México es un país de vasta riqueza arquitectónica, gastronómica y cultural, por lo que perderse entre sus ciudades y calles es muy común. Pero más allá de las ciudades bulliciosas y la rutina diaria, existen algunos pueblos que parecieran perdidos en el tiempo y el espacio. Son los llamados pueblos mágicos de México, lugares que cuando los miras por primera vez, te transportan muy lejos.
Soy Maru White y gracias a Mar Vara, hoy podré compartir con los lectores de A un clic de la aventura un poco más del espíritu y belleza de mi país. ¡Te invito a que recorramos juntos estos cinco pueblos cautivantes!
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5 Pueblos mágicos de México que te van a gustar
Real de Catorce
Al centro-norte del país se encuentra Real de Catorce, uno de los pueblos mágicos de México perteneciente al estado de San Luis Potosí y con tan sólo 1.200 habitantes.
Su fundación se remonta a 1639, pero ya como pueblo minero sus orígenes se ubican más bien en la década de 1760. Este hermoso rincón en medio del desierto potosino merece estar en el número uno de esta lista gracias a sus callejuelas empedradas, su riqueza artesanal e indígena, así como ser uno de los sitios turísticos más visitados por nacionales y extranjeros.
Aquí se ubicó alguna vez, por allá de 1865, una Casa de Moneda que ahora funciona como museo, lo cual le da una relevancia mayor. Para entrar al pueblo debes pasar por el túnel Ogarrio, de 2.5 kilómetros de longitud. Puedes cruzarlo a pie, a caballo o en automóvil; ya una vez adentro, sentirás que has viajado en el tiempo a uno o dos siglos anteriores.
Es una delicia caminar, toparte con los lugareños, desayunar en sus múltiples casas abiertas al público, entrar al cementerio, a la plaza de toros o a sus diferentes iglesias que enmarcan toda la vista.
Si así lo deseas, alquilar un jeep para adentrarte en el desierto durante el día e incluso acampar allí. También son comunes los paseos a caballo que te dirigen hacia el “pueblo fantasma”, situado unos metros más hacia arriba de la sierra, desde donde tendrás una vista espectacular de este pueblo mágico.
Como dato curioso, muchos visitantes se enteraron de la existencia de Real de Catorce gracias a que en el año 2001 se filmó “La mexicana”. Película protagonizada por Brad Pitt y Julia Roberts, cuya producción aportó una cantidad de dinero para restaurar algunas partes del pueblo y embellecerlo aún más.
Tepoztlán
Si quieres escapar del estrés, pasar un tiempo con tu familia y llenarte de energía, a un par de horas de la capital del país está Tepoztlán, uno de los pueblos mágicos de México en el estado de Morelos.
Además de sus diversas calles adoquinadas y de ser famoso por sus helados de sabores inimaginables como tequila, beso de ángel o pétalos de rosas, este pueblo es resguardado por el Cerro del Tepozteco. En su cima existe una pirámide prehispánica en honor a Ometochtli-Tepoztécatl (dios del pulque, una bebida típica de la región hecha de maguey) que data del año 1350.
Cada fin de semana, miles de personas visitan el pueblo con el único propósito de escalar el cerro que tiene alrededor de 600 metros de altura. Sin embargo, el 21 de marzo es el día en que convergen más turistas para recibir el equinoccio de primavera y recargar sus cuarzos u otros objetos de energía positiva.
Uno de los sitios históricos más atractivos es el ex Convento de la Natividad, que pertenecía a los frailes dominicos y cuya construcción es del siglo XVI por indígenas tepoztecos. Aquí serás libre de recorrer sus diferentes salones llenos de pinturas, frescos y figuras religiosas; así como los recintos donde los frailes llevaban a cabo sus rezos o incluso los sanitarios que permanecen a pesar del paso del tiempo.
Si quieres conocer a fondo un pueblo mágico como Tepoztlán, entonces tienes un paso obligado por su mercado, donde comerás los platillos tradicionales o puedes comprar artesanías, flores, vestidos y empaparte de la cultura local.
Cholula
El estado de Puebla es uno de los más bellos de México, por lo que su pueblo mágico, Cholula, no se queda atrás. Y es un paso obligado para los visitantes que quieran conocer más sobre lo pintoresco y sencillo de la vida de sus habitantes. Además de su agradable clima, sus bellezas naturales y su plaza principal que reúne a cientos de personas diariamente, este pueblito tiene una vista impactante del volcán Popocatépetl, uno de los más activos del país.
