Los pueblos pasiegos son el último reducto de los habitantes más antiguos de Cantabria: los pasiegos. Un pueblo que ha vivido durante siglos en las fértiles tierras de los Montes del Pas.
¿QUÉ ENCONTRARÁS AQUÍ?
- ¿Cómo son los Valles Pasiegos?
- Mapa de los pueblos pasiegos
- Itinerario de la ruta en coche por los pueblos pasiegos
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¿Cómo son los Valles Pasiegos?
Son valles siempre verdes, que componen un paisaje espectacular y poco conocido fuera de estas tierras. Desde siempre, esta zona ha sido el paso natural para atravesar la cordillera que separa Castilla de Cantabria. Por eso, limita con la comarca de Las Merindades en la provincia de Burgos, zona en la que se asentaron los primeros pasiegos.
Las primeras noticias que se tienen sobre los habitantes de los Valles Pasiegos provienen del año 1011, cuando el conde Sancho de Castilla dona al monasterio burgalés de San Salvador de Oña un territorio, para ser repoblado por pastores.
Es una zona de pastos frescos y pueblos perdidos, que han vivido durante siglos con un estilo de vida tradicional, dedicado a la ganadería.
Hoy en día, apenas hay pasiegos trashumantes, tan sólo queda el recuerdo de su actividad en las numerosas cabañas de piedra con techos de pizarra, repartidas a lo largo de los montes del Valle del Pas. Todavía queda alguna de sus costumbres, un ejemplo de ellas se puede ver en la Romería de la Virgen de Valbanuz, que se celebra cada 15 de agosto.
Esta ruta en coche por los pueblos pasiegos comienza en Castañeda y termina en Liérganes. Dos ríos te acompañarán durante la ruta: el Pas, al oeste y el Pisueña, al este. El río Pas es el que da nombre a los pasiegos, es un río de paso (Passus), porque en su cabecera permitía pasar las montañas de la Cordillera Cantábrica en esta zona.
Es una ruta en la que descubrirás los tesoros de esta tierra, tanto de arte y patrimonio (sobre todo en Castañeda, Villacarriedo y Liérganes) como de paisaje (no dudes en adentrarte por alguno de los caminos que se pierden en el monte).
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Mapa de los pueblos pasiegos
Itinerario de la ruta en coche por los pueblos pasiegos
Este recorrido es ideal para hacerlo durante un fin de semana. Por nuestra cercanía a esta comunidad, solemos visitar todos los años alguno de sus rincones. La zona de los valles pasiegos es una de nuestras favoritas, ya que nos encanta la naturaleza y, aquí se muestra de manera desbordante.
Es una ruta ideal para el verano, sobre todo, si buscas huir del calor de otros lugares. Aquí las temperaturas no suelen pasar de los 18 o 20 grados en esa época. Te aconsejo hacerla cuando no llueva, ya que puedes encontrarte los valles con niebla, aunque sea verano. Pero si no llueve mucho, el chirimiri también tiene su encanto ¡Por algo está todo tan verde!
Puedes comenzar la ruta de los pueblos pasiegos desde Santander o bien desde Castañeda, el primero de los pueblos de la ruta.
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Si vas a alojarte en Santander para recorrer los pueblos pasiegos, te recomendamos el Hotel Santemar. Se encuentra situado a 3 minutos de la famosa playa del Sardinero. Las habitaciones son amplias y han sido reformadas recientemente, con colchones cómodos y una bonita decoración.
Está muy bien aislado, por lo que no se oyen ruidos del exterior ni de las demás habitaciones. Si te vas a alojar en familia, como nosotros, tienes la opción de tener habitaciones comunicadas, lo cual es muy cómodo. Tiene aparcamiento propio, aunque no es difícil encontrar aparcamiento gratuito por la zona, excepto en los meses de verano.
Los pueblos pasiegos están entre los pueblos más bonitos de Cantabria. Si quieres conocer nuestra selección particular, te la mostramos en este post.
