la plaza principal de Amberes, llegarás a la impresionante Catedral de Nuestra Señora, un emblema gótico que no solo domina el skyline de Amberes, sino que también alberga algunas de las obras maestras de Rubens, el hijo más famoso de la ciudad. Si te gusta el arte no te puedes perder una visita a la Casa-museo de Rubens.

No menos importante es el Barrio del Diamante, donde el brillo de las piedras preciosas es tan abrumador como fascinante. Incluso si no estás en busca de una joya, pasear por sus calles es adentrarse en un mundo donde el lujo y la artesanía se dan la mano. Todos estos lugares los puedes conocer por libre o a través de un free tour por Amberes.

Malinas: combinación de historia y cultura

Cuando preparaba uno de nuestros viajes, entre los lugares qué ver en Bélgica, me topé con una ciudad flamenca que, aunque quizás es menos conocida que Brujas o Gante, no tiene nada que envidiarles en términos de encanto y riqueza histórica: Malinas (Malines en francés y Mechelen en flamenco).

Situada en el corazón de Flandes, esta ciudad es un verdadero tesoro oculto que merece ser descubierto, ya que ofrece una combinación perfecta de historia, cultura, y tranquilidad que cautiva a todo aquel que la visita.

En la Grote Markt, la plaza principal de Malinas, destaca el Ayuntamiento y su imponente Catedral de San Romualdo, que domina el paisaje urbano con su altísima torre de 97 metros, que invita a que subas para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad y del río Dyle, que es espectacular.

Pero lo que realmente nos cautivó de Malinas fue su pequeño centro histórico, lleno de calles adoquinadas y plazas acogedoras, cada una con su propia historia y carácter. Caminar por estas calles es como viajar en el tiempo, descubriendo iglesias antiguas, casas de época, y museos que muestran la rica historia de la ciudad. Si quieres tener más información sobre estos lugares, seguramente te gustará reservar una visita guiada por Malinas.

Malinas destaca por su compromiso con la preservación de su patrimonio. El Palacio de Margarita de Austria es un ejemplo perfecto, un edificio renacentista que muestra la importancia de la ciudad en la historia europea. Su arquitectura elegante y sus jardines bien cuidados ofrecen un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad.

Lovaina: ciudad universitaria con historia

Lovaina (Louvain en francés y Leuven en flamenco) es conocida, principalmente, por albergar una de las universidades más antiguas y prestigiosas de Europa, por lo que muestra un dinamismo juvenil como ninguna otra.

Cuando visitamos Lovaina nos dirigimos directamente hacia su famoso Ayuntamiento, un edificio que parece sacado de un libro de cuentos gracias a su fascinante arquitectura gótica, un lugar que verás en cualquier guía de viaje de Bélgica. Ubicado en la Grote Markt, su Plaza Mayor, este edificio no es solo un punto de referencia de la ciudad, sino un testimonio del esplendor artístico de Lovaina.

Recorriendo sus calles empedradas entrarás en el mundo tranquilo de su Beaterio, en el que te parecerá haber viajado en el tiempo.

Para un primer acercamiento a la ciudad puede ser una buena idea reservar un free tour por Lovaina, para profundizar algo más en su historia de una forma muy amena y divertida.

Pero Lovaina no es solo arquitectura y calles empedradas; es también sinónimo de conocimiento. La Universidad de Lovaina, fundada en 1425, es un faro de sabiduría que ha iluminado a generaciones de estudiantes y que merece la pena conocer. Otro tesoro de Lovaina es la Biblioteca Universitaria, reconstruida con esfuerzo después de ser devastada durante la Segunda Guerra Mundial. Su torre, desde la cual se pueden admirar vistas panorámicas de la ciudad, simboliza el eterno renacer de Lovaina.

Dinant: entre rocas y río

En nuestro viaje para descubrir qué ver en Bélgica, Dinant fue una ciudad que nos enamoró con su precioso contraste entre las rocas y el río. Esta pintoresca ciudad de la región de Valonia, conocida como la Hija del Mosa, se encuentra encajada entre las rocas de la región de Las Ardenas y las tranquilas aguas del río Mosa, y ofrece una vista de postal que parece sacada de un cuento de hadas.

Al llegar a Dinant, lo primero que nos llamó la atención fue la imponente Ciudadela, erguida orgullosamente sobre la ciudad. Subir a la Ciudadela, (a pie o en teleférico) te ofrece una vista panorámica espectacular que justifica por sí sola la visita. Desde allí, se puede contemplar la armonía perfecta entre la naturaleza y la arquitectura que define a Dinant, en la que destaca la Colegiata gótica de Notre-Dame, con su inconfundible campanario con forma de cebolla.

