Los amantes de los viajes de aventura y llenos de adrenalina están de enhorabuena, y es que va a dar comienzo la temporada de invierno y de nieve, ideal para la práctica del esquí. El esquí alpino es una de las modalidades más apasionantes de este deporte, puesto que sus descensos a toda velocidad aportan un toque extra de emoción que resulta de lo más interesante.
En nuestro país contamos con multitud de estaciones de esquí ideales para realizar una escapada durante este invierno, con la familia o con los amigos, para disfrutar de montañas nevadas y planes que no dejan indiferente a nadie. Esquiar en Formigal es una de las mejores opciones, ya que la amplia oferta de hoteles + forfait que ofrece el Pirineo Aragonés es perfecta para todo tipo de bolsillos y, tanto para esquiadores debutantes como experimentados.
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Pero, ¿qué es el esquí alpino?
Practicar esquí alpino puede ayudarte a disfrutar de unas vacaciones 100% emocionantes. Esta modalidad de esquí, que debe su nombre a su origen en Los Alpes, es una de las más conocidas dentro del esquí de competición. Entre los deportes de invierno se ha convertido en una de las disciplinas más practicadas en las estaciones de esquí.
El objetivo de este deporte es descender en el menor tiempo posible una pista de esquí, normalmente a través de un recorrido marcado con señales que hay que respetar y que obliga a realizar movimientos en zigzag, un clásico de esta modalidad de esquí. En esta modalidad el talón de la bota queda sujeto a los esquís para garantizar la mejor sujeción durante el descenso.
¿Qué modalidades de esquí alpino existen?
Si te sientes tentado a practicar esquí alpino en tus próximas vacaciones de aventura, debes tener en cuenta que existen diferentes modalidades entre las que puedes elegir la que más te interese. Son las siguientes:
Descenso
Es la modalidad más común y la más conocida en las competiciones internacionales como la Copa del Mundo. Tan solo consiste en bajar una montaña nevada en el menor tiempo posible, lo que normalmente necesita entre 1 minuto y 2 minutos y medio según la longitud y la dificultad. Lo ideal es practicar un par de días para competir con tus amigos al tercero.
Slalom
Esta modalidad es más compleja, puesto que es necesario tener gran habilidad realizando giros cerrados. En el slalom hay que realizar dos mangas con diferentes trazados con un recorrido más corto, pero con un número más elevado de puertas y con una menor distancia entre las mismas. Es fundamental una gran precisión y coordinación para realizar este ejercicio de forma satisfactoria. También hay que realizar el descenso en el menor tiempo posible.
Slalom gigante y súper gigante
Son dos modalidades similares al slalom. La modalidad gigante exige un recorrido más largo y una distancia superior entre las puertas, lo que permite realizar giros más anchos y alcanzar una mayor velocidad. Mientras que el slalom súper gigante exige un recorrido intermedio entre el slalom normal y el gigante, pero con un desnivel negativo parecido al del descenso. Se exige un menor reconocimiento del recorrido.
Paralelo
En esta modalidad de esquí alpino se desciende un recorrido breve y normalmente se hace por parejas con el objetivo de batirse en un duelo para ver quién llega primero. Es una modalidad poco practicada a nivel competitivo, pero muy divertida cuando se practica en grupos de amigos para añadir un extra de emoción y competitividad entre ellos.
Combinada
Es una prueba que combina dos modalidades: Descenso y Slalom. Se realiza a dos mangas como si fueran independientes. El ganador de la modalidad Combinada es el que registre un mejor tiempo sumando ambas pruebas.
Como se puede apreciar, el esquí alpino ofrece diferentes modalidades a cuál más divertida para practicar en el momento en el que comience la temporada de esquí. Es un deporte ideal para sacar tu lado más exigente y para disfrutar de la nieve en su máximo esplendor. Quizá no es lo más aconsejable para principiantes, pero siempre puedes iniciarte de la mano de algún monitor que te enseñe las claves del esquí alpino. Una oportunidad de realizar un viaje con familiares o amigos para disfrutar de los paisajes montañosos nevados que tenemos en nuestra geografía.