Castañeda
Este pueblo, situado a 25 km de Santander y 385 km de Madrid, está formado por las poblaciones de La Cueva, Pomaluengo, Socobio y Villabáñez, que se encuentran en un radio de apenas 3 kilómetros.
Su momento de mayor esplendor fue de los siglos XII, (coincidiendo con la construcción de la Colegiata de Santa Cruz) al siglo XV, cuando las luchas entre las familias Manrique y Mendoza por el control del valle, provocaron la intervención del rey Juan II, que se lo concedió a los Manrique.
En el municipio de Castañeda encontrarás un buen número de casonas y palacetes, así como varios edificios religiosos de gran interés. De todo ello esto es lo que no puedes perderte:
Colegiata de Santa Cruz de Castañeda
Se encuentra en Socobio y es, sin dudas, el monumento más bonito de toda la ruta. Cuando llegas a ella, la primera sensación que produce es de robustez, ya que se asemeja a una fortaleza y, de paz, porque se encuentra en un entorno natural precioso.
Junto con la colegiata de Santa Juliana de Santillana del Mar, es una de las construcciones románicas más importantes y mejor conservadas de Cantabria. En esta construcción románica llaman la atención sus dimensiones, su original cimborrio de planta octogonal y su torre, una de las pocas construcciones de este tipo que se conservan en Cantabria.
Aunque en el siglo X fue un monasterio benedictino perteneciente a la orden de Cluny, lo que vemos ahora fue construido a mediados del siglo XII, cuando se desligó de la orden y pasó a ser colegiata. En origen fue un templo de una sola nave con tres ábsides, cimborrio y torre. En el siglo XIII se añadió, en el lado norte, una nave lateral en estilo protogótico.
En su interior hay obras de gran importancia:
- El sepulcro del Abad Munio González, del siglo XIV.
- El Retablo Mayor de 1641, realizado por Hernando de Malla.
- La Capilla de Frómesta, con un retablo de principios del siglo XVIII en estilo salomónico.
- Un interesante crucifijo gótico del siglo XIV.
Es más fácil visitarla en verano, ya que es cuando suele estar abierta de martes a domingo de 10:45 a 14:00 horas y de 16:30 a las 20:00 horas. Si quieres visitarla fuera del horario de verano, escribe a [email protected] para concertar una visita.
Iglesia Parroquial de La Cueva
Es una muestra de iglesia rural cántabra barroca.
Palacio de los Gándara
Se encuentra en Villabáñez. Es un palacio del siglo XVI y, uno de los mejores ejemplos de casona nobiliaria cántabra.
Este palacio sustituyó a la torre medieval que tenía la familia en este lugar. La casona tiene una torre de planta cuadrada, con su escudo nobiliario, a la que se encuentra adosada la casa. Ahora es un establecimiento de hostelería, denominado Finca de San Juan, que tiene un restaurante y también se dedica a la celebración de eventos.
Capilla de San Juan
Esta capilla del siglo XVII fue construida por uno de los miembros de la familia Gándara como capilla privada, por lo que se encuentra frente al palacio.
Guarda en su interior un par de tallas de madera del siglo XVIII y dos lienzos de Bustamante.
Puente Viesgo
El siguiente punto de la ruta es el pueblo de Puente Viesgo. Las primeras noticias que se tienen de Puente Viesgo son del siglo X. Por entonces era parte del antiguo Valle de Toranzo, dependiente de la Merindad de las Asturias de Santillana.
Su fama fuera de Cantabria le viene, además de por las aguas termales de su balneario, por las excepcionales pinturas rupestres del monte Castillo.
En Puente Viesgo no puedes perderte:
Las pinturas rupestres de Monte Castillo
Las cuevas del monte Castillo, en Puente Viesgo, constituyen junto con las de Altamira, en Santillana del Mar, uno de los yacimientos prehistóricos más importantes de Europa. En estilo geométrico, muestran la variada fauna de entonces, principalmente caballos y ciervos.
Estas pinturas de gran importancia están distribuidas en 4 cuevas:
- El Castillo: con restos policromados de ciervos caballos y elefantes.