Paseando por la orilla del río Mosa, te encontrarás con la Casa de Adolphe Sax, inventor del saxofón y oriundo de Dinant. Este pequeño museo, dedicado a su vida y obra, es un testimonio del espíritu innovador que caracteriza a la ciudad. Fue fascinante aprender cómo este instrumento, que ha dado la vuelta al mundo, tiene sus raíces en este rincón belga.

El crucero por el río Mosa es otro de los puntos destacados de nuestra visita. Esta experiencia nos permitió apreciar Dinant desde una perspectiva diferente.

Namur: fortaleza en la confluencia de los ríos Mosa y Sambre

Continuando nuestro viaje para descubrir lo mejor que ver en Bélgica, llegamos a Namur, la capital de Valonia, que se encuentra a media hora en tren de Dinant. Esta ciudad, situada en la confluencia de los ríos Mosa y Sambre, nos cautivó con su rica historia, sus fortificaciones y un encanto sereno que la distingue de otras ciudades belgas. Namur, no es una de esas ciudades incluidas en los itinerarios turísticos habituales, pero nos pareció una joya escondida que merece la pena ser visitada.

El centro histórico de Namur se encuentra alrededor de su Ciudadela, una gran fortificación que se alza majestuosamente sobre la ciudad. Subir hasta allí, ya sea a pie o en el teleférico, te ofrece unas vistas panorámicas impresionantes de la confluencia de los ríos Mosa y Sambre y de la ciudad. Y recorrer los pasadizos subterráneos de esta fortaleza te mostrará el pasado estratégico de Namur, ya que fue un lugar de gran importancia histórica, que entenderás cuando lo visites.

Pasear por el centro de Namur es sumergirse en una atmósfera de tranquilidad y belleza. Las calles empedradas, flanqueadas por edificios históricos, conducen a plazas acogedoras y terrazas de cafés donde el tiempo parece detenerse. En cada esquina, la ciudad despliega su patrimonio, desde la Catedral de Saint-Aubain hasta el Parlamento de Valonia, ubicado en el antiguo Hospicio Saint-Gilles, reflejando la rica historia política y religiosa de Namur.

El Museo de Arte Antiguo de Namur (TreM.a), ubicado en un pintoresco palacio, alberga una colección fascinante, considerada una de las Siete Maravillas de Bélgica, que narra la historia y el arte de la región a través de los siglos. Destaca, sobre todo, la colección relativa a la Edad Media.

Los ríos Mosa y Sambre ofrecen un escenario perfecto para dar un paseo relajante, permitiendo a los visitantes disfrutar de la belleza natural que rodea la ciudad.

Puedes llegar a Dinant y Namur en tren por tu cuenta o a través de una excursión organizada desde Bruselas.

Tournai: patrimonio y arte

Otro de los lugares de Bélgica que ver es Tournai, una ciudad que destila patrimonio y arte en cada uno de sus rincones. Considerada una de las ciudades más antiguas de Bélgica, Tournai es un testimonio vivo de la historia europea, una mezcla de arquitectura, tradición y cultura que encanta a todo aquel que la visita.

La Catedral de Nuestra Señora, con sus impresionantes torres y su arquitectura que combina estilos románico y gótico, fue nuestra primera parada. Este edificio no es solo un lugar de culto; es una obra maestra arquitectónica que muestra la rica historia religiosa y cultural de la región. Su interior, igualmente majestuoso, alberga tesoros artísticos que son un deleite para los aficionados al arte sacro.

Desde allí llegarás a la Grand Place de Tournai rodeada de edificios históricos y, presidida por el Beffroi, el campanario de la ciudad.

Pero Tournai es más que sus edificios históricos. En el Museo de Bellas Artes, diseñado por el renombrado Victor Horta, se exponen obras de maestros como Rubens y Manet.

Caminando por Tournai descubrirás rincones peculiares como el Pont des Trous (Puente de los agujeros), que ofrece vistas pintorescas del río Escalda, creando un marco perfecto que parece sacado de una postal antigua.

La vida en Tournai transcurre a un ritmo lento, invitando a los visitantes a detenerse, mirar y admirar. Desde sus cafés acogedores hasta sus mercados bulliciosos, la ciudad te permite echar un vistazo a la vida cotidiana en una ciudad belga llena de historia y arte.

Mons: cultura y tradiciones

Mons, capital de la provincia de Henao en Valonia, es un destino que combina un rico patrimonio histórico con una intensa vida cultural que la hace destacar en Bélgica.

La Grand Place de Mons es el corazón palpitante de la ciudad y está rodeada de edificios históricos como el impresionante Ayuntamiento. Esta plaza es un lugar de encuentro, tanto para locales como para visitantes, y el escenario de numerosos eventos a lo largo del año.