Por si fuera poco, a unos pasos del centro existe la pirámide con la base más grande del mundo (casi 400 metros por cada lado). Lo cual no es extraño en territorio mexicano, donde los sitios arqueológicos son abundantes. Este pueblo es conocido por sus “365 iglesias, una para cada día del año” y, aunque esto podría considerarse una simple leyenda, lo real es que su construcción más sobresaliente es el Templo de Nuestra Señora de los Remedios; desde donde tendrás una vista dominante de toda la ciudad y de los volcanes tras subir sus más de cien escalones.
Su ambiente provinciano es de lo mejor, puedes dar un paseo por su plaza central mientras ves a los Voladores de Papantla. Así como caminar por sus calles para empaparte de la cultura y la artesanía local, principalmente los artículos hechos de talavera, de gran valor para la región. Un vistazo a la arquitectura religiosa de Cholula también te ayudará a comprender la importante influencia española que existe en cada rincón de México.
Si tienes suerte, podrás ver el volcán Popocatépetl en todo su esplendor, siempre y cuando el clima despejado lo permita o no haya fumarolas recientes en el cráter. Ya que debido a su cercanía con este fenómeno natural, suele haber neblina o ceniza que impida disfrutar de este imponente coloso.
Real del Monte
En México, una de las actividades más practicadas durante siglos era la minería. Miles de familias eran sustentadas por este trabajo arduo y castigado, cuyos obreros morían jóvenes a causa de enfermedades pulmonares, al explotar las riquezas minerales que había por todo el territorio nacional.
Tal es el caso de Real del Monte, uno de los pueblos mágicos de México en Hidalgo, un sitio conquistado por ingleses que llegaron en el siglo XVI para quedarse. Además de dar trabajo a los lugareños en las varias minas que estaban activas en la ciudad, también hicieron una aportación muy especial que prevalece hasta ahora: los pastes. Unas pequeñas empanadas rellenas de distintos ingredientes dulces o salados, que calmaban el hambre de los mineros, después de exhaustivas jornadas laborales. Actualmente deleitan a quienes tienen el placer de probarlos.
Uno de los sitios obligados es el Panteón Inglés, una de las joyas arquitectónicas que siguen erguidas en el pueblo. Para llegar, es mejor hacerlo en auto o en un autobús turístico y, adentrarte para contemplar las lápidas que siempre miran hacia el oriente. Así como el ambiente misterioso y frío que envuelve el lugar, como recordatorio histórico de quienes alguna vez residieron aquí y se mezclaron con la cultura mexicana, para hacer de Real del Monte el pueblo mágico que hoy miles de turistas disfrutan al año.
No te puedes ir sin conocer la Mina de Acosta, ahora convertida en museo, pues te ayudará a comprender más a fondo la actividad minera de aquellos años. Incluso puedes acceder a una visita guiada y caminar por la mina, tomar fotografías y conocer de forma vívida la manera en que se extraían los minerales; así como las condiciones y peligros que enfrentaban los obreros a diario, quienes por cierto, tenían una expectativa de vida de 30 años.
San Cristóbal de las Casas
En el extremo sur del país se encuentra este rincón preferido por los mexicanos: San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Su clima, belleza y valor cultural te atraparán y querrás regresar una y otra vez. Sus callejones angostos, plazas coloridas y ambiente pintoresco te llevarán de la mano por uno de los pueblos indígenas más hermosos que he visitado. Es, sin duda, uno de los pueblos mágicos de México que no te puedes perder.
Su fundación se remonta a 1528 y conserva su estilo colonial influenciado por los conquistadores españoles, que alguna vez habitaron esta pequeña ciudad. Nunca verás tanto color en la vestimenta, la comida y las construcciones como en San Cristóbal. Su plaza principal, su quiosco e incluso la gastronomía son únicos y poco vistos en el resto de México, por lo tanto valorados de forma especial.
La Catedral, es quizá la joya arquitectónica más preciada del pueblo y su vistosa fachada de estilo barroco te invita a descubrir cada uno de sus detalles por dentro y por fuera. Históricamente también se reviste de una importancia exclusiva, pues su primer párroco fue Fray Bartolomé de las Casas (a quien la ciudad debe parte de su nombre). En la plaza que la rodea hay una fuente y una cruz barroca de gran encanto y es por ende, uno de los sitios más fotografiados del lugar.
Sus alrededores son paisajes llenos de vegetación, ya que se ubica cerca de la selva chiapaneca, aunque también es común ver neblina y lluvia. Mientras paseas por sus calles empedradas te podrás percatar de las distintas lenguas autóctonas que hablan los personajes locales, una muestra del legado maya que aún prevalece. Al tiempo que levantas la vista para ver los edificios blancos y a color que te dan una idea de la oferta multicultural de México.
¿Te gustó la idea de visitar estos bonitos pueblos mágicos de México?