- La Pasiega: con ciervos, bisontes y caballos de línea ancha y color ocre, además de abundantes grabados en la roca.
- Las Monedas: con espectaculares formaciones geológicas y pinturas negras de diversos animales.
- Las Chimeneas: con diversos animales en estilo esquemático y geométrico.
Su importancia es tal que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. De las cuatro cuevas, sólo dos están abiertas al público: El Castillo y Las Monedas. Aún así, merece mucho la pena la visita. No olvides llevar alguna prenda de abrigo y calzado cómodo que no resbale, para hacer la visita.
Si quieres saber cuál es el horario de visita y las tarifas, entra a esta web.
Si vas a visitar Santander y no dispones de coche para realizar la ruta, tienes la posibilidad de apuntarte a una excursión para visitar las cuevas y los valles pasiegos:
Pero Puente Viesgo es mucho más que sus cuevas y merece la pena que destines algo de tiempo para dar un paseo.
Casona de Fuentes Pila
Comprobarás que Puente Viesgo está lleno de casonas muy bonitas y cuidadas, como la Casona de Fuentes Pila, que es la sede del Ayuntamiento.
Iglesia de San Miguel
En tu paseo también encontrarás la iglesia parroquial de San Miguel, construida a mediados del siglo XX, sobre los restos de una antigua iglesia del siglo XVII destruida en la Guerra Civil. Es un templo de estilo neorrománico de una sola nave con bóveda de cañón.
También podrás llegar hasta la antigua estación de ferrocarril caminando por la vía verde.
Santiurde de Toranzo
La ruta continúa hasta llegar al Valle de Toranzo. La siguiente parada de la ruta se encuentra en Santiurde de Toranzo. Aquí más que para ver el pueblo, que también es una buena idea por su rico patrimonio arquitectónico civil, te aconsejo parar para visitar un santuario muy interesante, situado en el barrio Iruz de dicho pueblo.
Convento de San Francisco del Soto
Dedicado a la Virgen del Soto, que es la patrona del valle. Fue parte de un antiguo monasterio franciscano del siglo XVI. El monasterio fue abandonado tras la desamortización de Mendizábal de 1836. En 1899 se establecieron allí los carmelitas hasta 1981. Tras décadas de olvido, una laboriosa restauración de 8 años ha devuelto a la vida a este antiguo convento.
Lo que más llama la atención del conjunto es su poderosa torre de dos cuerpos. El conjunto está formado por una serie de edificaciones, entre las que destaca su monumental iglesia y el claustro.
La iglesia (proyectada por Juan de Naveda) puede verse a través de una buena rejería, con unos hermosos retablos tras su magnífica restauración. También se conservan la sacristía, celdas, aulas y refectorio. Hoy en día funciona como hospedería y Casa Diocesana de Acogida y Espiritualidad.
Si te apetece mover un poco las piernas, a unos 6 km al sur del convento, en el pueblo de Borleña, puedes hacer una pequeña ruta de 7 km.
Ruta hasta el Churrón de Borleña
La ruta te llevará hasta una bonita cascada de unos 20 metros de altura. Para llegar a ella tendrás que acercarte a Borleña y entrar al pueblo hacia la derecha, a la altura del mesón.
Continúa hasta llegar a la bolera donde podrás aparcar el coche. Desde este punto tan sólo tienes que seguir por la pista asfaltada que discurre entre praderíos.
Cuando finaliza la pista, tendrás que bajar hasta el río y cruzar un puente de madera. A partir de allí un sendero, que se adentra por un precioso bosque, te llevará hasta la cascada.
El paraje en el que se encuentra es espectacular, en un escenario que se asemeja al de una selva, la cascada va cayendo por una pared de toba calcárea, que te recordará a las formaciones de las cuevas.
La ruta te llevará unas dos horas y apenas hay desnivel, por lo que es ideal para hacerla en familia.