Desde allí podrás acercarte a conocer el único Campanario barroco de Bélgica, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este enlace puedes reservar tu entrada para subir a la torre en su ascensor panorámico y, disfrutar de las impresionantes vistas.

Uno de los aspectos más fascinantes de Mons es su rica tradición cultural, y nada encarna mejor este espíritu que la fiesta del Doudou, un festival anual que se celebra en junio, en torno a la fiesta de la Trinidad (el domingo anterior al Corpus Christi), que se remonta al siglo XIV.

La Lucha de San Jorge contra el Dragón, el punto culminante del festival, no es solo una representación; es una experiencia comunitaria que une a la ciudad en una celebración de su identidad y su patrimonio. La UNESCO declaró esta fiesta Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Disfrutar de la fiesta del Doudou en Mons es una de las cosas más curiosas que puedes hacer en Bélgica, no se puede describir, hay que vivirlo.

La Colegiata de Santa Waudru, otro tesoro de Mons, es una obra maestra del arte gótico que alberga una impresionante colección de reliquias y arte sacro. Su arquitectura imponente y los tesoros que guarda en su interior son un testimonio del legado religioso y artístico de la ciudad.

Pero Mons es más que sus edificios y festivales; es una ciudad que respira cultura a través de sus museos, galerías, rutas de arte urbano y espacios creativos. La innovación y el respeto por la tradición se entrelazan aquí, creando un ambiente donde el pasado y el presente conviven armoniosamente.

Lissewege: un pueblo de postal entre Brujas y la costa

Si vas a viajar a Bélgica durante unos cuantos días y, te sobra tiempo, te recomiendo visitar un encantador pueblo que parece sacado de una postal: Lissewege. Este pequeño y pintoresco pueblo, situado entre Brujas y la costa belga, es un secreto bien guardado que ofrece una escapada perfecta lejos del bullicio turístico de las ciudades más grandes.

Al caminar por las calles de Lissewege, nos dejamos llevar por su atmósfera tranquila y su belleza rural. Las casas blancas tradicionales, adornadas con flores de colores y rodeadas de verdes campos, crean un paisaje idílico que invita a ser explorado sin prisa. El centro del pueblo está dominado por la impresionante Iglesia de Nuestra Señora, cuya torre se eleva majestuosamente sobre las casitas blancas, sirviendo como un punto de referencia para los visitantes. Te sorprenderá su tamaño para un pueblo tan pequeño, pero es que Lissewege fue también lugar de parada de los peregrinos que venían del norte camino de Santiago de Compostela.

A lo largo del año, el pueblo acoge varias exposiciones de arte y eventos culturales que transforman sus calles y espacios abiertos en galerías al aire libre. Los artistas locales e internacionales exhiben sus obras, desde esculturas hasta pinturas, ofreciendo una experiencia cultural única en este tranquilo entorno.

Otra joya de Lissewege es su canal, que atraviesa el pueblo y ofrece la oportunidad perfecta para un paseo relajante a lo largo de sus orillas. Los reflejos de las casas blancas en el agua tranquila y la presencia ocasional de cisnes y patos añaden un toque mágico a la escena, haciendo de cada paseo una experiencia memorable.

Abadía de Villers: ruinas medievales en un oasis de paz

Entre los mejores sitios que visitar en Bélgica tenemos que hablar de un lugar que parece detenido en el tiempo, un sitio donde la historia y la naturaleza se abrazan de manera espectacular: la Abadía de Villers. Esta impresionante ruina medieval, ubicada en la región de Valonia, no es solo un testimonio del pasado monástico de Bélgica, sino también un oasis de paz y belleza natural.

Cuando entramos a los terrenos de la Abadía de Villers, nos quedamos boquiabiertos ante la magnitud y la belleza melancólica de sus ruinas. Fundada en el siglo XII, esta abadía cisterciense ahora es un espectacular museo al aire libre, donde cada piedra tiene una historia que contar. Caminar entre sus altos arcos, claustros y jardines es una experiencia casi mística, que te transporta a otra época.

Los jardines de la abadía, cuidadosamente mantenidos, son un testimonio del arte de la jardinería monástica, y su colorido ofrece un contraste muy bonito con las piedras grises de las ruinas. Cada rincón del jardín invita a la reflexión y al disfrute de la serenidad que emana este lugar.

Además, la Abadía de Villers no es solo un lugar para admirar ruinas antiguas; es un centro cultural activo que acoge eventos, talleres y exposiciones temporales. Esta combinación de actividades culturales en un entorno histórico hace de la visita a la abadía una experiencia muy interesante.

Mapa de lugares destacados de Bélgica

Preguntas frecuentes sobre los lugares destacados de Bélgica

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