🏨 RECOMENDACIÓN DE ALOJAMIENTO EN EL ENTORNO DE PUENTE VIESGO
Si prefieres alojarte en esta zona y te gustan los balnearios, puedes hacerlo en el Gran Hotel Balneario Puente Viesgo. Situado junto al río Pas, en Puente Viesgo, podrás disfrutar de la experiencia del “Templo del Agua”, que es muy recomendable.
Pero si prefieres un alojamiento más pequeño, enclavado en un entorno rural, te recomendamos La Casona Azul de Corvera. Se encuentra en Corvera de Toranzo, muy cerca del Convento de San Francisco del Soto. Este hotel rural con encanto se encuentra ubicado en una casa de indianos, decorada con muy buen gusto. De la casa, hay que destacar su fabuloso jardín, en el que podrás desayunar si el tiempo lo permite y la bonita decoración de todos sus rincones. El desayuno es muy completo, con muchas opciones tanto de salado como de dulce, con repostería casera.
Ontaneda
A unos 5 km hacia el sur encontrarás Ontaneda, localidad famosa, además de por su entorno, por dos de los dulces más típicamente cántabros y pasiegos: el sobao y la quesada. Son igual de recomendables los de Casa Olmo de Ontaneda o los de Luca, en la vecina Alceda.
Si haces la ruta de los pueblos pasiegos en verano no dudes en degustar un helado en Helados López, una heladería familiar que elabora los helados artesanales más ricos y famosos de la provincia. Sobre todo, no dejes de probar su famoso helado de queso, ¡que está espectacular!
Además de parar para comprar algunos de estos manjares, recorre el pueblo para admirar algunas de sus impresionantes casonas. Uno de los edificios más importantes es:
El Palacio de Ontaneda
Mandado erigir por Francisco de Bustamante y Guerra en el siglo XVIII. Una casona donde la reina Isabel II se alojó en, al menos tres ocasiones, durante sus visitas al municipio para tomar los baños en el manantial cercano.
Alceda
Nada más salir de Ontaneda entrarás en Alceda, casi sin darte cuenta, por lo seguidos que están. Es una localidad muy frecuentada por sus reconocidas aguas mineromedicinales. Las aguas provienen de un manantial de aguas termales sulfurosas que ya eran conocidas por los romanos.
En 1985 Alceda fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, por sus casonas y palacios de los siglos XVI, XVII y XVIII, que se encontraban junto al Camino Real. El que comunicaba la Meseta Castellana con la costa Cántabra, a través del Puerto del Escudo.
En Alceda lo mejor es que pasees para descubrir sus palacios:
- El Palacio del Marqués de Mercadal
- La Torre-Palacio de los Bustamante-Rueda
- El Palacio de Ruiz de Bustamante
- La Casona y Torre de los Ceballos
- La Casa de Mora
Continúa la ruta en busca de más pueblos pasiegos hacia el sur por la N-623 y, tras pasar Entrambasmestas, deberás desviarte por la CA-263 hacia Vega de Pas. A partir de ahora, entrarás en el corazón de la ruta, en el territorio de las “tres villas pasiegas”. Vega de Pas, la más importante, San Pedro del Romeral y San Roque de Riomiera. Estas 3 poblaciones, que desde 1869 disfrutan del privilegio real de la Categoría de Villas, forman parte de la comarca conocida como Montes de Pas que fue zona de realengo, por lo que los pasiegos disfrutaron de la categoría de hidalgos y eran propietarios de las tierras que trabajaban.
Aquí disfrutarás de la belleza del paisaje que vas a ir contemplando y, merece la pena que hagas un alto en el camino de vez en cuando, para contemplar algunas de las cabañas pasiegas.
San Pedro del Romeral
Antes de llegar a Vega de Pas, tendrás que desviarte a la derecha por la CA-632 hasta San Pedro del Romeral, que ya se encuentra muy cerca de la provincia de Burgos.
Esta villa formó parte de la antigua jurisdicción medieval de los Montes del Pas. Los primeros rastros documentales de San Pedro del Romeral se remontan al siglo XII poco antes de que la localidad, como otras tantas de los alrededores, pasara a depender de la familia Espinosa, situación que se prolongó hasta mediados del siglo XVII.
Es el prototipo de villa pasiega, con su típica plaza y su iglesia. El encanto de San Pedro del Romeral se encuentra en su conjunto, con sus genuinas casonas de piedra con balcón de madera y, sus cabañas diseminadas por todo el municipio, a las que puedes llegar andando por cualquiera de los caminos que cruzan los montes. En los barrios en los que se encuentran las cabañas es como si el tiempo se hubiera detenido.
San Pedro del Romeral es uno de los pocos lugares donde todavía te puedes topar con un verdadero pasiego dalle en mano y cuévano a la espalda.
Vega de Pas
Es otra de las tres villas pasiegas. Su fundación, como la de la mayoría de las localidades de la ruta, es medieval. Pero, sobre todo, Vega de Pas es la cuna de los pasiegos, cuyo origen étnico aunque se ha estudiado con profundidad, sigue siendo un misterio. Dicen que los pasiegos están tan apegados a la tierra como a sus tradiciones.
En la plaza de Vega de Pas encontrarás la Iglesia de la Virgen de la Peña que tiene una espadaña típicamente pasiega. Es una plaza preciosa con sus casonas montañesas con balconadas de madera.
En Vega de Pas no te puedes perder:
El Sobao Pasiego
Los sobaos más afamados son los de Vega de Pas, que es donde nació este dulce tan famoso hoy en día. Su producción para comercializar es lo que revolucionó la economía de los pasiegos durante el siglo XX.
El sobao nació en Vega de Pas como producto casero que, en origen era más sencillo. Ya que se elaboraba con masa de pan de trigo, mantequilla y azúcar. Fue Eusebia Hernández Martín la creadora del sobao moderno, que lo perfeccionó con huevo, limón y anís o ron, sustituyendo la masa de pan por harina blanca.
Museo etnográfico Villas Pasiegas
Este museo se encuentra en un edificio del siglo XVIII, en lo que fue una ermita y más tarde escuela. Aquí podrás ver una interesante colección de utensilios y aperos agrícolas de los pasiegos. Conocerás cómo era su peculiar modo de vida y sus costumbres. Verás cómo es un dalle, el equivalente a la guadaña castellana, o el cuévano, un cesto hecho de tiras trenzadas de avellano, que utilizaban para transportar la hierba a la espalda.
El edificio se asemeja a una cabaña pasiega con dos plantas. En la de abajo se ha recreado lo que sería la cuadra, con los aperos de labranza, y en la segunda podrás ver una habitación, una auténtica cocina pasiega del siglo XVIII y, diferentes objetos de la vida cotidiana de los pasiegos. Es una visita muy interesante.
El Sanatorio del Doctor Madrazo
El Dr. Enrique Diego Madrazo y Azcona fue una de las figuras más sobresalientes de Vega de Pas. Fue un cirujano, dramaturgo, escritor y mecenas, con grandes inquietudes culturales, lo que le llevó a relacionarse con personajes de la talla de Miguel de Unamuno o Benito Pérez Galdós. En 1894 construyó un sanatorio y en 1910 unas escuelas públicas y laicas, que fueron totalmente innovadoras en su época, todo ello en su villa natal.
Te aconsejo ir en busca de alguna de las cabañas que se encuentran monte arriba. Son construcciones rústicas en piedra y con tejado de pizarra. Están a mitad de camino entre la vivienda y la cuadra para el ganado y, eran utilizadas para la “muda”, que era como llamaban los pasiegos a la trashumancia de las reses en busca de mejores pastos.
Selaya
A la salida de Vega de Pas la ruta prosigue por el Puerto de La Braguía, límite natural entre los Valles del Pas y de Carriedo.
Mirador de la Braguía
Cuando pases el puerto verás que hay tres miradores desde los que podrás disfrutar (si no hay niebla) de unas vistas espectaculares de los valles pasiegos.
Unos 15 kilómetros separan Vega de Pas de Selaya, otro de los pueblos pasiegos que no te puedes perder. En Selaya hay que destacar todo su conjunto patrimonial. Abundan las casonas y casas populares, iglesias y ermitas, construidas entre los siglos XV y XIX. Entre los edificios más notables destacan la Casa del Patriarca, la Casona de Linares (ahora es una posada) o el Palacio de Donadío, que recuerda a cierto estilo herreriano.
En sus calles también encontrarás un Rollo Heráldico del siglo XVIII.
Si te va el dulce no te pierdas:
La Quesada Pasiega
En Selaya es donde dicen que se elaboran las mejores quesadas de toda Cantabria. Para nuestro gusto los mejores sobaos y quesadas los encontrarás en Casa El Macho.
Este postre se elabora con queso fresco de leche de vaca, mantequilla, harina de trigo, huevos y azúcar. La mezcla se suele aromatizar con limón rallado y canela en polvo.
Otras visitas interesantes en Selaya son:
Santuario de Nuestra Señora de Valvanuz
Se encuentra a 3 km de Selaya, puedes ir andando o en coche. Es una ermita sencilla del siglo XVII en cuyo interior se encuentra la imagen gótica de la Virgen de Valvanuz, patrona del Valle de Carriedo, a la que los pasiegos profesan gran devoción.
Cada 15 de agosto se celebra en este lugar una fiesta popular en la que puedes ver algunas de las costumbres más curiosas de esta zona.
Museo de las Amas de Cría Pasiegas
Junto al santuario hay un edificio que se llama la Casa de la Beata, que alberga un museo con fotografías de amas de cría pasiegas y su historia.
¿Sabías que las amas de cría de esta zona, eran muy solicitadas en la corte española del siglo XIX? En este museo podrás conocer por qué era así.
Villacarriedo
Es la capital del Valle de Carriedo, los testimonios más antiguos de esta localidad se remontan al siglo X. Cuando es citada, en la escritura de fundación del antiguo Monasterio de San Martín de Aguilar de Campoo, con el nombre de Carrieto como parte de las Asturias de Santillana. Posteriormente pasó a depender de la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda y, a partir del siglo XIV del señorío de los Manrique.
Como otras tantas poblaciones del norte de España, durante los siglos XVII y XVIII muchos carreños marcharon al Nuevo Mundo, a hacer las Américas, bien para ostentar cargos públicos o para dedicarse al comercio y a la explotación minera. Varios de ellos al regresar a su tierra levantaron bellos edificios barrocos.
Villacarriedo es uno de los pueblos pasiegos más bonitos. La calle que lleva al palacio está llena de preciosas casas, con balconadas de madera repletas de flores, que forman una de las estampas más bonitas de Cantabria.
En Villacarriedo no te pierdas:
El Palacio de Soñanes
Construido entre 1718 y 1722 constituye una de las mejores obras del barroco civil de Cantabria. Fue mandado construir por Juan Antonio Díaz de Arce, un diplomático español que ejerció en Nápoles y Roma, bajo las órdenes de Felipe V.
De su estancia en Italia parece ser que le vino la inspiración de este palacio, aunque también tiene influencias asturianas y montañesas. Tiene planta cuadrada y su interior se articula alrededor de una monumental escalera.
En el exterior tiene dos fachadas en las que te sorprenderá su riquísima decoración. Y en los jardines del palacio podrás ver varios de los Árboles Singulares de Cantabria.
🏨 EL MEJOR ALOJAMIENTO DE LA RUTA
Si te gustaría dormir en un palacio ahora tienes la oportunidad de hacerlo en el Palacio de Soñanes. Ha sido rehabilitado como hotel y restaurante y, es uno de los hoteles más bonitos de Cantabria. Las habitaciones del Abba Palacio de Soñanes son amplias y elegantes, acordes al estilo del palacio. Es un hotel muy tranquilo, ya que se encuentra en un entorno rural, con las montañas como marco natural. Durante tu estancia podrás disfrutar de sus magníficos jardines y de su piscina en verano.
También es una buena opción para comer en Villacarriedo, incluso si no te alojas en él.
En Cantabria hay muchos palacios de ensueño, como el de Soñanes. En este post te enseñamos cuáles son nuestros favoritos.
Colegio de los Padres Escolapios
Se encuentra junto al Palacio de Soñanes. Fue mandado construir por otro ilustre vecino de Villacarriedo, don Antonio Gutiérrez de la Huerta, primo del constructor del palacio.
Lleva funcionando ininterrumpidamente desde el año 1746. En su interior se conservan varios retablos churriguerescos, procedentes del Palacio de Elsedo y realizados por Juan de la Puente en 1717. Han pasado por las aulas de este colegio varios personajes ilustres como el poeta León Felipe o el banquero Emilio Botín-Sanz de Sautuola.
Iglesia de San Martín de Villacarriedo
Del siglo XVIII y estilo barroco.
Liérganes
Liérganes y su historia están ligadas a una curiosa leyenda: la del Hombre-Pez. Cuentan que Francisco de la Vega, nacido en el año 1600, un buen día se arrojó al río Miera, desapareciendo en el Cantábrico. Años después reapareció, loco y mudo, en la bahía de Cádiz.
No menos famoso que esta leyenda es su balneario, uno de los más visitados de Cantabria. Otro de los atractivos de esta localidad es su Casco Viejo, declarado Conjunto Histórico-Artístico.
En Liérganes no te pierdas:
El Mercadillo
Es como se conoce al Casco Viejo de Liérganes, que cuenta con numerosas casonas, la mayoría de los siglos XVII y XVIII. Fruto del auge económico que propició la fábrica de artillería que hubo allí. Entre ellas destacan:
Casa de los Setién
Del siglo XVI tiene elementos del plateresco tardío.
Casa de los Cañones
Construida en el siglo XVIII se diseñó en estilo barroco, siguiendo las tendencias de la arquitectura de Madrid de aquella época. Unos cañones en sus esquinas recuerdan la fábrica de artillería que hubo en Liérganes. Dentro de la finca de la casa se conserva un molino harinero en muy buen estado.
Casa de Langre
Construida en el siglo XVII, cerca de la Casa Setién, en estilo clasicista.
Palacio de la Rañada o de Cuesta Mercadillo
Es uno de los palacios más notables de Liérganes. Levantado por el indiano Juan de la Cuesta Mercadillo a comienzos del siglo XVIII. Su capilla está dedicada a la Virgen de Guadalupe, cuya imagen trajo de México.
El Puente Mayor
Es un bonito puente del siglo XVI, levantado sobre el río Miera. Desde él puedes ver las dos pequeñas montañas, que popularmente son conocidas como “las Tetas de Liérganes”, por su forma.
Iglesia de San Pedro Advíncula
Esta iglesia del siglo XVII fue levantada sobre un templo románico anterior. Es uno de los pocos ejemplos de arquitectura religiosa renacentista en Cantabria.
En Liérganes es muy típico degustar el chocolate con churros o unos dulces elaborados con hojaldre, llamados “sacristanes“. No te pierdas los que elaboran en la Confitería María Luisa.
Pámanes
En esta localidad del municipio de Liérganes destaca la portalada de la Casa de la Vega y, sobre todo, el Palacio de Elsedo.
Palacio de Elsedo
Es una magnífica construcción civil del siglo XVIII, mandada levantar por Francisco Antonio de Hermosa y Revilla, primer Conde Torre Hermosa. Se trata de un bello edificio en estilo barroco, con torre octogonal y una pequeña capilla, que en la actualidad acoge el Museo de Arte Contemporáneo de Cantabria, con diversas colecciones de pintura española del siglo XX.
Si todavía dispones de tiempo, es buena idea visitar el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, que se encuentra muy cerca de Liérganes. Puedes ir por tu cuenta o a través de una excursión, aquí tienes todos los detalles:
Otros lugares que visitar en Cantabria
Si te has quedado con las ganas de conocer más cosas sobre Cantabria no te pierdas:
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